domingo, 10 de julio de 2022

El PTS y una convocatoria antisocialista: “Por una salida popular a la crisis"

El partido de Nicolás del Caño y Myriam Bregman organizó en Trelew una actividad junto al MST y a Marabunta contra el acuerdo con el FMI en la que primó el confusionismo. Fue una movida de aparatos sin participación del activismo y con marcado seguidismo al populismo y progresismo local.

 



Por Iván Marín

 

En las últimas horas del viernes 8 de julio se difundió en Trelew una convocatoria para el día siguiente con el objetivo de sumarse a la “jornada nacional de lucha” contra el acuerdo con el FMI. Las consignas que aglutinaron a los organizadores fueron: “No al pago de la deuda con el FMI”; “Basta de ajuste, tarifazo y extractivismo”; “Basta de perseguir y criminalizar a las organizaciones sociales”; “Por una salida popular a la crisis”; “Al ajuste lo vencemos con un nuevo Chubutazo”. La convocatoria estuvo firmada por el Frente de Organizaciones en Lucha y Frente Arde Rojo en la Coordinadora por el Cambio Social, Radio Sudaca, Marabunta y el PTS y MST, estas últimas dos del Frente de Izquierda.

 

La consigna “por una salida popular a la crisis” entre organizaciones que se reivindican de izquierda no es otra cosa que la expresión en las calles del “Frente Popular”, es decir, del colaboracionismo de clase. No puede confundirse nunca con el “Frente Único Obrero”, o sea, la unidad del movimiento obrero en sus distintas expresiones políticas contra las patronales de todo tipo, o, como lo sintetizó Lenin en una frase, “golpear juntos, marchar separados”.

 

No estamos ante una concesión táctica del PTS para salvar una actividad que, como veremos, además fue ultramarginal y sin participación del activismo; sino frente a un viraje estratégico de la organización, que no es más que la consumación de un viraje que lo precedió desde que cosecharon sus primeras bancas legislativas: un parlamentarismo y democratismo furioso en detrimento de cualquier intento por organizar a los trabajadores con independencia de clase y en perspectiva socialista, es decir, revolucionaria.

 

No precisamos de una “salida popular” a la crisis, sino de una respuesta obrera en las calles a las políticas de ajuste, que no son otra cosa que un intento de reorganización social en detrimento de los trabajadores. La actividad rutinaria solo tuvo como objetivo cumplir órdenes de aparato: replicar en Trelew una movida con pretensión de extensión nacional.

 

Una actividad de aparatos de espalda al activismo

 

Como señalamos más arriba, el acto se convocó con menos de 24 horas de antelación. Su organización no estuvo precedida de un llamado y deliberación abierta con el activismo que viene protagonizando un proceso de luchas hace más de 4 años en la provincia y que tuvo su punto más álgido hasta el momento en la enorme rebelión popular de diciembre último, tras la aprobación de la ley de zonificación minera, que fue derrotada en las calles en apenas horas. Incluso hubo un marcado retroceso de las anteriores actividades contra el acuerdo con el FMI, que si bien tuvieron la misma tónica de aparatos sin deliberación previa al menos contó con más organizaciones participantes. En esta oportunidad ni siquiera el Partido Obrero oficial (socio del Frente de Izquierda), que no existe en Trelew, se hizo presente.

 

La actividad fue garantizada por las organizaciones de desocupados que impulsan Marabunta y el MST, que sumaron alrededor de una veintena de militantes entre ambas al acto de carácter raquítico en el que sobraron banderas y escasearon activistas y, sobre todo, trabajadores. De más está decir, que el contenido “programático” -de alguna manera hay que denominarlo- de la iniciativa estuvo hegemonizado por el populismo desembozado de Marabunta y el centrismo del MST, quienes se preocuparon más en imponer consignas que se mimetizan con el progresismo local que en aportar una perspectiva de independencia de clase. La intentona, de todas formas, fue un fracaso, los únicos “progres” que se hicieron presentes al evento pertenecen a las agrupaciones convocantes.

 

Una consigna mezquina respecto de la criminalización

 

“Basta de perseguir y criminalizar a las organizaciones sociales”, versa la convocatoria, olvidando, en realidad desentendiéndose, que, en realidad, en periodos de derrumbes económicos como el que vivimos son las masas las protagonistas de la historia y no los aparatos, es decir, las organizaciones sociales. “Contra la criminalización de la protesta social” es la consigna que debemos agitar las organizaciones, pues, contiene a todo aquel que se moviliza en defensa de sus derechos contra el sistema.

 

Por una salida obrera y socialista a la crisis

 

La catástrofe económica que viven las masas en Argentina producto de las políticas llevadas adelante por las clases gobernantes del país precisa de una intervención urgente de la clase obrera en este escenario. Los revolucionarios debemos intervenir aportando claridad al asunto, ya de por sí harto complejo. El Frente de Izquierda y el de ocasión populismo que lo circunda pretenden un abordaje parlamentarista de la crisis, es decir, valerse de la crisis para sumar bancas y no poner esas bancas al servicio de desarrollar la organización independiente de los trabajadores. Eso es, entre otras cosas, lo que explica la agitación de consignas de colaboración de clases, como la citada “por una salida popular a la crisis”.

 

La acuciante situación que viven los trabajadores en el país no se explica solo por el acuerdo con el FMI sino por una crisis general del capitalismo a nivel internacional y una guerra mundial en ciernes promovida por la OTAN con epicentro en estos momentos en Ucrania pero que amenaza con extenderse a toda Europa, Asia y Estados Unidos. En ese marco, la disgregación que transita la coalición oficialista, el Frente de Todes, pone contra las cuerdas no solo la continuidad al frente del Ejecutivo de Alberto Fernández sino de su jefa política: Cristina Fernández. La oposición patronal de Juntos por el Cambio no se encuentra mucho mejor y la incertidumbre recorre todo el espectro político.

 

Como dijimos, se hace imprescindible la intervención urgente de los trabajadores en este escenario. Es por eso que desde Política Obrera Trelew agitaremos una campaña con actividades en los próximos días con las consignas que consideramos correctas para la actual etapa: “cláusula gatillo” en defensa de los salarios; “por un congreso de trabajadores ocupados y desocupados” para deliberar con el conjunto del activismo una salida propia a la crisis; la “huelga general” como orientación para obtener nuestros objetivos y el “gobierno de trabajadores” como respuesta de conjunto de la clase contra nuestros opresores. En definitiva, una perspectiva de poder propia de la clase obrera.

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario