sábado, 30 de diciembre de 2023

El 24/1 de la CGT queda lejos: ¡por autoconvocatorias obreras para imponer la huelga general!

Los ritmos de lucha deben marcarlos las autoconvocatorias, las asambleas y la coordinación de las bases obreras y populares; no los “Gordos” burócratas al frente de las centrales sindicales. 

 

                                                                  Foto: Aníbal Aguaisol



Por Iván Marín

 

Cualquier referencia al aislado paro de 12 horas decretado por la CGT (Confederación General de Trabajo) para el 24 de enero debe empezar para la denuncia de la fecha en que se llevará adelante: a más de un mes de la asunción del presidente Javier Milei y su brutal política antiobrera. No hacerlo y, por el contrario, reducir la cuestión a una supuesta “preparación” del paro en el mes que lo antecede, como está haciendo el Frente de Izquierda y otras organizaciones populistas, implica ubicarse como ladero izquierdista de la burocracia sindical y, por ende, propiciar un seguidismo a sus maniobras dilatorias. A la CGT no se le “arrancó” ningún paro, como se han cansado de agitar los partidos del FITU. La burocracia solo busca ganar tiempo en la rosca parlamentaria para negociar qué puntos pasarán y no pasarán de los casi mil artículos que componen la sumatoria del DNU y la ley ómnibus enviada por Milei al Congreso. En este escenario, las cacerolas se posicionaron a la izquierda no sólo de la CGT sino del propio Frente de Izquierda, autoconvocándose y ganando las calles en las principales ciudades del país contra las tentativas reaccionarias del Gobierno.

 

La asunción de Milei estuvo marcada, entre otras cosas, por una devaluación del peso de más del 100%, lo que implicará de facto una inflación mínima del 60% para diciembre y enero, que redundará en una pérdida brutal del poder adquisitivo de los salarios. Eso sólo ya es un motivo más que suficiente para un paro general y deja al descubierto la connivencia cegetista con la política del presidente. Con el DNU y la ley ómnibus asistimos a una tentativa reaccionaria de reforma del régimen político: un gobierno que en las elecciones generales obtuvo alrededor del 30% de los votos, y al que votó sólo el 20% del total del electorado, no puede sino ser un gobierno débil. Como esa fragilidad es un escollo para imponer el programa político que defiende, debe recurrir a facultades extraordinarias para regimentar el escenario social con una concentración extraordinaria de poder sobre el Ejecutivo Nacional: una clausura del Congreso pactada con el propio Congreso y la instauración de un estado de sitio permanente, porque no es otra cosa la prohibición de reuniones en la vía pública de 3 o más personas. Es una declaración de guerra sin atenuantes contra la clase obrera y el pueblo en su conjunto.

 

Información tomada de la cuenta de Facebook del economista Andrés Asiain

Toda declaración de guerra es en defensa de intereses concretos: en este caso asistimos, como se dijo, a un programa político de conjunto, con la profundización de la liberalización de la economía, es decir de facilitar aun más la intromisión imperialista en el país y con ello acrecentar su dependencia económica y política. Todos los puntos económicos que aborda este programa son un golpe a los sectores populares pero su principal objetivo estratégico es la contrarreforma laboral, con privatizaciones de empresas estatales y miles de despidos incluidos. Allí se concentrará la madre de todas las batallas. De ahí que la CGT, las CTAs y todas las burocracias sindicales sean sus aliados estratégicos en el interior del movimiento obrero. Pero no son los únicos, porque más allá del cacareo la burocracia al frente de los movimientos de desocupados y, por supuesto, todo el arco político patronal (PJ-kirchnerismo, PRO y partidos provinciales), forman parte del banquete de negociaciones habidas y por haber. El Frente de Izquierda aborda estos ataques con los métodos que les son propios: el oportunismo, el arribismo parlamentarista y el electoralismo ramplón. O sea, no lo hace desde una perspectiva clasista ni mucho menos socialista. Al no promover las autoconvocatorias y la coordinación de las bases, para que sea el pueblo movilizado el que imponga los tiempos de la lucha y, con ello, de la huelga general, va a la zaga de la burocracia sindical, es decir de la oposición patronal. Es un método de aparato que busca insertarse en las negociaciones en curso y no darle una perspectiva de independencia e intervención política propia a los trabajadores.

 

Las tareas inmediatas del activismo deben ser las de promover las autoconvocatorias en los lugares de trabajo y asambleas populares con la perspectiva de su coordinación e imponer la huelga general lo antes posible, según los tiempos propios y no los de los aparatos. Los planes de lucha deben surgir de las bases movilizadas, no de la “exigencia” a conducciones sindicales anquilosadas cuya razón de existencia es justamente la de ser un dique de contención a las iniciativas independientes de las masas. Sumarse a la “preparación” durante un mes del paro convocado de la CGT es entrar en el juego dilatorio de estos sectores, que, por otra parte, nada asegura que sea exitoso en sus propósitos. La propia dinámica de los acontecimientos puede acelerar los tiempos e imponer la huelga general con antelación. Es a lo que debe apuntalar y apostar cualquier organización que se reclame de izquierda y socialista. Esta orientación debe tener como objetivo la concreción de un Congreso de Trabajadores Ocupados y Desocupados que delibere una salida propia a la crisis, es decir, que contraponga un programa de independencia de clase al de las patronales.

 

¡POR AUTOCONVOCATORIAS OBRERAS Y ASAMBLEAS POPULARES!

¡POR LA COORDINACIÓN DE LAS BASES MOVILIZADAS!

¡POR LA HUELGA GENERAL HASTA DERROTAR EL DNU Y LA LEY ÓMNIBUS!

¡POR UN CONGRESO DE TRABAJADORES OCUPADOS Y DESOCUPADOS!

¡POR UN GOBIERNO DE TRABAJADORES!

sábado, 18 de noviembre de 2023

El balotaje, el falso dilema entre “fascismo” y “democracia” y el rol de la izquierda

Un nuevo capítulo reaccionario de la “fiesta de la democracia” se esgrimirá en cuestión de horas.

 



Por Iván Marín

 

Las diatribas de amplios sectores del “progresismo” argento contra todos aquellos que no apoyan al derechista de Sergio Massa pegaron un salto luego de las elecciones generales de octubre y se multiplicaron a un nivel cuasi delirante en la última semana. Quizás -sólo quizás- el cenit lo represente la frase esgrimida en su cuenta de Instagram por una de las principales referentes del feminismo vernáculo, Malena Pichot: “Votar a Massa no te hace peronista; votar a Milei te hace cómplice de la dictadura”. Que una persona de aguda inteligencia y humor ácido como Pichot, no escatime esfuerzos por quedar en ridículo en defensa de una causa que considera justa, es una muestra más de la impotencia política en la que está sumida la “centroizquierda” -las comillas no son decorativas- que gobierna el país, tras el fracaso del macrismo al frente del Ejecutivo Nacional. Resulta que, para esta gente, generaciones que nacieron biológica y políticamente con varios años de posterioridad a la última dictadura militar pueden convertirse en cómplices del genocidio por el mero hecho de votar a un personaje de tintes fascistoides como Javier Milei. En la llamativa sentencia estos popes defensores de la “democracia” omiten el contenido de clase de los gobiernos desde la caída de la última dictadura a la actualidad, que no solo es el mismo que defendieron los militares, sino que lo llevaron más lejos, profundizando la reestructuración reaccionaria de las condiciones de vida del pueblo trabajador durante el alfonsinismo y el menemismo, que no fue revertida en lo más mínima por el PJ-kirchnerismo en las últimas dos décadas. Erigir un muro infranqueable entre la democracia burguesa y uno de sus anversos, en este caso gobiernos militares, disimula los intereses de fondos que defienden los circunstanciales adversarios. En el balotaje no asistimos a una contienda entre dictadura y fascismo. Esas batallas solo tangencialmente se dan en los cuartos oscuros de la democracia burguesa, pues el fascismo es un movimiento de masas que esgrime sus diferencias de clase en el decisivo terreno de la “calle”.

 




De un lado, Sergio Massa, el hombre elegido hace más de una década por la Embajada de Estados Unidos en el país; del otro -¿del otro?-, Javier Milei, un imbécil sin ningún dote más que el de bufón carente de gracia, puesto en el escenario político con el objetivo de correr la agenda más a la derecha de lo que ya se encontraba. Este balotaje reaccionario es la expresión electoral de la crisis terminal del régimen político parido tras la caída de la última dictadura militar, en 1983. Cualquiera sea el resultado de este domingo, lo que vendrá serán intentos abiertos y frontales para cambiar la correlación de fuerza entre la gran patronal y el capital financiero de un lado, y los trabajadores y el pueblo del otro, o sea una guerra abierta entre capital y trabajo que abrirá paso a grandes e inevitables enfrentamientos en los que la papeleta electoral no jugará ningún rol significativo. La muestra más cabal de la incertidumbre en que se llega al balotaje se vio en el pseudo debate de candidatos el domingo pasado, que Massa ganó por goleada, expresando su mayor preparación como cuadro político de la burguesía, pero que no le asegura una victoria este 19. E incluso más. No debe descartarse una victoria relativamente holgada de Milei.

 

El desconcierto que atraviesa al personal político de la burguesía para darle una salida propia a la crisis económica en que se encuentra inmerso el país hace más de una década se explica por el potencial de resistencia de la clase trabajadora argentina. Crisis de los “arriba” y derrumbe económico histórico preparan las condiciones para el tercer factor que precisan las situaciones revolucionarias: la intervención decidida de las masas en defensa propia. El Chubutazo, el Jujeñazo y el levantamiento de los “elefantes” neuquinos, en los últimos dos años, pueden leerse como un anticipo concreto a esta inexorable y pronta intervención.

 

De todo lo anterior, se debiera desprender que se estaría ante un terreno fértil para el crecimiento de la izquierda que se pretende revolucionaria. Sin embargo, su principal conglomerado, el Frente de Izquierda, se encuentra totalmente integrado al sistema y su intervención en este complejo escenario es meramente electoral. Es lo que explica el apoyo vergonzante a Massa de los partidos que lo integran, con la excepción de Izquierda Socialista, a quien le cabe al menos la honestidad de llamar abiertamente a votar al actual ministro de Economía. Por su parte, el PTS, el partido de Myriam Bregman y Nicolás del Caño; el PO oficial de Solano y el MST, con sus matices, llaman explícitamente a no votar a Milei y no militan el voto en blanco, el nulo ni el ausentismo, es decir, se eximen de organizar desde una perspectiva clasista el descontento generalizado de los explotados en el balotaje. Esta capitulación a la corrección política ´progre` se explica por la pretensión de cuidar la imagen de sus figuras públicas y con ello el kiosquito parlamentario, el principal sostén económico de estas fuerzas políticas y el único punto de apoyo como frente.

 

Otras fuerzas más chicas de izquierda, en su mayoría trotskistas, como Política Obrera, La Causa Obrera o el Partido Obrero Revolucionario, desde posturas más o menos similares, llaman correctamente al voto en blanco, nulo o al ausentismo. Lo hacen desde un claro límite sectario: no demostraron ningún esfuerzo por articular un frente militante con esta orientación estratégica para el balotaje, lo que convierte a estas iniciativas en testimoniales. El “votoblanquismo” careció de una coordinación clasista que le diera un norte propio al descontento de las masas en creciente pauperización.

 

Como se dijo, lo que vendrá luego de 19N, será más ajuste y represión. Mientras se terminan de escribir estas líneas, nos llegó la información de que el lonko Facundo Jones Huala, preso político mapuche de los Estados argentino y chileno, comenzó una huelga seca “hasta las últimas consecuencias” contra su extradición al país trasandino. Una vez más, para lo que vendr: sólo la intervención decidida de las masas logrará revertir los planes capitalistas. ¡Ninguna confianza en las burocracias sindicales, de los movimientos sociales de desocupados ni en los partidos políticos patronales! ¡Por autoconvocatorias de trabajadores y la autoorganización obrera y popular! ¡Por la huelga general en defensa propia! ¡Por un Gobierno de Obrero y Socialista!

miércoles, 20 de septiembre de 2023

[GRAVE] Jueza dispuso que el juicio “público” contra policías que torturaron a ambientalistas chubutenses no pueda ser filmado por la prensa

Se trata de Karina Breckle, quien viene mostrando clara parcialidad a favor de Cynthia Rodríguez, Juan Benigno García, Verónica Larsen y Matías Basualdo, los policías que están siendo juzgados por torturas. Uno de ellos se mostró durante toda la audiencia con un auricular inalámbrico. 


                                El que cancherea con el dedo es el torturador Juan García


Por Iván Marín


Desde las 9 de la mañana, y durante aproximadamente 8 horas, se llevó adelante la segunda audiencia del juicio por el cual están siendo acusados 4 policías de torturas a varios ambientalistas de Rawson en 2019, quienes en ese momento se encontraban reclamando afuera de Legislatura contra la creación de un ministerio de Minería, cuyo objetivo principal era la organización del proyecto de zonificación minera que fue aprobado en diciembre de 2021 y volteado por una rebelión popular en apenas una semana.

 

                                                    Jueza Karina Breckle 


Los policías acusados son, de acuerdo a cómo aparecen en la foto de izquierda a derecha: Cynthia Rodríguez, Juan Benigno García, Verónica Larsen y Matías Basualdo.

 

Hasta el momento, la jueza Karina Breckle viene mostrando ostensiva parcialidad a favor de los acusados, en especial dando lugar a varias chicanas de los abogados defensores, Gladys Olavarría y Miguel Moyano. Ayer dio lugar al pedido de apartamiento del abogado querellante Damián D' Antonio. Hoy se hizo la desentendida cuando Olavarría citó a testigos de la defensa, entre ellos varios policías, para mezclarlos con testigos de la acusación, con el claro objetivo de amedrentar a estos últimos. Breckle, además, aceptó al pedido de la abogada mencionada para que desde Prosa Urgente no podamos filmar un testimonio, en un juicio que es público. ¿A qué le temen?

 

Un llamativo hecho se registró durante la audiencia ante la pasividad de la jueza, y que desde Prosa Urgente logramos registrar sin demasiado esfuerzo: el policía Juan García utilizó durante toda la audiencia auriculares inalámbricos. Es evidente que pudo haberle dado múltiples usos a esos auriculares.

 

                                       Juan García ¿recibiendo indicaciones por el auricular?


Mañana a las 8:30 continúa el debate en la Oficina Judicial de Rawson. Se llama a la comunidad a acompañar a los denunciantes. Debe recordarse que estos 4 policías no actuaron solos sino que contaron con el respaldo tanto de la comisaría, como de todo el gobierno provincial.



 


 

lunes, 4 de septiembre de 2023

Altamira y Ramal expulsaron de forma sumaria al Círculo de Política Obrera Trelew

Desde hace más de un año cortaron relación unilateralmente. En un boletín interno le informaron a la base partidaria de una separación que en los hechos fue una expulsión que nunca comunicaron a la militancia trelewense pese a que enviamos numerosas cartas desde nuestra regional para saber sobre nuestra situación. Esta decisión antidemocrática apuntó al conjunto de la militancia de nuestra ciudad cuando uno solo de sus integrantes había manifestado críticas a los métodos burocráticos con el que se manejaron el año pasado al dejarnos afuera del congreso fundacional de Política Obrera sin dar explicaciones. En menor escala, estamos ante la misma metodología de aparato por la cual la dirección del Partido Obrero expulsó a más de mil militantes en 2019, que luego conformaron la Tendencia. Mientras esto ocurre, el partido conducido por Altamira y Ramal se desgrana a ritmo vertiginoso, perdiendo cientos de militantes en el marco de la crisis social y política más importante de la historia de nuestro país. ¿Adónde va Política Obrera?

 


Por Iván Marín

 

El 21 de mayo del año pasado me enteré de manera informal por medio de un compañero que la dirección de Política Obrera comunicó a su militancia mi separación del partido. En los hechos esto involucró al resto de los militantes del Círculo Trelew del partido, quienes no tuvieron participación alguna en mis críticas a la conducción de la organización, que pueden leerse en este link. Los encargados de llevar adelante esta decisión unilateral que nunca se informó a nuestra regional fueron Jorge Altamira, Marcelo Ramal y Jacyn, la Inmaculada Trinidad que conduce los destinos de Política Obrera y con quienes estuve en constante contacto desde el año 2019 mediante mails y vía telefónica, en especial con los últimos dos. Hasta el momento de nuestra expulsión nunca hubo un roce o una discusión subida de tono, ni nada que pueda alegarse como un precedente sobre el cual justificar estas decisiones. Como Política Obrera carece de estatuto partidario, en lo personal desconocía qué implicaba la “separación” en cuestión, por lo que tuve que recurrir al viejo estatuto del Partido Obrero, que dicho sea de paso nunca me lo habían acercado los dirigentes cuando me sumaron a la organización, por lo que con mi caso debuté en su lectura. Allí en su artículo 46 se consigna que las sanciones previstas a sus militantes son: la censura, la suspensión, la separación y la expulsión. Más adelante expresa que: “La aplicación de la sanción de separación significa que el militante pasible de esta sanción no está en condiciones –cualquiera fueran los motivos- de asumir las responsabilidades de miembro de la organización, sin que por ello devenga en un adversario de la organización”. Sigue: “La expulsión es una medida política que caracteriza al que es posible de ella, como a un enemigo de la organización”. En su artículo 51 establece que: “El congreso, el Comité Central, los Comités Regionales y las células son los únicos que tienen poder de sanción”. Y en el 52 deja expreso, sin lugar a dobles interpretaciones que: “Toda sanción puede ser objeto de una apelación ante la célula, el Comité Regional, el Comité Central, el Congreso y de una demanda de investigación por parte de la Comisión de Control”. Hasta donde mi conocimiento alcanza, no hay existencia de Comisión de Control elegida democráticamente en Política Obrera. Una vez más: en el boletín interno mencionado más arriba -insisto, que nunca fue remitido a Trelew- se informa SOLO de mi separación, no de la de mis compañeros de Círculo, por lo cual no debieran estar alcanzados por dicha decisión antidemocrática. Como observará el lector más adelante, al final de este artículo se tendrá acceso a todas las cartas que como Círculo enviamos a la Mesa Nacional exigiendo derecho a defensa, como así también a gran parte de las misivas que mandé a título personal. Allí queda claro que se incumple con los más elementales derechos políticos a defensa en una organización que se asume como revolucionaria. Cualquier parecido con la expulsión de la Tendencia del Partido Obrero en 2019 no es pura coincidencia.

 

Las irregularidades cobran mayor significación cuando la propia militancia de Política Obrera no estuvo al tanto de lo que en los hechos fue una expulsión. Al nunca contar con una comunicación oficial sobre nuestra separación (en realidad de la mía), en el Círculo Trelew seguimos militando la construcción del partido y agitando de acuerdo a las resoluciones del Congreso del año pasado y del periódico digital. En todo ese periodo elaboramos comunicados, volantes, afiches e incluso pintadas en paredes con la política de la organización, que en redes sociales eran reaccionadas por la propia militancia partidaria e incluso compartidas de distintas maneras. Además, puse el medio que impulso en la zona, Prosa Urgente (PU), a disposición de difundir diariamente los editoriales y notas de Política Obrera digital, lo cual no es cosa menor, PU es conocida no sólo en el activismo organizado patagónico sino entre las barriadas populares de Trelew y Chubut, y cuenta con varios miles de seguidores más que la cuenta de Facebook de Política Obrera. Se puede afirmar, sin miedo a equivocarse, que nunca hubo una comunicación escrita a toda la militancia partidaria acerca de nuestra expulsión. Se desprende, sin necesidad de recurrir a demasiadas elucubraciones, que la fueron comunicando de manera oral. Incluso no nos expulsaron de casi ningún grupo de WhatsApp (¿por precaución para que no se difundan métodos similares a los que usaron contra ellos el aparato del Partido Obrero?).

 

Un elemento que no puede dejar de mencionarse en esta denuncia pública es que la expulsión (expulsiones) se llevaron adelante a pocos meses del Chubutazo, la mayor rebelión popular en la historia de nuestra provincia, en el que nuestra regional tuvo una decidida y acertada intervención, a contrapelo del Frente de Izquierda y demás organizaciones populistas ganados por el progresismo. A pesar de ser un grupo incipiente, Política Obrera Trelew fue la única organización que previó y se preparó para la rebelión, y así lo demuestran innumerables artículos, declaraciones, afiches y pintadas que hicimos en el período previo. Esa destacada intervención tuvo consecuencias políticas revanchistas por parte del régimen: en mi caso, un intento de criminalizarme por Ignacio Torres, entonces senador por Cambiemos, y actual gobernador electo por esa fuerza, además de mi despido de diario “El Chubut”. Este último fue el principal motivo por el cual no se dio una discusión pública durante el año pasado respecto de nuestras separaciones, pues acordamos en el Círculo que hacerlo implicaba mostrar debilidad en la campaña por mi reincorporación al diario: no solo había sido despedido de mi lugar de trabajo sino del espacio político donde militaba. Con el “diario del lunes” puede verse esta decisión como un error. Sin embargo, se suponía que mi causa iba a tener una resolución en el transcurso del año, favorable o no. Además, también acordamos tratar agotar todos los canales internos y en todo caso preparar una defensa de cara al Congreso partidario de este año. Incluso en 2023 Mariano Hermida, de la Mesa Nacional, nos invitó a ser parte de la conformación de Tendencia Docente, la nueva organización impulsada por Política Obrera, y cuando respondimos nos sugirió que primero acordemos una reunión con la Mesa Nacional para aclarar nuestra situación. Luego de aceptar la propuesta, Hermida nos clavó el visto a nuestros reiterados mensajes para coordinar un encuentro que, obviamente, nunca se realizó.

 

¿Adónde va Política Obrera? (o, no se vive sólo de caracterizaciones)

 

Como se imaginará el lector, estas decisiones burocráticas no son casos aislados. Los métodos utilizados nos remiten sin demasiado esfuerzo a los que recurrió la conducción del Partido Obrero oficial para con la Tendencia en 2019. Desde Política Obrera nunca hubo un balance profundo del asunto, en especial de sus principales referentes: Altamira y Ramal. En todas las entrevistas dadas por Altamira reduce la cuestión al arribismo parlamentarista de Solano y compañía y a que él no se dio cuenta a tiempo del asunto, es decir “que no la vio”. En ningún momento estos dirigentes han hecho una autocritica colectiva seria sobre sus responsabilidades en la integración cada vez mayor al régimen político por parte del Partido Obrero en particular y del Frente de Izquierda en general. Para la dirección de Política Obrera la fenomenal crisis que vive la izquierda no los incluye, siempre hablan en tercera persona. Sin embargo, desde las expulsiones y creación de la Tendencia, la militancia en la organización fue decayendo considerablemente. Lo que alguna vez pudo llegar a congregar 1300 o 1500 personas, según cifras difundidas por el propio Altamira, hoy con suerte, y siendo generosos, alcanza a la mitad, de los cuales apenas un tercio aproximadamente tiene un compromiso militante serio en la construcción partidaria. Lo que prima en la organización es la militancia laxa. Todo lo contrario a lo que ocurría con el Círculo de Trelew, involucrado hasta el túetano en tratar de darle una perspectiva socialista a todas las luchas en curso en la zona. En lo hechos, hoy a Política Obrera la sostienen dos o tres regionales del interior, en especial Tucumán y Salta, algo en provincia de Buenos Aires y CABA, y el Polo Obrero Tendencia. Tras el enorme mérito militante de lograr la legalidad para presentarse a elecciones nacionales y en algunos distritos provinciales, la dirección de Política Obrera emitió un balance falopa sobre su paupérrima actuación en las PASO, a la que el mote de marginal le queda enorme. En una charla dada a la militancia Altamira vendió humo a más no poder, al decir que son una organización presente en 18 provincias por el mero hecho de que en algunas de ellas hubo algún que otro militante que les cuidó el voto. Deben inventarse una realidad paralela para no reconocer el enorme retroceso en fuerza militante, sin presencia en casi ninguna lucha del país, con la excepción de las provincias señaladas más arriba. Esta ficción va acompañada del autobombo recurrente al reducir la campaña electoral a aciertos de caracterizaciones respecto de la situación internacional y nacional, como si con eso sólo alcanzara para la construcción de un partido revolucionario. Esos supuestos aciertos no son otra cosa que la autoproclamación de la dirección, es decir de Altamira y Ramal. El partido pierde cientos de militantes pero ellos no tienen ninguna responsabilidad porque detrás de un escritorio se encargan elucubrar caracterizaciones “correctas”.

 

Suponer que sólo a la Inmaculada Trinidad y a sus laderos le cabe la responsabilidad de la construcción de esta crisis que vive la organización es de una ingenuidad supina. Esa militancia laxa señalada más arriba se sustenta en una concepción ´prestigista` naturalizada en las bases, de lo que se desprende un ´ejército` de soldaditos de plomo, es decir de una militancia incapaz de pensar por sí misma, de ser creativa y, por ende, cuestionar con vehemencia a su conducción cuando sea necesario. Esta es una característica que atraviesa a toda la izquierda. Política Obrera, a pesar de contar con decenas de militantes abnegados y cuadros revolucionarios de fuste, no es la excepción. Sólo una -¿improbable?- rebelión de las bases hacia su dirigencia puede cambiar esta situación apremiante. Los aciertos de su dirección en las caracterizaciones de la situación económica, social y política chocan de frente con prácticas burocráticas arraigadas de antaño, convirtiendo a las primeras en partituras sueltas sin una orquesta que las interprete en el terreno de la lucha de clases, donde se dirime en última instancia la Historia y, con ella, las caracterizaciones que se elaboran al respecto. La expulsión de militantes revolucionarios sin derecho a defensa va en contramano de la construcción de esa herramienta que precisa más que nunca la clase obrera: un partido revolucionario que luche por la revolución socialista mundial, es decir la reconstrucción de la IV Internacional.


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A continuación, las cartas que se enviaron a la conducción de Política Obrera. Ninguna de ellas fue respondida, es decir que todo el material con el que contará el lector para tomar una posición se encuentra allí. Cabe aclarar que el 16 de julio, luego del fallo en contra de mi apelación en el juicio por mi reincorporación a diario El Chubut, escribí a la dirección poniéndome a disposición para militar la campaña electoral y adelantándoles que si no respondían sobre nuestra situación hasta la fecha de las PASO, haría públicas las diferencias.

 

CARTA PERSONAL DE MAYO DE 2022 A LA MESA EJECUTIVA NACIONAL

 

Desde la polémica que se dio en torno a mi planteo respecto a la imposibilidad que tuvimos algunas regionales de elegir delegados, se han producido algunos hechos pocos claros que la Mesa Ejecutiva no respondió, por lo que solicito una respuesta formal al respecto:

 

1)         ¿Por qué se demoró 2 semanas en aclarar la inquietud sobre los requisitos para la elección de delegados?

2)         ¿Por qué Trelew se quedó afuera de la transmisión en vivo por Zoom del Informe Político de Marcelo Ramal en el Congreso?

3)         ¿Por qué no se enviaron a Trelew los periódicos tras el Congreso?

 

Además, propongo que se informe los criterios para las publicaciones de minutas en los BI en donde quede explicitado, entre otras cosas, un tiempo máximo entre el envío de la minuta y su publicación para evitar dilaciones.

 

Iván Marín, Trelew (8/5/22)

 

PRIMERA CARTA DEL CÍRCULO TRELEW A LA MESA NACIONAL

 

Del Círculo de Trelew a la Mesa Nacional de Política Obrera

 

Al Círculo de Política Obrera de Trelew nos llegó el rumor de que el compañero Iván habría sido separado del partido. Desconocemos cuál es el motivo, ya que nosotros nunca pedimos su separación. A esta situación se agrega que nos vimos imposibilitados de ver la transmisión en vivo por Zoom del Informe Político de Marcelo Ramal en el Congreso partidario de abril, de que no nos enviaron el último número del periódico impreso ni nos han enviado BI luego del Congreso. Estamos ante una situación irregular que llamamos a clarificar y solucionar inmediatamente. Nosotros continuamos construyendo Política Obrera con el mismo compromiso y la responsabilidad que venimos demostrando desde un comienzo, y que es de público conocimiento. Desde ya, esta situación nos perjudica en la relación con nuestra periferia para seguir construyendo partido. Llamamos a la Mesa Nacional o Mesa Ejecutiva a una reunión urgente.

