Tras la contundente movilización contra el fascismo del último fin de semana, Patricia Bullrich y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, se despacharon con declaraciones embusteras, racistas y clasistas contra el referente de la RAM acusándolo de los incendios en Patagonia, cuya principal responsabilidad es del Estado y de los intereses capitalistas en la región. Mientras todo esto ocurre, se anunció un homenaje de neto corte fascistoide por el 50° aniversario del Operativo Independencia en Tucumán, preludio de la última dictadura militar.
Por Iván Marín
Durante la jornada de ayer, ese tándem reaccionario en el que
anidan elementos fascistas que componen el PRO y La Libertad Avanza, en la
figura de dos funcionarios públicos, uno del Estado nacional como lo es la ministra
de Seguridad Patricia Bullrich, y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres
(Juntos por el Cambio), amenazaron al referente mapuche Facundo Jones Huala con
su detención, tras declaraciones que hizo en el marco de la presentación de un
libro de poesía de su autoría, “Antipoesía incendiaria”. La amenaza, en
realidad, es un anticipo de su enésima detención política, y debe ser repudiada
sin tutía.
La ministra encabezó un tuit con las siguientes
afirmaciones, algunas de ellas falsas: “La semana pasada lo dejaron suelto
después de intentar robar autos. Ahora, Jones Huala reivindica la lucha armada
y los atentados cometidos contra particulares, así como los incendios que
destruyeron propiedades y le costaron la vida a un ciudadano en la zona de El
Bolsón y Epuyén”. Es falso que Jones Huala fuera
detenido por intentar robar autos, sino que se lo detuvo sencillamente por ser
Jones Huala. No hubo ningún intento de robo. Por otra parte, el lonko no
reivindicó los incendios que se desarrollan en cordillera: todo lo contrario,
los repudió y denunció como funcionales a los intereses de los grandes
terratenientes y capitalistas, a los que Bullrich defiende.
La ministra cerró la amenaza con los siguientes anuncios: “1)
Declararemos a la RAM como organización terrorista e inscribiremos a este grupo
en el Registro de Organizaciones Terroristas y 2) Presentaremos una denuncia
penal contra Facundo Jones Huala como jefe de esta organización, por incitación
directa y llamado explícito a la lucha armada. En la Argentina del Presidente @JMilei
no hay lugar para la violencia ni para los criminales ni para los terroristas. Ustedes
lo saben: con nosotros, el que las hace, las paga”.
Con la verborragia reaccionaria que lo caracteriza, Torres
se expresó en un sentido similar: “Acá podemos ver a Jones Huala mostrándose
como lo que realmente es: un delincuente, un chanta y un terrorista. Un
miserable con delirios revolucionarios de café. Un delirante que no representa
ninguna causa justa, y encima llama al levantamiento en armas, desconociendo al
Estado Argentino y reivindicando atentados que se cobraron ya una vida, y que
provocaron que más de 170 familias de nuestra Cordillera lo perdieran todo”.
¿Qué dijo realmente Jones Huala?
Transcribiremos el pasaje en cuestión, cuya filmación
completa puede verse acá:
“Yo particularmente como miembro de una organización político-militar
reivindico los atentados incendiarios y los sabotajes a la infraestructura del
sistema capitalista de las transnacionales, de los terratenientes. Pero
nosotros jamás hemos atacado nuestro entorno ni a las personas. Es decir, todas
estas mentiras que dicen que andamos prendiendo fuego bosques o que dañamos
donde nosotros vivimos, donde viven nuestra gente, donde viven nuestras
comunidades, eso es una mentira. Jamás lo hemos hecho ni lo haríamos. No tiene
ningún sentido, los perjudicados somos nosotros. En esas zonas, independiente
de todo, no sé cuántas comunidades ya han sido arrasadas por el fuego. Por el
fuego del huinca, porque en ese lugar hay que recordar que tiene intereses Lewis,
ahí está la Pampa de Ludden, que en ese lugar hace muchos años que quieren
lotear y necesitaban hacer estas forreadas para hacer negocios como hacen
siempre. Entonces, nosotros no tenemos nada que ver con ese tipo de atentados
incendiarios del enemigo hacia el pueblo no solamente mapuche, sino hacia el
pueblo pobre porque hay un montón de gente laburante ahí que está pagando las
consecuencias que no es solamente mapuche”.
