miércoles, 26 de septiembre de 2018

Paro nacional: dos marchas y dos actos distintos en Trelew


Con ausencia casi total de sindicatos del ámbito privado, la movilización se redujo a sectores estatales, cuya concurrencia fue menos de la esperada y dividida en dos fracciones con discursos similares. En ambos casos no se planteó ningún plan de lucha para enfrentar el ajuste en la provincia.





Por Iván Marín


La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó los índices de desocupación del país para el segundo trimestre del año, arrojando un 9,6% en todo el territorio nacional, ubicando al aglomerado urbano Trelew-Rawson en el segundo lugar, con el 11,7%, por detrás de del conurbano bonaerense donde la cifra trepa al 12,4%. Además, la subocupación llegó al 6,3% en las ciudades valletanas. Según un artículo del periodista Marcelo García, para El Extremo Sur, esto implicaría que hay al menos 8 mil personas desempleadas y otras 4 mil con subocupación en las ciudades mencionadas. A ello a hay que agregarle un 24,3% de trabajo en negro.


En ese marco, al que se le suma el descalabro de la economía a nivel nacional de las últimas semanas, se desarrolló la convocatoria a marchar por las calles de Trelew como parte de las acciones del paro nacional. Pese a que la mayoría de los despidos se produjeron en el sector privado, los sindicatos de ese ámbito brillaron por su ausencia. Alfredo Béliz ya había anunciado que el Sindicato de Empleados de Comercio dejaría en libertad de acción a sus afiliados. Una canallada, más si se tiene en cuenta que es uno de los principales afectados con el ajuste, con más de 700 despidos en lo que va del año e índices altísimos de distintas formas de precarización en la zona. Los sindicatos textiles tampoco pararon ni marcharon, siendo que se está terminando de desmantelar el parque industrial textil. La CGT del Valle decidió marchar en Puerto Madryn, y en Trelew solo envió a un representante. La UTA y bancarios pararon pero sin movilizar, y Camioneros lo hizo en Comodoro Rivadavia.


A ese enorme límite que le infiere a la resistencia a las políticas de ajustes de Mauricio Macri a nivel nacional y Mariano Arcioni en el provincial, la tibieza de la CGT del Valle Inferior del Río Chubut, que, dicho sea de paso, no paró nunca en estos casi 3 años de nueva gestión provincial, se le sumó las divisiones en los sindicatos estatales, especialmente en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). La alicaída y moribunda Mesa de Unidad Sindical (MUS) convocó a concentrar a las 11 horas en la Peatonal Luis Gazín, sin embargo sus dos principales fuerzas decidieron hacerlo, sin previo aviso, en las puertas del exministerio de Trabajo de Nación, a dos cuadras del lugar original. El resto de los gremios lo hicieron en el lugar prestablecido, pero cuando vieron que la fracción conducida por el delegado normalizador de ATE, Guillermo Quiroga, y la de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECh), no llegaban, los ánimos comenzaron a alterarse, hasta que finalmente se decidió, sin consultar a las bases por ninguna de las partes, que habría dos marchas. Una, encabezada por Edgardo Hompanera, secretario General de ATE, y movimientos sociales, movilizaría por 9 de Julio; mientras que la otra, más chica numéricamente, lo haría por avenida Fontana hacia donde se encontraba una nutrida delegación de ATE, acompañada por un número ínfimo de docentes de ATECh. Podés ver esta últimamovilización acá.






Acto uno

Prosa Urgente transmitió en vivo los dos actos de las dos fracciones de sindicatos y organizaciones sociales. El que se desarrolló en las puertas de la secretaría de Trabajo de Nación fue dirigido por el sector de Santiago Goodman de ATECh y Quiroga, una de las fracciones de ATE (movilizaron a Trelew también desde Rawson y Puerto Madryn). No hubo oradoras mujeres, aunque condujo la actividad Claudia Barrionuevo, secretaria General de la CTA Autónoma.