 

Círculo Trelew

29/05/22

 

SEGUNDA CARTA DEL CÍRCULO DE TRELEW A LA MESA NACIONAL

 

Nuevamente, del Círculo de Trelew a la Mesa Nacional de Política Obrera

 

El 29 de mayo último enviamos una carta a la Mesa Nacional por la llamativa situación irregular en que nos encontramos. Recién el 11 de junio Marcelo Ramal respondió el mail diciendo que “Repudiamos las intrigas a través de Facebook y los insultos reiterados enviados por correo electrónico”. Consideramos que no es una respuesta seria: no dice a quién se refiere, si al círculo entero o a algún integrante en particular, tampoco a qué tipo de supuestas intrigas o insultos ni en qué contexto se registraron. El compañero Iván nos informó que solo en un mail utilizó insultos luego de enterarse (por un medio no oficial) que durante un mes se estuvieron enviando Boletines Internos a todo el partido, menos a nuestra regional, sin dar ninguna información de por qué se tomó esa decisión unilateral. Desde ya, no compartimos los insultos esgrimidos y los repudiamos pero eso no habilita ni justifica una decisión contra el conjunto de la regional. Insistimos en que nos llegó el rumor de que el compañero Iván fue separado de forma sumaria, sin posibilidad de defensa y, lo que es más grave, en los hechos se nos está separando al resto de la regional. No compartimos este método antidemocrático.


Ninguno de nosotros viene de militar en el PO (dos compañeros somos ex PTS y el otro está haciendo su primera experiencia militante en un partido), nunca se nos acercó un estatuto partidario ni nada que le parezca. Pero recordamos que comenzamos a entablar relación con la Tendencia cuando fue expulsada de forma sumaria por el oficialismo. Si bien las discusiones programáticas y estratégicas contra el oficialismo del PO, y contra el FITU en general, hicieron que llegásemos a un acuerdo político, en un primer tramo primó el elemental derecho democrático que exigía la Tendencia a defender sus posiciones dentro del partido y no afuera. La última vez que mantuvimos alguna relación con la dirección fue el 9 de abril mediante un BI, desde entonces se cortó todo tipo de relación de forma unilateral. Nos parece una falta de respeto. En estos dos años nosotros nunca nos hemos cortado solos y siempre hemos mantenido informada a la dirección de todas nuestras acciones e iniciativas. Hemos puesto el cuerpo como militantes de Política Obrera en la mayor rebelión popular de los últimos años en la provincia, y hemos sufrido consecuencias por ello: intentos de criminalización y, en el caso de Iván, su despido.


Advertimos que el proceso de luchas abierto hace 4 años no se cerró y que en las últimas semanas se registra un tenue pero creciente descontento entre los trabajadores estatales, expresado en varios paros en la docencia y una movilización provincial no solo de docentes sino de otros sectores el próximo miércoles 15 de junio a Rawson, en el marco de un paro de 72 horas de la docencia. La clase obrera chubutense precisa de nuestra intervención, por limitada en fuerza que ella sea (aunque remarcamos que hemos tenido influencia en asambleas docentes y de trabajadores de la salud con nuestras posiciones, y esto no es algo reciente, sino desde el momento mismo que ingresamos a la Tendencia). Nosotros venimos sacando declaraciones y dando discusiones en asambleas de acuerdo a nuestro programa. Este resurgir de las movilizaciones en Chubut se desarrolla mientras el conjunto de nuestro partido agita la convocatoria del Polo Obrero Tendencia a congresos abiertos en todo el país en junio y a un congreso abierto a todos los luchadores el 9 de julio en Buenos Aires. Como protagonistas del Chubutazo consideramos que tenemos mucho para decir en ese congreso abierto. Esta actitud infantil de dejarnos afuera de toda esta agitación no es solo una falta de respeto a nuestra militancia en particular sino que además imposibilita a todos los sectores obreros que participarán del congreso de un balance respecto de la rebelión popular chubutense, es decir, un examen crítico de sus fortalezas y debilidades. 


Exigimos una respuesta inmediata, una reunión con la dirección y además se nos vuelva a enviar los BI (y se nos envíen los que salieron tras el 9 de abril), los periódicos, se publique esta carta y la anterior en BI y se le dé a Iván la posibilidad de defensa ante toda la militancia, si es que se lo separó, como nos llegó por un rumor.

 

Círculo Trelew  

14/6/22

 

TERCERA CARTA DEL CIRCULO DE TRELEW, ESTA VEZ A LA CONFERENCIA DE POLÍTICA OBRERA

 

A la Conferencia Nacional de Política Obrera

 

Según nos enteramos por una charla que dio Jorge Altamira en La Matanza el 4 de noviembre, nuestra organización se dispone a realizar una Conferencia Nacional este fin de semana (https://www.facebook.com/PoliticaObrera/videos/526979212576347/). Desde el Primer Congreso de Política Obrera, la conducción del partido cortó relación de forma unilateral con nuestro círculo en Trelew sin dar ningún tipo de explicaciones. El compañero Iván se enteró por terceros, sin que nadie de la dirección se lo haya confirmado formalmente, que fue separado del partido. Desconocemos cuáles son los motivos y los argumentos para esta decisión que no compartimos porque no le brindaron derecho a defensa alguno. Pero más allá de eso, desconocemos por qué se cortó relación con el resto del círculo, separándolo de hecho de la militancia. Durante estos meses hemos enviado varias cartas a la dirección sin respuesta alguna, en la que manifestamos que las diferencias planteadas por Iván en los días previos al Congreso fueron a título personal, por lo que tampoco entendemos una sanción generalizada, en el caso de que ese fuera el motivo. Durante todos estos meses hemos seguido militando la construcción de Política Obrera en base a los artículos publicados en nuestro periódico y a discusiones políticas en el Círculo. Insistimos, en nuestro caso, no hemos escuchado argumento alguno para esta decisión sumaria. La decisión se dio a los pocos meses del despido del compañero Ivan del diario El Chubut como consecuencia de su militancia en el Chubutazo. Consideramos una falta de respeto a nuestra militancia y compromiso con la construcción del partido que durante 6 meses no se nos responda ninguna de las cartas enviadas. Llamamos a la Conferencia a que nos reincorporen formalmente a la militancia, a que quienes han sido sancionado tengan el derecho a defensa inmediata por los canales formales. Hasta el momento se ha escuchado una sola voz. Sin más, saludamos afectuosamente a los cientos de compañeros de todo el país de Política Obrera.

 

9/11/2022

Círculo Trelew

 

CUARTA CARTA DEL CÍRCULO TRELEW, ESTA VEZ AL SEGUNDO CONGRESO DE POLÍTICA OBRERA

 

Al Segundo Congreso Nacional de Política Obrera

 

Compañeros/as, escribimos desde Trelew porque hace un año que la dirección nacional de nuestro partido cortó unilateralmente y sin aviso toda relación con nosotros. Lo único que sabemos hasta el momento – y que no fue informado por ningún compañero de la dirección, por escrito ni de manera oral- es que el compañero Iván fue separado por opiniones personales que vertió públicamente en ocasión del anterior Congreso. En todo este tiempo no solo hemos seguido militando en nuestra zona sino que hemos enviado varias cartas a la dirección que nunca fueron respondidas. Nos hemos enterado de este Congreso leyendo nuestro periódico digital y por redes sociales. Esperamos hasta el día de hoy alguna comunicación con la esperanza de que ante la máxima autoridad de nuestro partido se aclare nuestra situación, pero, lamentablemente, eso no ocurrió. Desde ya, nos parece una enorme falta de respeto el destrato recibido durante todo este tiempo.

Exigimos que se nos dé una explicación de cuál es nuestra situación y que la dirección envíe todas nuestras cartas al conjunto de la militancia interna. Llamamos a que el Congreso tome posición en el asunto escuchando a todas las partes en cuestión. Abrazos fraternales.

 

2/4/23

Círculo de Trelew

 

 

 

 

 

 

jueves, 24 de agosto de 2023

Otro Congreso falopa de la ATECH: continúa la venta de humo proajuste

Mientras se profundiza el derrumbe monumental del salario docente, tras la devaluación del peso superior al 22% que realizó el gobierno de Massa luego de las elecciones, el cónclave impulsado por la lista LILA se reunió una vez más en el año para intentar disimular su participación activa en las políticas antiobreras nacionales y provinciales, esta vez anunciando un paro de 24 horas para recién el 4 de septiembre y otro de 48 horas a efectuarse de acá a un mes (sic): el 19 y 20 del mismo mes. Como si esto no fuera suficiente, pretenden reactivar la Mesa de Unidad Sindical, es decir un acuerdo de aparatos para contener el descontento de las bases.

 



Por Iván Marín

 

Esa junta pusilánime que administra los destinos de la ATECh (Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut) en concordancia con las políticas de ajuste de Arcioni y el tándem Massa-Fernández-Fernández, volvió a impulsar otro Congreso Extraordinario en este año de espalda a las bases con el objetivo de disimular su participación activa en un escenario reaccionario al bolsillo de los trabajadores de la educación. Eso rol traidor en relación a los intereses de sus supuestos representados es lo que explica que en el marco del incumplimiento del gobierno de Arcioni a lo acordado en paritarias a principios de julio, el no cobro del Fondo Compensador durante los últimos dos meses, un salario que se encuentra entre los más bajos del país en el sector, escuelas que se caen a pedazos y la devaluación que realizó Massa la semana pasada, se emita un comunicado insulso tras 12 horas de supuesta deliberación en la que solamente se anuncia dos paros aislados para dentro de dos semanas y un mes, respectivamente, y el intento por reflotar ese acuerdo de aparatos que fue la Mesa de Unidad Sindical (MUS), que no es otra cosa que la unidad de las burocracias sindicales contra los intereses de las bases.

 

Según medios oficiales de la propia ATECh, el congreso habría empezado en Sarmiento entre las 9 y las 10 de la mañana de ayer, y el comunicado con los resultados de la reunión circuló por los grupos de WhatsApp docentes alrededor de las 21 horas. La reunión se desarrolló bajo un cauteloso hermetismo, tal es el caso que la Regional Este del sindicato nunca comunicó a sus afiliados con que mandato fue al encuentro.

