lunes, 30 de septiembre de 2019

¿Adónde va el “Chubutazo”?


La dinámica de los acontecimientos se desarrolla, por un lado, entre el “pacto social” alentado por Alberto Fernández, Mariano Arcioni y las burocracias sindicales y, por el otro, en las embrionarias manifestaciones de coordinación de las bases entre salud y educación. Septiembre finaliza al rojo vivo.




Ilustración: Gastón Spur


Por Iván Marín

“La MUS y la ATECh quieren planchar el conflicto”, se escucha en las bases de todos los rincones de la provincia. La previsión no carece de fundamentos. Los movimientos de trabajadores autoconvocados, que no se los debe catalogar como antisindicales, no solo se han fortalecido, sino que comenzaron a atar lazos entre ellos en las últimas semanas. De esa embrionaria coordinación surge un denominador común en la lucha contra las políticas de ajuste: la desconfianza hacia la mayoría de las conducciones sindicales.


A diferencia de lo que ocurrió a comienzos de 2018, los cuestionamientos a la Mesa de Unidad Sindical (MUS), y a la conducción de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECH), están en el centro de la escena. Las figuras de Santiago Goodman, secretario General del sindicato docente, y de Tomás Montenegro, titular de la CTA de los Trabajadores, cada vez se ven más horadadas ante amplios sectores de sus bases. Lo propio pasa con César Milani, al frente del Sindicato de Trabajadores Viales del Chubut (Sitravich), la otra fuerza de importancia en la MUS, quien es duramente criticado desde el sur de la provincia por su tibieza. Todos estos sectores comparten una pertenencia política en común: el Frente de Todos, comandado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.


“¿Saben algo de un supuesto arreglo entre la MUS y el Gobierno?”; “¿Es verdad que le bajaron línea a los sindicatos en la reunión de Buenos Aires para que firmen la ´paz social`?”; “¿Tienen idea si es cierto que la MUS se reunió en secreto con el Gobierno, como dicen los medios de comunicación?”; “Muchxs desconfiamos de la conducción de ATECh. No queremos que nos entreguen como el año pasado”; “¡Van a transar, van a transar! ¡Fíjense que no respetaron casi nada de lo votado en el Plenario Provincial de Delegados/as Docentes. No hubo cortes coordinados de rutas ni tampoco llamaron con la MUS a un plenario intersectorial”; “Le van a hacer caso a Alberto Fernández y se van a ir de las calles”; “Están pensando en las elecciones de octubre, no quieren quilombo”, son algunos de los mensajes y consultas que nos llegan por diversos medios casi todos los días a Prosa Urgente. Como se observa, la disposición a la lucha de las bases tiene que sortear ese gran obstáculo que son las burocracias sindicales. Cada vez hay más consciencia de ello.


De lo que también se tiene consciencia en todos los bandos es de lo clave que será esta semana para el desarrollo del conflicto. A dicha claridad se llegó luego de la reunión del pasado lunes en Buenos Aires entre Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, Mariano Arcioni, Diego Bossio; el presidente del bloque de diputados provinciales de Chubut Somos Todos, Jerónimo García; los intendentes de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, y de Trelew, Adrián Maderna, el viceintendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque; los diputados provinciales Carlos Gómez, Gustavo Fita, Gabriela Dufour, Blas Meza Evans, y José Grazzini; el senador nacional Juan Horacio Pais y el dirigente Gustavo Mac Karthy y secretario General del Sindicato de Petroleros y Gas Privado del Chubut, Jorge “Loma”  Ávila. Además, según informaron diversos medios de comunicación, el gobernador y el ministro de Economía, Oscar Antonena, mantuvieron una reunión por teleconferencia con el ministro del Interior Rogelio Frigerio, donde el funcionario nacional se habría comprometido con el aporte de 2 mil millones de pesos (1300 a través de fondos del Anses con la compra de letras y 700 como anticipo de coparticipación) con la idea de adelantar el pago a los estatales para que todos cobren en la primera quincena de octubre. En estas negociaciones, en busca de un pacto social, deberían cumplir un rol fundamental las conducciones sindicales, tan cuestionadas por sus bases, como mencionamos más arriba.