Los servicios de inteligencia, la Resistencia Ancestral
Mapuche y el “wokismo”
Mientras escribimos este artículo, nos enteramos que la zona
de El Pedrogoso, entre El Hoyo y Epuyén, amaneció con al menos 4 nuevos focos ígneos
intencionales. Vecinos de la zona presienten que quieren “desatar una guerra”.
A esta altura del partido, queda claro que la acusación contra los mapuche en
general, y la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en particular, con Jones
Huala a la cabeza, es una maniobra distraccionista para no enfocarse en los
verdaderos responsables: en primer lugar el Estado y, luego, los grandes
intereses capitalistas en la zona. Nunca está de más traer a colación esa
definición genérica de Karl Marx del Estado como una mera “junta que organiza
los intereses de la clase capitalista en su conjunto”.
En este marco, viene siendo un lugar común desde hace casi
una década dos tipos de acusaciones contra la RAM: de un lado, los gobiernos de
turno vinculándola falsamente con los incendios en la cordillera patagónica;
del otro (en no pocas oportunidades, ese “otro” resultó tener fuertes vínculos con el régimen político), un sector del activismo “woke” -o les progres, para
decirlo en criollo-, denunciando su falsa existencia, cuando no directamente
vinculándola a los servicios de inteligencia. Esta operación del “wokismo”
vernáculo -entre ellos, varias organizaciones de pueblos indígenas, sobre todo
la burocracia oficial mapuche- incluye a amplios sectores de la izquierda
hegemónica, entre la que se encuentran organizaciones que se reivindican “revolucionarias”.
Atravesada por una adaptación hasta el caracú a la democracia burguesa, esta izquierda “woke”, y sus medios de comunicación, -entre ellos varios medios que se reclaman de la prensa independiente-, en vez de dar una discusión estratégica sobre los métodos políticos-militares de la RAM, prefirió recurrir a la calumnia y difamación negando la existencia de la organización cuando en innumerables veces sus representantes se hicieron cargo de las acciones llevadas adelante. Más grave aun es que se la vincule a servicios de inteligencia. Esta metodología le hizo el caldo gordo a las campañas estigmatizadoras del régimen político y merece una fuerte autocrítica, no solo por una cuestión de principios sino también porque le allana el camino al Estado para avanzar con la criminalización de la protesta social contra los luchadores en general, no solo a los mapuche y a la RAM -que dicho sea de paso, todo militante político debe defender su derecho a la existencia como organización y repudiar su criminalización por parte del Estado, lo que no implica, como ya se apuntó, acordar con sus métodos, que ya es OTRA discusión.
En pocos días se registrará el 50° aniversario del Operativo
Independencia en Tucumán y amplios sectores del régimen político se disponen a
conmemorarlo. Rendir homenaje a una acción que tuvo por objetivo “aniquilar la
guerrilla” durante un gobierno constitucional como el de Isabel Martínez de
Perón, deja en claro los vasos comunicantes entre la democracia capitalista y
las dictaduras militares o, entre algunos demócratas y los fachos. El fascismo
no nace de un repollo, sino que surge de las entrañas y contradicciones de la
propia democracia capitalista como acción preventiva y/o pretensiones de una solución "final" ante un
escenario caracterizado por grandes choques sociales, es decir potencialmente
revolucionario. La cuestión de la RAM debe ser abordada con los métodos
históricos de los revolucionarios, es decir como una discusión estratégica y la
necesidad de explicar pacientemente que son las masas en las calles las grandes
protagonistas de la historia y las únicas en condiciones de darle una
perspectiva de emancipación de conjunto a los sectores explotados y oprimidos.
La marcha contra el fascismo impulsada por el colectivo LGBTI y el movimiento
de mujeres, dejó al descubierto el rol propatronal de la CGT, las CTAs y todas
las burocracias sindicales durante el primer año de gobierno de Milei, quienes
se negaron a movilizar aduciendo, entre otras cosas, no hacerle el juego a las
disposiciones represivas de Bullrich and company.
Mari mari kom pu che...aca en el Estado chileno también tenemos un Milei, ese es Boric, criminalizando las reivindicaciónes del pueblo Mapuche llamandoles terroristas, un presidente titere de las forestales y extractivistas latifundistas... 👁️
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