 

El día anterior la conducción LILA de la ATECh se retiró de la reunión paritaria con el gobierno alegando “ausencia de voluntad de este último para negociar el 7% que había ofrecido”. Lo que no explica esta conducción es por qué no hizo lo mismo en las anteriores reuniones si TODAS se desarrollaron con una tónica similar de parte del gobierno. Esta payasada oficio de excusa para intentar darle visibilidad al Congreso que se desarrolló al otro día, al que se llegó con la ausencia casi total de discusión en el conjunto del colectivo docente a nivel provincial, es decir, un congreso de espalda a sus supuestos representados. Esa paritaria, por otra parte, no fue otra cosa que un nuevo visto bueno de todas las conducciones sindicales, -inclusive de quienes se retiraron-, al incumplimiento gubernamental de… las paritarias, ya de por sí todas ellas muy por debajo de la inflación. Recordemos que según la Junta Interna de ATE-Indec la canasta familiar para Patagonia al 31 de julio se encontraba en 376 mil pesos, por lo que después de la devaluación de agosto esa cifra superó con facilidad los 400 mil pesos. En la actualidad los docentes de la provincia con hasta 15 años de antigüedad para llegar a 350 mil pesos deben recurrir al Fondo Compensador y trabajar en dos cargos (o 40 horas). Como se dijo, el Fondo no se cobra, por lo que en los hechos un docente ingresante con 40 horas cobra alrededor de 250 mil pesos, mientras que uno con la misma carga horaria y 15 años de antigüedad apenas llega a los 320 mil pesos. Estamos hablando de jornada completa, pero la mayoría de los docentes no tiene trabaja 40 horas, por lo que la miseria salarial es más alarmante aun. Sin dudas, hablamos de los peores sueldos del país en el sector.

 

El mismo relevamiento mencionado más arriba, informa que desde diciembre de 2019 hasta el 31 de julio se registró una inflación del 565%, mientras que en el período interanual la inflación acumulada llegó al 113,4%. En Chubut, la masa salarial docente en 2020 y 2021 se mantuvo congelada, en 2022 y 2023 viene perdiendo por goleada respecto a la inflación, más allá de que la conducción de la ATECh reivindique públicamente haberle torcido la mano al gobierno con planes de luchas en realidad inexistentes, pese a que en ambos años se desarrollaron varias jornadas de paro con alto acatamiento.


La LILA reivindicando lo "conseguido" en el año


Nada bueno para los trabajadores puede salir de estas reuniones comandadas por burócratas a sueldos del gobierno. Las bases docentes debemos levantarnos de manera independiente, es decir autoconvocarnos en defensa del salario y la educación pública contra las políticas de ajuste impulsadas por TODAS las fuerzas políticas patronales y las burocracias sindicales.

 

A continuación, el comunicado emitido anoche por estos traidores a sueldos del ajuste.

 

 

SE REALIZÓ EL CONGRESO EXTRAORDINARIO DE ATECH

 

El Congreso, con la participación de congresales de las seis regionales debatió durante toda la jornada sobre el balance de la lucha, la situación política y sindical que atravesamos como docentes, y las acciones para enfrentar los problemas generado por la inflación y el juste del gobierno.

 

Durante la apertura se hizo presente Estela Juárez, condenada por luchar. Con ella reiteramos el repudio a la Criminalización de la protesta y la exigencia de la absolución de Estela, Sntiago Goodman y Matías Schierloh.

 

En el análisis, que contó con numerosos aportes, se coincide en las dificultades y peligros para la educación pública y en la necesidad de promover la unidad hacia adentro del sindicato y con otros sectores y en que es necesario reafirmar enfáticamente la defensa de la escuela pública.

 

Entre las resoluciones se destacan:

 

- Movilizar un Campaña de Afiliación y Elección de Delegadas y Delegados.

 

- Convocar a que se conforme una Mesa de Unidad Sindical que permita unificar y fortalecer reclamos. Solicitar a las Centrales (CGT, CTA A y CTA T) que sean convocantes de la Mesa.

 

- Convocar a un nuevo Plenario de Delegadas y Delegados para el mes de septiembre.

 

- PARO por 24 hs el día  el día 4 de septiembre y de 48 hs los días 19 y 20 de septiembre.

 

EL CONGRESO APROBÓ ADEMÁS UNA DECLARACIÓN CONJUNTA.

Quedó constituida además la nueva Junta Electoral provincial.

lunes, 14 de agosto de 2023

¿Qué pasa con el Fondo Compensador docente en Chubut?

De un lado, el gobierno provincial anunció en junio que el Fondo se empezaría a cobrar por cargo. Del “otro”, la conducción de la ATECh de manera informal dice que es solo un importe por persona. Según declaraciones del ministro Grazzini, en julio todo docente hasta con 11 años de antigüedad y 40 horas debió percibir 330 mil pesos (165 mil por cargo). Lo cierto es que en los últimos dos meses nadie lo cobró. Desde el ministerio de Educación aducen extraoficialmente que se debe a un inconveniente de articulación con la misma cartera a nivel nacional. A esta situación se agrega la deuda parcial de lo acordado en la última paritaria. Estas graves irregularidades en vez de ser respondidas de forma colectiva y contundente, serán abordadas de manera aislada e individual con retenciones de servicios impulsadas por la conducción Lila del sindicato, a las que seguramente nadie se sumará. Informe especial con lo que nadie te cuenta del asunto.

 




Por Iván Marín

 

Los magros salarios docentes en Chubut llevaron a que por primera vez en muchísimos años se hiciera uso del Fondo Compensador impulsado desde Nación, por el cual el Ejecutivo nacional se hace cargo del importe que resta para que los trabajadores de la provincia lleguen al piso acordado con CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina). Hasta junio este piso -una verdadera miseria- se ubicaba en 130 mil pesos y lo cobraba todo agente que no llegase a ese importe con un cargo (o 20 horas). Por ejemplo, si un docente percibía 110 mil pesos de bolsillo, el Estado nacional aportaba los restantes 20 mil. Si el agente trabajaba menos de 20 horas, se le pagaba un proporcional. Todos aquellos trabajadores que cobraban más de 130 mil pesos no recibían nada del Fondo, que, dicho sea de paso, es en negro.

 

Según lo anunció el propio ministro de Educación, José María Grazzini, esta situación cambió en junio. A continuación, el pasaje de la entrevista que le brindó al programa radial “Mañana G” el 12 de junio último, que también puede escucharse en el enlace a YouTube que compartimos más abajo, a partir del minuto 11:50:

 

A partir de esto vamos a anunciar que en el mes de junio ningún docente de la provincia va a cobrar menos de 145 mil pesos por cargo. Este es un nuevo anuncio, te lo estoy anunciando en tu programa, que a partir de este mes de julio eso va a ser del Fondo Compensador, que hasta dos cargos e igual en su medida con la cantidad de horas equivalente a un cargo.

 

¿Esto para ustedes es un gran logro en relación a lo que se estaba percibiendo?

 

Sí. Nosotros veníamos con un garantizado de 130 pero eso unificaba dos cargos, si cobrabas dos cargos no podías cobrar el Fondo Compensador. Bueno, ahora esto va hacia dos cargos, como el FONID. Esto indica que un trabajador por cada cargo no va a cobrar menos de 145 mil pesos.

 

¿Esto va a ser comunicado a los gremios? ¿Les fue comunicado a los sindicatos?

 

Lo estoy anunciando en tu programa. Y a partir del mes de julio este monto va a subir a 165 mil pesos por cada cargo, o en horas el equivalente a un cargo y el proporcional según la cantidad de horas que tengan para arriba o para abajo.

 


Las declaraciones del ministro son clarísimas. Esto quiere decir que con el salario de junio ningún docente debió cobrar por cargo (20 horas cátedras) menos de 145 mil pesos. Y en caso de tener 40 horas, 290 mil. Quienes trabajen 10 horas, perciben un proporcional, quienes lo hacen 30 horas, por dar un ejemplo, tienen asegurado los 145 mil y deben cobrar un proporcional a las 10 horas restantes. En julio debiera ocurrir lo mismo pero con un piso de 165 mil pesos por cargo, es decir 330 mil para quienes tienen 40 horas. Nótese la sobreexplotación a la que está sumida la docencia en Chubut: aun trabajando 40 horas no llegaría a cubrir el costo de la canasta familiar, que rondaba los 360 mil pesos al 30 de junio.

 

Por el contrario, la conducción LILA de la ATECh (Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut), de manera informal comunicó en grupos de WhatsApp que sólo se percibe un fondo por persona, es decir que para julio lo cobrarían todos aquellos que no llegan a 165 mil pesos con 20 horas o más. Aducen para ello el siguiente punto de la última pacta paritaria: “La liquidación se hará por persona, con un límite de 2 (dos) cargos -asignaciones- y sólo podrá ser abonada a aquel docente cuyo ingreso sea inferior al salario testigo nacional”. En el punto que le sigue, se recalca: “Se utilizarán los criterios de proporcionalidades y equivalencias para la valorización del Fondo Nacional de Incentivo Docente y las vigentes en la jurisdicción, debiendo considerar para su cálculo todas las designaciones que posea cada docente”.

 

La conducción LILA de la ATECH NUNCA salió a denunciar las declaraciones del ministro de Educación, que se viralizaron a lo largo y ancho docencia en toda la provincia. Por lo que se desprenden dos conclusiones: 1) las dio por ciertas; o 2) ocultó deliberadamente la mentira del funcionario para no enardecer a las bases y apuntar al levantamiento de las medidas de fuerza antes del receso escolar.

 

Esta mañana desde Prosa Urgente nos hicimos presentes en el ministerio de Educación, allí desde la Mesa de Entradas -recordemos que está prohibido el ingreso al resto de la dependencia a personal no autorizado, es decir a los más de 16 mil docentes de la provincia-, informaron que nadie cobró los importes correspondientes a los meses de junio y julio del Fondo Compensador porque no han logrado articularse todos los datos desde la cartera provincial con el ministerio de Educación de Nación, aparentemente porque son muchos los agentes que deben percibir este aporte.