El primero en tomar la palabra fue Gonzalo Pérez Álvarez, secretario General de la Asociación de Docentes Universitarios (ADU), quien comenzó haciendo referencia al ajuste del gobierno de Macri, advirtiendo que “o cambia su política o se va”.  Luego se detuvo a las divisiones que ocasionaron que se produjeran dos marchas y dos actos por separado: “Quizá en momentos como este se expresa tanta gente queriendo cambiar las cosas que a veces se hace difícil coordinar, pero esa falta de coordinación no expresa que no tengamos claro cuál es nuestro enemigo. Expresa que a veces hay tantas de ganar de luchar, de derrotarlo, de marchar, de demostrar nuestra indignación, que queremos salir a derrotar a este gobierno de usurpadores (…) Vamos a derrotarlo con la lucha popular”. Un discurso llamativamente contemporizador, de mínima ingenuo, y minimizando el enorme límite que implica para la organización de la clase trabajadora las divisiones en la misma.


Luego le tocó el turno a Lisandro Lertora de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular. Fue el único discurso de los dos actos que planteó abiertamente que “no hay que esperar hasta el 2019, hay que salir a la calle, tenemos que empezar a construir la unidad necesaria para hacer piquetes en todas las rutas del país y una huelga general para que el gobierno se vaya”. Aunque, a diferencia de su antecesor, no se detuvo en el hecho de que se llegó dividido a la movilización y a los actos.


Por su parte, Walter Quelín en representación de estudiantes universitarios, dijo entre otras cosas: “Venimos sufriendo todos los recortes habidos y por haber en la educación. Si hay que luchar los estudiantes no vamos a estar afuera, vamos a poner el cuerpo en las calles y en las rutas”.


El hecho más significativo del acto que estamos describiendo, y que lo diferenció cualitativamente del que se desarrolló más tarde, fue la lectura de un comunicado de la familia de Daniel Ruiz, el dirigente petrolero de Comodoro Rivadavia y referente del PSTU, quien fuera detenido pocos días atrás en el marco de la persecución del gobierno de Macri por la represión que producida en Capital Federal el 18 de diciembre cuando se aprobó en el Congreso el robo a los jubilados.


Santiago Goodman, en representación de ATECh y de la CTA de los Trabajadores, manifestó que “tenemos que estar atentos, los diputados y senadores de nuestra provincia tienen que tener en claro que a ese presupuesto de ajuste que el FMI le quiere imponer le tienen que decir que no. Y van a tener que dar la cara, en especial el diputado Menna. (…) No queremos el ajuste del FMI, no queremos el presupuesto y vamos a estar todos juntos en la calle luchando”. Si bien fue, por lejos, el discurso más político, no profundizó en ningún plan de lucha, sino más bien estuvo a tónica con la política del kirchnerismo y el PJ en todo el país de prepararse para las elecciones del año próximo.


Cerró Guillermo Quiroga: “A casi 3 años de un gobierno de pocos que pretende seguir con la política de los de siempre y que pretende llevarse puesto a la gran mayoría, hoy podemos decir y gritas a los 4 vientos que podrán insistir con llevarse nuestros derechos, pero no la dignidad”. Y agregó: “También un mensaje al gobierno provincial que queremos paritarias libres y sin techo, convenio colectivo de trabajo para todos, que se derogue de una vez por todas el decreto 1987, y el pase a planta de los trabajadores, y si eso no ocurriera nos tendrán en la calle, ocupando edificios públicos, cortando las rutas de la provincia”. Al igual que en los anteriores casos, no se hizo referencia a ningún plan de lucha. Luego se marchó por las calles de la ciudad. Podés ver la movilización en este link





Acto 2

Aproximadamente cuarenta minutos más tarde, en la intersección de 9 de Julio y Fontana, se llevó a cabo el otro acto. Abrió Mauricio Andrés Más, referente provincial del Movimiento Evita, denunciando al “modelo de hambre que nos ha impuesto el gobierno nacional y el FMI”. E hizo referencia a que “la jornada de lucha empezó ayer peleando en el Puente Pueyrredón para que nos dejen pasar al acto de la CTA”. Cerró con un: “¡Viva la patria, carajo!”.