A pocas horas de su despedida, septiembre sigue siendo un mes al rojo vivo a pesar del desempeño de las burocracias sindicales. Desde su primer día lo fue. El viernes 30 de agosto el Gobierno y la MUS pactaron un impasse con el depósito del tercer rango a los estatales. La idea era que la semana pasara sin ton ni son y aprovechar alguna salida decorosa del conflicto con las conducciones sindicales. Predisposición a estas últimas nunca les faltó. Por ello montaron el circo en Legislatura sobre el supuesto tratamiento del proyecto de ley para declarar la Emergencia en educación, en salud y alimentaria. Un proyecto distraccionista de pe a pa, cuyo único objetivo fue intentar llevar la movilización de las rutas y las calles al parlamento burgués. Pero el ataque durante la madrugada del miércoles 3 de septiembre de una patota comandada por “Loma” Ávila contra los estatales que cortaban rutas petroleras rompió con el intento de “stand by”, y la CTERA se vio obligada a decretar un paro nacional para el jueves 5. El repudio se generalizó en toda la provincia y con ello la coordinación entre las bases, quienes en la docencia le arrancaron un histórico plenario provincial de delegados/as a su dirigencia para el martes 17. Ese día también se realizó la Asamblea Provincial Interhospitalaria en la ocupación del ministerio de Salud, en Rawson. Por la tarde, de regreso a Comodoro Rivadavia, fallecerían las docenes Jorgelina Ruiz Díaz y María Cristina Aguilar, en un accidente automovilístico. Por la noche los incendios de Legislatura y Casa de Gobierno fueron noticia internacional. Los acampes en dependencia estatales se generalizaron e inmediatamente la coordinación también, realizándose asambleas intersectoriales afuera del acampe en Legislatura. El “Fuera Arcioni” se convertiría en el grito de guerra de los trabajadores contra quien consideraba principal responsable de la situación en que se encuentra la provincia y, como consecuencia de ello, por derivación, de la muerte de las compañeras. El pedido de juicio político al gobernador (como salida institucional a la crisis) debe entenderse en ese marco.


Decíamos que en general hay acuerdo en que la lucha se aproxima a momentos definitorios. El reconocido historiador marxista Pablo Pozzi anduvo en la zona dictando un seminario de posgrado en la sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia, y no dejó pasar la oportunidad para acercarse el miércoles pasado al acampe de Legislatura a llevar su solidaridad. Allí, además, brindó una charla. En diálogo con Prosa Urgente, luego de manifestar su admiración por la combatividad de los trabajadores involucrados en la lucha, no dudo en señalar que el conflicto está llegando a un momento clave, “en el cual la gente empieza a cansarse. Si no se encuentra una salida va a comenzar la desmovilización y eso lleva a la derrota”. La advertencia del historiador coincide con una caracterización generalizada en amplios sectores del activismo consciente de que la principal responsable de la dilación del combate contra el gobierno es la burocracia sindical.  Pozzi también reconoció que la lucha es “un ejemplo”, y que lo que “está en juego es el bienestar del conjunto de Chubut”. Además, reflexionó sobre la necesidad de que los sectores combativos del país colectivicen la experiencia y saquen lecciones de lo que se hace bien y mal en Chubut.


Las reuniones “por arriba” parecen haber cerrado un acuerdo entre las fuerzas políticas patronales. A los encuentros ya mencionados, debe agregárseles el realizado en la bodega mendocina Ruca Malen junto a gobernadores peronistas y a Alberto Fernández. El viernes último se efectuó en Casa de Gobierno la reunión de la llamada Mesa de Diálogo con diputados de la oposición e intendentes. Los medios de comunicación hegemónicos de la provincia se han sumado a este intento de cerrar filas y lanzaron un sinnúmero de editoriales reaccionarias el último fin de semana con la intención de estigmatizar a los combativos trabajadores estatales de Chubut.


Sin embargo, mientras se tejen todos esos acuerdos ajenos a los intereses del pueblo trabajador chubutense, las bases paralizan el funcionamiento del Estado con ocupaciones de dependencias gubernamentales desde hace más de dos meses, con paros en Legislatura y el Poder Judicial, tomas de escuelas por parte de estudiantes. Los docentes ingresaron en la undécima semana de paro, y ya es sabido que la salud pública funciona muy por debajo de sus necesidades, no solo por el paro y retención de servicios de sus trabajadores, sino también por la falta de inversión. Pese a que las burocracias han hecho lo imposible por impedirlo, durante todo septiembre se han registrado cortes de rutas. Y la última semana los docentes de Comodoro Rivadavia comenzaron un bloqueo a la Playa de Tanques de YPF afectando la distribución de combustible para esa localidad y la zona sur de la provincia, además de Santa Cruz y Tierra del Fuego.


Allí se libra una batalla que concentra todas las contradicciones del “Chubutazo” en curso. Por un lado las bases combativas deliberando planes de acción directa que buscan paralizar la distribución y producción de mercancías en la provincia, con clara orientación a la huelga general, y, por el otro, las conducciones sindicales tratando apaciguar los ánimos, siguiendo los lineamientos de Alberto Fernández de “no salir a las calles”. Allí la conducción de ATECh está en manos de Daniel Murphy, referente del Partido Comunista Revolucionario (PCR), integrante del Frente de Todos, a quien si bien no se lo puede asimilar a las prácticas burocráticas de Goodman and Company, pues en la ciudad petrolera hay tradición asamblearia y respeto por lo que allí se decide, lo cierto es que su posicionamiento es contrario a continuar con el bloqueo. Se supo en las últimas horas del “aporte” de nuevas medidas de luchas que serán puestas a consideración de los trabajadores como opciones a la continuidad del bloqueo en curso. Es claro que los sectores que responden al Frente de Todos intentan desactivar la principal acción de lucha del “Chubutazo” en estos momentos.