 

Hasta el momento la conducción de la ATECh no emitió ningún comunicado oficial sobre el tema informando a los miles de docentes la modalidad del cobro ni los motivos de su no percibimiento. A esta situación, se agrega el incumplimiento del gobierno provincial de lo acordado en la última acta paritaria respecto al aumento a básico (deben un 4% del irrisorio 10% sellado en esa reunión) y la falta de pago de la 5° hora, entre otros ítems. Ese marco se completa con al menos 10 escuelas en Trelew con problemas de calefacción en pleno invierno.

 

Esta situación catastrófica para el bolsillo de la docencia pretende ser afrontada por la conducción de la ATECh con una medida individual y aislada: una intrascendente jornada de retención de servicios el miércoles 16 de agosto por un par de horas, a la que con seguridad no se sumará ningún trabajador.

 

Se precisa de medidas contundentes para enfrentar estas políticas de ajuste compartidas por el gobierno de Arcioni en Chubut y el de los Fernández-Fernández-Massa a nivel nacional, en un complejo escenario -inflación galopante de por medio y disparada del dólar-, corrido a la derecha desde el punto de vista electoral -no así en lo social, pues se han transitado rebeliones populares y laborales en varias provincias en el curso del año. 

lunes, 31 de julio de 2023

El fantasma del Chubutazo en las urnas: un 40% de rechazo a los candidatos del régimen

El supuesto giro a la derecha de la sociedad chubutense tras la victoria de Ignacio Torres en las elecciones a gobernador, se topa contra los datos objetivos que lo desmienten: 179867 personas de un padrón de 474242 no se presentaron en las escuelas o sus votos fueron en blanco, nulos o impugnados. Lo que representa casi un 40% del total en comparación a los 116432 votos obtenidos por el candidato de Juntos Por el Cambio. Del otro lado, el Frente de Izquierda pese a obtener por primera vez una banca registró 1700 votos menos que en 2019, lo que implica que no fue advertido en las urnas como una fuerza que represente los intereses de los trabajadores, en una provincia en la que hace menos de 2 años se vivió la mayor rebelión popular de su historia. Como se observa, el escueto triunfo de un reaccionario de pura cepa no está exento de contradicciones y avizora un escenario convulsivo, incluso antes de su asunción.

 

Foto de Aníbal Aguaisol


Por Iván Marín

 

El recuento provisorio de votos arrojó un ajustado triunfo del candidato de Juntos por el Cambio, Ignacio Torres, por sobre el oficialista de Arriba Chubut, Juan Pablo Luque: poco más de 5 mil votos. Este sector también se quedó con los 16 diputados que corresponden a la mayoría, y el PJ obtuvo 7 bancas; los libertarios “Por la Libertad Independiente Chubutense”, 3 diputados y el Frente de Izquierda por primera vez tendrá un representante en la Legislatura provincial. Los comicios registraron el mayor ausentismo desde 1983 a esta parte: poco más del 30%. A lo que debe sumarse un 10% de votos en blanco, anulados, impugnados y recurridos en la categoría a gobernador y casi un 13% en la elección de diputados. De conjunto, alrededor de un 40% del padrón manifestó de una u otra forma su disconformidad contra los candidatos del régimen político.

 

La provincia viene de transitar más de 6 años muy convulsivos. Desde que Mariano Arcioni asumió el Ejecutivo, tras el fallecimiento del entonces gobernador Mario das Neves, las movilizaciones proliferaron a lo largo y ancho del extenso territorio, con cortes de rutas, ocupaciones de edificios públicos, huelgas duras y varios levantamientos populares en distintas localidades, con su pico máximo en la rebelión popular de diciembre de 2021 contra la zonificación minera bautizada por sus protagonistas como “Chubutazo”. Estas expresiones de lucha son la contracara de los intentos de todo el régimen político por instaurar la megaminería y llevar adelante una reforma reaccionaria en el Estado provincial. En ese contexto debe leerse el fenomenal endeudamiento del Estado -acompañado por todas las fuerzas políticas- por más de 650 millones de dólares con acreedores internacionales y 59 mil millones de pesos con el Tesoro Nacional. Es lo que explica el ajuste no sólo sobre la masa salarial de los empleados públicos sino sobre los servicios generales del Estado, en especial en educación, salud y obras públicas.

 

 

En Rawson, capital política del Chubutazo, el ausentismo rondó el 32% y los votos en blanco, anulados, impugnados y recurridos en la categoría a gobernador representaron el 22,47% del total, en tanto que en diputados el 29,37%. Esto significa que de 32558 electores habilitados, 15414 no lo hicieron por ninguna opción en la gobernación y lo mismo ocurrió con 16951 persona en diputados. Que alrededor del 50% del padrón decidiera no apoyar a ninguno de los candidatos del régimen, no puede sorprender en una ciudad donde gran parte de sus vecinos y, entre ellos, trabajadores de la pesca, se enfrentaron abiertamente en batallas durísimas contra las fuerzas represivas del Estado en al menos 3 de las 7 jornadas del Chubutazo de diciembre de 2021. Allí el Frente de Izquierda apenas llegó a un 3% de los votos.

 

¿Elección histórica del Frente de Izquierda?

 

Las exageradas expresiones de festejos en redes sociales de las fuerzas que componen el Frente de Izquierda ante una elección que consideran histórica ocultan que sacaron 1700 votos menos que en la misma elección de 2019. Ocurre que en aquella oportunidad el Partido Obrero (8728) y el MST (7373) fueron por separado y sumados llegaron 16101 votos; en cambio ayer alcanzaron 14401. Este notorio retroceso en una provincia que, como se dijo, se encuentra movilizada por infinidad de luchas en los últimos años, expresa que claramente el FITU no es vista como una alternativa para los trabajadores y el pueblo. Si se observa con atención, lo que en el espectro político se observa como “izquierda” hace aproximadamente una década y media que viene obteniendo los mismos guarismos, incluso mayores en varias oportunidades. Sucede que en anteriores ocasiones por un lado fueron divididas y, por el otro, algunas de ellas se integraron al Frente de Todos. A lo dicho con antelación respecto al gobierno, es probable que el alto ausentismo en general, y en Comodoro Rivadavia en particular -la principal ciudad industrial de la Patagonia sur- explique no sólo la derrota del PJ en la gobernación sino también por qué no obtuvieron más bancas en legislatura. En la ciudad petrolera el FITU hizo una elección flojita, de apenas un 3% de los votos. En Puerto Madryn, donde se supone que es más fuerte, conservó cifras de elecciones pasadas, de alrededor del 5%.

 

Sin dudas, la ciudad que posibilitó la banca obtenida por el Frente de Izquierda fue Trelew, en la que superó el 7% de los votos, aprovechando que el progresismo local -Partido Municipal por Trelew y lo que fue en su momento MAPU- no presentó candidato propio. Hay que señalar que en esta ciudad el FITU no tiene casi desarrollo militante ni mucho menos presentó algún candidato con reconocimiento entre los trabajadores. Y quienes encabezaron las distintas listas viven en otras ciudades.

 

Las elecciones generales en Chubut se inscriben en una tendencia nacional signada por la crisis del régimen político y falsas polarizaciones que no logran disimular la tendencia a la disgregación de las fuerzas políticas patronales. Ninguna salida al derrumbe de las condiciones de vida de las masas trabajadoras saldrá de los cuartos oscuros de la democracia burguesa. Solo la movilización en las calles, la deliberación democrática de un programa político en congresos obreros y la perspectiva de la huelga general abrirán el camino a una salida independiente de los bandos patronales. Las elecciones deben servir a las fuerzas políticas que se reivindican revolucionarias para colaborar a instalar esta discusión en el pueblo.

 

domingo, 23 de julio de 2023

Daniela Slipak: “En Montoneros había un horizonte del orden de la censura respecto de la diferencia”

Recién salido del horno, “Discutir Montoneros desde adentro”, el segundo libro de la entrevistada sobre el tema, no proporciona una lectura lineal respecto de cómo se procesaron las críticas al interior la organización. La autora complejiza el asunto y esgrime una visión de conjunto en el que involucra el rol jugado por las bases en torno a las discrepancias. El texto se enfoca en las disidencias colectivas, para lo cual aborda el derrotero de cuatro corrientes internas a partir numerosos testimonios de sus protagonistas.

 

Ilustración de Gastón Spur

Por Iván Marín

 

Lejos de una perspectiva moralista de tinte condenatorio, “Discutir Montoneros desde adentro” es un texto que pretende explicar la complejidad política en torno a cómo se vivieron las disidencias colectivas al interior de la fuerza guerrillera dirigida por Mario Firmenich. Es lo que explica que el libro de Daniela Slipak, recientemente salido a la venta por la editorial Siglo XXI, tenga como subtítulo: “Cómo se procesaron las críticas en una organización que exigía pasión y obediencia”. En la charla con Prosa Urgente la autora reconoce dos puntos fundamentales que fueron ejes de discrepancias en la organización: qué concepción se tenía acerca de lo que era el peronismo y la compleja relación entre la política y la estrategia guerrillera en una fuerza que, a su modo, se pretendía revolucionaria. “Hacer la revolución era una cuestión de orden bélico”, señala la entrevistada.

 


Con independencia de las interpretaciones que se pueda tener sobre el peronismo en general y de Montoneros en particular, la obra en cuestión ayuda a pensar la cuestión del disenso en las organizaciones, más allá de las que específicamente se decidieron por una estrategia guerrillera. Sin desconocer los distintos grados de responsabilidades, Slipak reconstruye estas discrepancias a partir de distintas fuentes: publicaciones partidarias de la época, libros escritos sobre el tema y, en especial, testimonios de los propios protagonistas. Todo esto le permite complejizar la lectura sobre la problemática y reflexionar en torno al rol de las propias bases, en este “horizonte de censura” de alguna manera naturalizado en la organización.