Luego tomó el megáfono Claudia Marillán, dirigente de Barrio de Pie, la única mujer oradora en ambos actos, para manifestar que “hoy en Trelew podríamos haber protagonizado un hecho histórico pero otros dirigentes por egos personales tratan de desviar la situación. Pero no importa, acá estamos en la lucha”. Agregó que “el enemigo es Macri, las políticas del FMI, que han traído desocupación y hambre a la provincia del Chubut” y que a “este gobierno lo vamos a destituir, pero en las urnas, en el 2019”.


El abogado Eduardo Hualpa, en representación del Partido Municipal por Trelew, dijo que cree que “lo que está pasando en la Argentina es el resultado de la acción y omisión política. Hay quienes están haciendo un gran negocio que no son los del pueblo, pero hay otros que están durmiendo no están dando la pelea que tienen que dar”.


Carlos Sepúlveda, secretario General del SISAP, destacó que hay una “gran gesta histórica del movimiento obrero que se empieza a recuperar, que está comenzando a generar una sola línea de vanguardia, que tiene que ser la de lucha. Debemos ser capaces todos los trabajadores de pulir asperezas, dejar de mirarse el ombligo, que nos lleve a generar una solo frente para poder contrarrestar estas políticas del gobierno nacional en contra de los trabajadores y el pueblo”.


Denis Azocar, en representación de la CGT del Valle, dijo que le parece “acá tenemos que llamar al movimiento obrero, a las organizaciones sociales a dar un combate en la calle. No puede ser que Trelew sigamos como ciudad con más desocupación”.


El último en tomar la palabra fue Edgardo Hompanera, secretario General de ATE Chubut. Entre otras cosas, dijo que “hay una realidad que es inevitable, que es la que estamos viviendo cada uno de nosotros. No es un dato menor que en Trelew se haga esta movilización, es la ciudad con mayor índice de desocupación”. Y agregó que “por eso nosotros, cada uno de los ciudadanos, tenemos que darle un mensaje contundente al gobierno de la provincia y a sus representantes a nivel nacional: No se puede aprobar el presupuesto del 2019, que no incluya a la gente adentro”. También hizo referencia a las elecciones de 2.019.


Algunas conclusiones


Queda claro que, luego de lo dicho en el primer acto (quepodés ver acá) y en el siguiente (míralo acá), las conducciones sindicales en Chubut en general, y en Trelew en particular, redujeron la jornada nacional de lucha a un combate de aparatos, dividiendo al conjunto de la clase trabajadora. Los privados no movilizaron. Los discursos no fueron muy disímiles. En ningún caso se planteó la necesidad de un plan de lucha para derrotar el ajuste de Mauricio Macri y Mariano Arcioni este año y con la movilización, no en las urnas en el lejano 2.019.





Una de las diferencias entre ambos actos, -no demasiado notoria, por cierto-, fue que en el segundo casi no hubo críticas al gobierno provincial de Arcioni. Mientras el ajuste se profundiza sobre la clase trabajadora, en nuestra provincia se acompaña con una vigorosa y cada vez más acentuada política de criminalización de la protesta social, que se cuentan de a decenas en todo el territorio. Justamente ayer le llegó una notificación a Mirta Simone, dirigente de ATE, del sector conducido por Quiroga, de quien además es compañera de vida. Estas rencillas entre las conducciones son un importante obstáculo para la organización de las y los trabajadoras/es para enfrentar las políticas patronales.


A diferencia de lo que ocurrió en otros puntos de la provincia como Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia o Esquel, lamentablemente, la izquierda clasista no jugó ningún papel ayer, ni siquiera volanteando alguna perspectiva alternativa a las hegemónicas, ni mucho menos tomando la palabra en los actos.