Por todo lo anterior, no puede llamar la atención el comunicado publicado ayer en su cuenta de Facebook por la “Asamblea de la PLAZA - Docentes Autoconvocadxs en Lucha”. Allí claramente le marcan la cancha a la MUS: “Les docentes en lucha de #PuertoMadryn y #PuertoPiramides, frente a los rumores que han trascendido en las últimas horas sobre una posible reunión de la MUS con el gobierno, exigimos que #NoNosEntreguen”, comienzan. Y prosiguen: “Las bases reafirmamos a través de los mandatos de esta semana los cinco puntos por los que continuamos en pie de lucha: solución inmediata a la problemática edilicia; pago en tiempo y forma según lo pactado en paritaria (cumplimiento de la cláusula gatillo); regularización de la obra social; regularización del TEG (Transporte Educativo Gratuito) y resolución definitiva a las horas extras de les auxiliares que afectan a los ISFD (Institutos Superiores de Formación Docentes) y otras instituciones escolares”. Agregan: “Les recordamos que en nuestra ciudad hay 7 escuelas ocupadas pacíficamente y otras tantas en la provincia”. Y finalizan con una advertencia que no se presta a dudas: “No dejen en la puerta de Casa de Gobierno la defensa de nuestros derechos🔥 ¡María Cristina y Jorgelina presentes! ACÁ NO SE RINDE NADIE✊.


Los márgenes de maniobra de las burocracias son escuetos. La MUS seguramente intente acentuar su pasividad pero difícilmente tratará de desactivar inmediatamente el conflicto tras la reunión con el Gobierno, no porque no quiera, sino porque le es imposible porque su control sobre el desarrollo de la lucha es muy precario. Por ello será fundamental que la Asamblea Interhospitalaria Provincial y el Plenario Provincial de Delegados/as Docentes que se desarrollarán esta semana hagan lo imposible por seguir articulando instancias de coordinación de las bases, que sumen a los trabajadores desocupados, a los docentes y sobre todo tengan una orientación para incorporar a las acciones al sector privado. La exigencia de una huelga general por tiempo indeterminado debe ser el norte a la par de la imposición de una gran asamblea de delegados de todos estos sectores. La crisis petrolera en ciernes plantea una gran oportunidad para confluir con el sector más importante de la economía provincial.


El jueves último el economista y referente de la Tendencia Pública del Partido Obrero, Marcelo Ramal, llegó a la provincia a dar una charla en la sede Trelew de la Universidad Nacional de la Patagonia. Luego hizo lo propio en Comodoro Rivadavia. En la exposición que dio en la ciudad valletana dejó una reflexión que consideramos muy pertinente para pensar el “Chubutazo” en curso: “Es indudable que Chubut da innumerables muestras del esfuerzo que están haciendo enormes sectores de la clase trabajadora para darle una salida en sus términos a esta crisis. Acampes con enormes sacrificios, cortes de rutas, luchas que se han cobrado la vida de compañeras. Pero es indudable que en la mayoría de las conducciones sindicales no existe la voluntad de establecer una acción de conjunto que involucre a los trabajadores de Chubut, inclusive en el plano de los trabajadores privados, es decir la perspectiva de una huelga general que paralice a la provincia hasta que los reclamos que hoy están planteados sean definitivamente arrancados y el dinero salga de donde tenga que salir para resolver la situación desesperante de los trabajadores. La crisis petrolera plantea una gran oportunidad, y una posibilidad cierta que desde la docencia y los estatales se desarrolle un contacto directo con las bases petroleras para promover iniciativas de luchas, y huelgas, preparatoria de una acción todos los trabajadores de Chubut para salir de esta crisis. Pero la crisis tiene una protección política. Arcioni está cuestionado. También lo está la Legislatura. Está cuestionada por haber dilapidado los recursos de la provincia en corruptela, por haber llevado adelante este régimen de hambre contra los trabajadores, y principalmente por haber resignado inclusive sus funciones políticas para aceptar el régimen colonial que yo denuncié al comienzo de la charla. Si las regalías de la provincia están colocadas en un banco con retiro privilegiado de los acreedores extranjeros, los poderes políticos de Chubut han cesado realmente sus funciones, no son los verdaderos poderes políticos de la provincia. Y la clase trabajadora del Chubut debería abrir un debate para que esta lucha que está planteada, enorme, se plantee también como una lucha dirigida al poder político, coloque la revocatoria de estos poderes absolutamente caducos desde el punto de vista de interés de la provincia y de los trabajadores, y se convoque a una deliberación popular que refunde la provincia sobre bases sociales diferentes: una asamblea constituyente con representantes electos en toda la provincia, que discuta toda la organización social de la provincia. El régimen petrolero, la situación sanitaria y educativa, y desde ese punto de vista dé una salida también y corte de una vez con el régimen colonial del endeudamiento, que es un régimen que coloca todo el trabajo y la riqueza social de la provincia al servicio del capital internacional”.


¿Adónde va el “Chubutazo”? La respuesta que se construye en las asambleas de bases y la embrionaria coordinación que de allí surge choca de frente con la que intentan imponer Arcioni, el Frente de Todos y las burocracias sindicales.

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