Como se dijo, este es el segundo libro sobre el tema de Slipak: en 2015 publicó en la misma editorial “Las revistas montoneras. Cómo la organización construyó su identidad a través de sus publicaciones”. A continuación, la entrevista -realizada el viernes 21 de julio- en dos formatos: el audio en YouTube y la desgrabación completa.

 


 

¿Por qué estudiar Montoneros? Tengo entendido que hace años que lo hacés, ya sacaste otro libro. ¿Cuándo comenzaste? ¿Cómo llegaste a la decisión de escribir este libro en particular?

 

Hace muchísimos años, trabajo más o menos desde 2007 sobre Montoneros. Podría poner la pregunta en relación a cierta reinstalación, digamos, de la década de los setenta en la agenda y en el debate público de lo que fue el ciclo kirchnerista a partir de las políticas de memoria y justicia que tuvo ese ciclo. Entonces, quizás una parte de la pregunta tiene que ver con ciertos desplazamientos memoriales que acompañaron ciertos pensamientos posteriores en las maneras de evocar esta experiencia de los setenta. Y después, bueno, soy socióloga y tengo un doctorado en Estudios Políticos y siempre me interesaron temas relativos a la violencia política, a los espacios revolucionarios. Y comencé indagando para mis tesis de maestría y de doctorado sobre Montoneros. Ambas tesis versaron sobre publicaciones periódicas partidarias de la organización, como sus revistas oficiales. Después de concluir esa investigación, y habiendo trabajado más que nada lo que fue la propuesta oficial en la construcción de la subjetividad revolucionaria, de la identidad revolucionaria, a través de estas revistas, me interesó abrir, restituir ciertas diferencias en torno a esta perspectiva más lineal que yo había tenido al principio tratando de buscar un poco los desacuerdos, las tensiones en relación a lo que era la línea oficial del espacio. Entonces, de ahí surge el interés por recorrer los desacuerdos, -hubo un montón de desacuerdos en toda la década de Montoneros pero yo construí un objeto de estudio sobre la base de los cuatro grupos disidentes que tuvo la organización a lo largo de esa década. Y ahí está el libro sobre discutir Montoneros.

 

Justamente sobre eso te quería consultar, porque no es que vos afrontás el libro tomando cualquier tipo de críticas internas en la organización, sino que te enfocás en las críticas colectivas, que se expresaron en estas cuatro corrientes internas. Para quienes no lo saben, se llamaban Columna José Sabino Navarro (1972-1975), Juventud Peronista Lealtad (1973-1974), Peronismo Montonero Auténtico (1979-1980) y Montoneros 17 de Octubre (1980-1982). ¿Qué singularidades o aspectos en común tienen las críticas de estas corrientes internas, si es que las tienen?

 

Primero habría que reponer que son cuatro grupos que surgieron en momentos muy distintos de la organización, en momentos en donde Montoneros tenía una estructura muy distinta a su interior. En momentos donde también el vínculo de Montoneros con otros actores de la coyuntura era muy distinto. Porque los cuatro grupos que mencionaste son más o menos los primeros del ´72-´73 y después ´73-´74 y los dos últimos son del ´79 y ´80. Entonces, estamos hablando de momentos de la estructura de la organización, de la situación de los militantes al interior de esa organización y momentos muy distintos del vínculo de Montoneros con otros actores y también del panorama nacional. Hay que recordar que esos diez años, además en una década muy efervescente, muy intensa, recorrieron distintos tipos de gobiernos. Ahí incluye el último peronismo, antes las dictaduras militares del período anterior a la apertura electoral del ´73, y después lo que fue el terrorismo estatal. Entonces, cada uno de estos grupos surgió en momentos muy diferentes y tuvo estructuras, a su vez, muy diferentes. Algunos fueron muchos más articulados y centralizados, con bastante trabajo político territorial, digamos, o fabril. Otros grupos más desarticulados. Y después una cantidad de militantes completamente distinta porque los dos últimos grupos responden a un momento de desarticulación de la organización, en el marco también de la detención-desaparición o asesinatos de muchos de sus militantes. Entonces, a pesar de todas estas divergencias, que son muchas, igual de alguna manera yo en el libro coso determinadas discusiones que tienen cierta continuidad y que tienen que ver con, te diría fundamentalmente, cómo articular la violencia con la política. Digamos, discusiones sobre cuál era la violencia revolucionaria, o sea la violencia legítima, cómo se articulaba con el resto de las actividades. Y después muchas discusiones también sobre el segundo punto, te diría, qué era el peronismo, que es la tradición donde se inscribía Montoneros, Y después algunas discusiones sobre cómo deberían ser los militantes, digamos, cuáles eran las exigencias de esos militantes y si debían ser tan heroicos y sacrificiales como lo planteaba el oficialismo de la organización, por decirlo de alguna manera. Y ciertas incomodidades sobre eso, sobre cuáles son las características de los militantes, cuáles eran los mandatos para esos militantes. Pero estas últimas son las menos. Fundamentalmente, creo que la continuidad tiene que ver qué tipos de violencias y de políticas requería la revolución y en segundo lugar cómo interpretar al peronismo.

 

Un aspecto importante de la investigación que, visto desde la actualidad, puede llegar a sorprender es que el término “disidencia” para caracterizar posiciones críticas a la línea oficial casi no se usó durante la existencia de la organización. Destacás que eso es posterior, es decir a mediados de los años 80, si mal no recuerdo. ¿A qué pensás que se debió? ¿Esto fue algo particular de Montoneros o incluyó a otras organizaciones?

 

Efectivamente, el término literal, digamos, lo encontré más que nada en los últimos documentos. O sea, algo del orden de las últimas discusiones que rondaron en torno a la última operación político-militar de la organización, que fue la contraofensiva. Digamos, ahí apareció alguna que otra vez “disidencia”, pero me parece que tiene que ver con cierta matriz propia de la subjetividad revolucionaria y cómo concibe o cómo enfrenta algo del orden de los desacuerdos. Y en muchos, si bien no en todos, pero en términos normativos, digamos, a través de podríamos decir reglas informales y también formales, se tendía a ignorar o clausurar el espacio a diferencia. Y cuando a veces aparecía, aparecía catalogada bajo la idea de traición, de alguna especie de traición al horizonte revolucionario, a efectivamente cómo debía hacerse la revolución. Entonces, la nominación no pasa tanto por quizás ese, que para nosotros muchísimos años después nos es más común ¿no?, interpretar en términos de hay o no disidencias, pero en buena medida por esa matriz que recogía ciertas tradiciones revolucionarias y que recogía también cierta estructura disciplinaria que venía de alguna matriz, por una parte del peronismo en términos de lealtad y traición, digamos, y por otra parte algo del orden del imaginario militar porque también hacer la revolución era una cuestión de orden bélico, entonces por todas esas cuestiones no siempre, no quisiera exagerar, pero había un horizonte del orden de la censura respecto de la diferencia y su nominación bajo la idea de traición, que tenía que ver también con de alguna manera lo que era el trabajo político revolucionario, la seguridad que requería ese trabajo político revolucionario y esa acción en donde estaba mal vista la idea de debatir porque había que pasar a la práctica y había que cuidar el espacio, sobre todo en situaciones, por ejemplo, de clandestinidad.

 

A lo largo del libro me dio la impresión de que hay un intento permanente de tomar distancia del objeto de estudio. Por ejemplo, cuando analizás las críticas de la Juventud Peronista Lealtad y que fueron catalogados por la conducción montonera como una ruptura por derecha, vos medio que te alejás de esa designación e inmediatamente describís esas objeciones y queda claro era una ruptura por derecha, por lo menos visto a la distancia. ¿Cómo manejaste esa tensión entre la necesidad de tomar cierta distancia del objeto de estudio y las conclusiones a las que ibas arribando como investigadora, en el marco de que es tema que obviamente no te es ajeno y que supongo ya venías con ciertos posicionamientos por el hecho de venir investigándolo?

 

Diría que esa es una pregunta muy pertinente para todo investigador e investigadora. Digamos, cómo construir un objeto de estudio, cómo posicionarse frente a un objeto de estudio. Y te podría decir que cualquier investigador o investigadora, yo incluida, tiene siempre una posición política porque no existe esa neutralidad pero efectivamente aquella persona que investiga necesita cierta distancia, que puede pasar por un montón de dimensiones esa distancia, pero que en definitiva también reconoce que los investigadores e investigadoras también estamos investigando sobre una época o un espacio, que puede ser la actividad también, del cual no somos protagonistas. Entonces, para mí de alguna manera efectivamente yo lo que hago en el libro es tratar de tomar distancia para no reproducir, podríamos decir, la perspectiva oficial de Montoneros pero tampoco reproducir y apegarme a la perspectiva disidente. Entonces, lo que hago con herramientas propias de mi profesión, que son los Estudios Políticos, tratar desde cierta distancia en la medida en que no fui protagonista de esos acontecimientos, sino que simplemente los analizo, identificar analíticamente cuáles fueron las dimensiones de esa subjetividad revolucionaria que a mí me interesa. Entonces, si se quiere, yo no reproduzco la perspectiva de los actores, -eso intento-, sino más bien analizo sus discusiones para tratar de identificar cuál fue el lenguaje revolucionario, cuáles fueron las características de la subjetividad revolucionaria, cuáles fueron los temas importantes a discutir, qué significaba para uno u otro sector hacer una revolución, cuándo era legítima la violencia, qué significaba para todos esos actores la política porque no siempre la política significa lo mismo para cada actor político que interviene. Entonces, de alguna manera, si bien yo no estoy exenta de adscripciones políticas, cuando hago mi trabajo de investigadora trato de tomar una distancia, diría, epistemológica que me permita analizar la coyuntura sin reproducir ninguna de las voces que forman parte de esa coyuntura.

 

Justamente, con relación a eso, si bien a lo largo de todo el libro ponés énfasis en cómo fueron planteadas las críticas y, sobre todo, en el modo en que fueron recibidas y/o clausuradas por la conducción de la organización, no lo hacés desde una perspectiva lineal, es decir no trazás por ahí una división tajante respecto de la responsabilidad de las bases en este aspecto, en el sentido de que cierta disciplina estaba encarnada en toda la organización. ¿Esto se debió a la propia lógica interna de una organización armada o pensás que hubo otros factores que influyeron?

 

Varias cosas forman parte de la respuesta. Primero, quizás en este ejercicio de tomar distancia habría que decir que la idea de que había una cúpula autoritaria, más allá de si es cierto o no, pero la idea de que los problemas tienen que ver con una cúpula autoritaria es un argumento disidente. Digamos, es un argumento que los propios actores en su momento sostuvieron para de alguna manera explicar los sinsabores de lo que estaba siendo la experiencia y a la vez tratar de relanzar la promesa revolucionaria. Sin embargo, digamos, en mi investigación en los testimonios que pude recabar y que generosamente exmilitantes me dieron observé que la cuestión de la disciplina y de la norma era probablemente más compleja que esta idea militante disidente. Entonces, esto no es sólo una especificidad, me parece, de una organización revolucionaria armada sino mucho más general, que es que la norma se reproduce a lo largo y a lo ancho de los espacios. No es sólo que de alguna manera existen dirigentes que, por decir, sujetan al resto de los militantes a una norma contra su voluntad sino que muchas veces las cosas son mucho más complejas y densas y somos los mismos actores los que quizás nos quejamos de la disciplina y al mismo tiempo la reproducimos con otros pares, con otros subordinados, en el caso de esta organización. Entonces, efectivamente me parece que era interesante restituir, digamos, en todo caso que la idea de los problemas de la cúpula vinculados al autoritarismo es fundamentalmente un argumento político que intervino en esa coyuntura y que fue parte de las explicaciones de los disidentes para separarse, pero al mismo tiempo a la distancia trabajar que la reproducción de la norma fue un poco más compleja que esa idea de que existe por un lado los dirigentes y por otro lado la base militante, sino que la norma y la disciplina se reproducía a lo largo y ancho en diferentes direcciones. Obviamente, con distintos grados de responsabilidades. Pero en una trama donde también los militantes convalidaban.

 

Porque sino no se explica por qué ninguna de esas fracciones no se pudo imponer también, ¿no?

 

Yo diría, ver así las cosas también explica efectivamente qué pasó en esas experiencias alternativas políticas que, como vos dijiste al principio, me interesó ver no tanto las disidencias individuales, sino ver cuándo -probablemente me interesé por un inconveniente de mi propia profesión, esa voz disidente se convirtió en un espacio colectivo. De hecho, algunos de los testimoniantes después, -pasados los años, con el diario del lunes-, me comentaron que efectivamente sintieron que en ese espacio alternativo se reprodujeron los mismos problemas del espacio inicial. Entonces, efectivamente me parece que un acercamiento más denso de cómo se articuló esa subjetividad revolucionaria, cómo se pensó la revolución, la violencia y la política, ayuda a la comprensión desde mi perspectiva mucho más que determinadas figuras más simples que fueron políticas y fundamentales para la militancia pero me parece que desde lejos, con cierta distancia epistemológica necesaria para la investigación, se ven más complejas.

 

En varios pasajes del texto remarcás, reproduciendo los testimonios que lograste conseguir, la prohibición de las relaciones horizontales en la organización, que obviamente supongo que por su lógica militar ¿A qué se debió esto y si siempre fue igual a lo largo de toda la historia de Montoneros?

 

Antes de los cambios diacrónicos quizás habría que restituir ciertas diferencias sincrónicas, en el sentido de que en los espacios legales evidentemente podríamos decir existían vínculos mucho más horizontales que en los espacios clandestinos. Y eso tiene que ver con un montón de aspectos, pero entre otros, lo que vos mencionaste recién, que es que los cuadros militares el tipo de estructuración, el tipo de trama que articulan esos cuadros militares, que configuran un espacio de tipo clandestino, que desarrollan actividades ilegales, digamos, vinculadas a las intervenciones armadas, y que están estructurados en buena medida con cierta lógica militar; eso hace que las relaciones horizontales sean mucho más problemáticas en este tipo de tramas vincular que en tramas de trabajo político territorial, legal, etcétera. Entonces, primero habría que hacer una distinción más bien sincrónica entre de qué tipo de circuitos de militantes estamos hablando. Y después, efectivamente si bien de alguna manera esa propia lógica militar que tenía que ver, entre otras razones, como dije hace un rato, hacer la revolución también suponía la estrategia bélica, digamos, esta lógica mucho más vertical en donde los vínculos horizontales eran un problema, se intensifica, se endurece, se rigidiza, aunque si bien ya existía en los inicios, se va rigidizando y endureciendo conforme empeoran las condición de la organización en la coyuntura y conforme se intensifica la represión legal e ilegal, y luego sucede el salto cualitativo del terrorismo estatal. Entonces, en esas condiciones de persecución en donde hay todo el tiempo problemas en torno a la seguridad del espacio y la clandestinidad del espacio, bueno, eso hace que la lógica punitivista mucho más verticalista se vaya endureciendo de alguna manera. Y además, esa es una deriva que acompaña un desánimo y una desazón que es en torno la lógica de Montoneros y en torno la revolución que se estaba queriendo construir, va sintiendo buena parte de los militantes que ven detenidos-desaparecidos, en sus términos caídos, o asesinados, a compañeros (parece decir “que tenían al lado.”). Entonces, podríamos decir que toda la estructura hace que ese desánimo y ese riesgo cada vez mayor, en vez de habilitar a una discusión más amplia sobre el rumbo de la revolución, se resuelve con la clausura de esa discusión y con castigos más o menos informales, más o menos duros, pero con castigos a los desacuerdos sobre el rumbo de la revolución.

 

El libro contiene muchos testimonios, algunos de los cuales no aparecen con sus nombres verdaderos. ¿Se puede saber, sin entrar en detalles, a qué se debe?

 

Es una cuestión de profesión de investigadora. Yo doy la opción a los entrevistados y entrevistadas de ir con su nombre o pseudónimo. Y eso lo dije al momento de hacer la entrevista y después antes de que saliera publicado el libro hice otra ronda para saber si efectivamente mantenían esa decisión. Entonces, hubo respuestas diversas. Y luego sucedió que hay algunos en situaciones donde me pasó que me habían dicho que sí, no tenían problema en aparecer con su nombre pero después lamentablemente murieron en el transcurso desde que inicié la investigación hasta que publiqué el libro. En esos casos, como no tuve la confirmación, me pareció ético resguardar su nombre porque no pude confirmar su disposición a que aparecieran sus nombres.

 

Me llamó la atención porque ya pasaron 40 años.

 

Hay algunos que todavía prefieren ir con pseudónimos, de todas maneras. Y hay otros que como fallecieron me pareció que era lo que tenía que hacer. Pero tiene que ver con la ética sobre qué significa investigar y los derechos de los entrevistados, qué es lo que quieren hacer con sus testimonios.

 

En el capítulo dedicado a la fracción Peronismo Montonero Auténtico, mencionás a Patricia Bullrich, actual precandidata a presidenta en Juntos por el Cambio. ¿Pensaste en algún momento en entrevistarla?

 

No. Cuando inicié la investigación creo que intenté, digamos, hay muchos protagonistas de esos años que prefieren no dar testimonio y también me parece que es parte de sus derechos a hablar o no sobre su pasado, cada uno gestiona como quiere o puede su pasado. Lo que hice en el caso de Patricia es ver y escuchar entrevistas que ella había dado a otros archivos institucionales, en particular de la Facultad de Ciencia Sociales. Pero de todas maneras te diría que en términos de la pertinencia en la investigación Patricia Bullrich sí aparece efectivamente conformando parte de esa, es la tercera disidencia que yo analizo, el tercer grupo disidente, que es el liderado fundamentalmente por Rodolfo Galimberti; ella tuvo un papel secundario, podríamos decir. No tenía protagonismo ni tenía mucha importancia en la configuración de ese grupo, entonces tampoco era del todo relevante, y reconstruí por otros testimonios, y fundamentalmente es una disidencia para la cual utilicé muchos documentos, comunicados y publicaciones que después saca esa disidencia, que había una revista que se llamaba “Jotapé”, y en sus primeros años es lanzada por esta disidencia.

 

Para cerrar, ¿qué libros nos podés recomendar sobre la época?

 

El primero que diría fundamental también sobre la experiencia de Montoneros es el de Hernán Confino sobre la contraofensiva (“La contraofensiva: el final de Montoneros”), pero que restituye también algo de lo que es todo el derrotero de Montoneros aunque enfatiza sobre la contraofensiva. Están los trabajos más clásicos sobre Montoneros, muchos de ellos cuestionados, por ejemplo de Gillespie (Richard) que es uno de los fundamentales. Después hay un trabajo importante de Lucas Lanusse sobre los momentos originarios. Pero luego si tuviera que recomendar un libro interesante, y que para mí fue también fundamental, de la época, más que nada de los primeros años y más en términos generales, no sólo de Montoneros, es el de Marina Franco “Un enemigo para la nación”, que ayuda a comprender  de alguna manera cómo fue posible la instalación del horror del terrorismo estatal desde el ´76.