martes, 14 de enero de 2020

Seis lecciones urgentes del triunfazo contra la megaminería en Trelew





Por Iván Marín


Durante la tarde de ayer el movimiento “No a la Mina” le arrancó al intendente de Trelew Adrián Maderna su rechazo a la megaminería, pese a que en las semanas previas se había mostrado claramente a favor para que se avanzara en este tipo de emprendimientos en la provincia. Las movilizaciones de miles de personas en las últimas tres semanas en todo Chubut han logrado en los últimos días resultados que ponen al borde del nocaut los intentos del lobby minero de modificar la ley 5001 y avanzar con la zonificación este año. A continuación, seis lecciones urgentes del triunfazo logrado en Trelew.


   1) Son entendibles los pruritos que tienen varios compañeros respecto de la forma entreverada que el intendente de Trelew Adrián Maderna redactó su rechazo a la megaminería en Chubut. Más atendible aun es la sospecha si se tiene en cuenta que el mandatario municipal no dio la cara para comunicar su posición. Pero hay que tener presente que, más allá de lo expresamente redactado, para el común del pueblo trelewense e incluso chubutense la noticia fue el rechazo. Por ende, si en algún momento Maderna osara coquetear nuevamente con los proyectos mineros va a tener miles de personas afuera de la municipalidad exigiéndole su renuncia. Sería, posiblemente, el fin de su carrera política (de los grandes objetivos, claro está) y de sus pretensiones de ser gobernador. En definitiva, hay que seguir atentos, pero debemos festejar este TRIUNFAZO que aísla aun más al gobernador Mariano Arcioni, e ir por una victoria en toda la provincia que sea el puntapié para derrotar la pretendida “reestructuración del Estado”, eufemismo con el que se evita hacer referencia a un ajuste brutal contra el pueblo chubutense.


   2)En las calles, no en las urnas. Algunos sectores que movilizan contra la megaminería en Chubut plantearon derrotar al lobby mediante un gran plebiscito provincial, entre ellos se destaca el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en el Frente de Izquierda, la fuerza de Nicolás del Caño y Myriam Bregman. No solo la resistencia mendocina en las calles a la represión del Estado, si no también las multitudinarias movilizaciones en nuestra provincia demuestran que la acción directa de las masas es el mejor camino para defender sus conquistas, en este caso el rechazo a la megaminería. Ir a un plebiscito es rifar esa experiencia de autoorganización en las calles para adentrarse en un escenario incierto donde las fuerzas políticas patronales que integran el lobby minero saben moverse mejor que el pueblo. Menos electoralismo y más lucha contra el Estado capitalista.


Foto Aníbal Aguaisol


   3) Cuando las bases mandan. La fuerza del movimiento “No a la Mina” estuvo en la deliberación democrática en asambleas que se dio en el último mes, potenciado por la iniciativa de realizar “Rondas a la plaza Independencia” todos los miércoles a las 18 horas, donde se debatió distintos planes de lucha para resistir al lobby. Al no haber un aparato burocrático que intentase contener o desviar la acción directa, el movimiento fue potenciándose. Además, en Trelew desde un comienzo se planteó la necesidad de unir la lucha medioambiental con la otra contra el ajuste en curso y eso quedó plasmado en cada una de las convocatorias.


   4) Contra los métodos burocráticos. La deliberación asamblearia claramente marca el camino para la resistencia que debe enfrentar el pueblo trabajador a la “reestructuración” del Estado que anunciará el gobernador Mariano Arcioni. El movimiento “No a la Mina”, policlasista por definición, si bien tiene algunos límites, por ejemplo no plantear una salida de conjunto a los padecimientos del pueblo en su conjunto, cuenta con un punto muy fuerte: la discusión de igual a igual en asambleas. En los últimos dos años de resistencia de trabajadores estatales en Chubut se dieron dos procesos que se deben desarrollar en toda la provincia para derrotar este nuevo ajuste: las Asambleas Interhospitalarias de Cordillera y el Plenario Provincial de Delegados Docentes. Hay que hacer extensivos estos métodos asamblearios a todos los sectores estatales y plantear un gran plenario provincial de todos los trabajadores de conjunto para derrotar al gobierno de Arcioni.


   
Foto Aníbal Aguaisol


   5) Asambleas populares. La Unión de Asambleas de Comunidades del Chubut (UACCh) debe impulsar en toda la provincia asambleas populares integradas por sindicatos, centros de estudiantes, organizaciones de jubilados, partidos políticos y el pueblo en su conjunto. Dichas asambleas populares deben ser el puntapié para arrancarles a las centrales sindicales medidas de fuerza que paralicen a la provincia y derroten la mal llamada “reestructuración” del Estado.


   6) “Fuera Arcioni”. El gobierno de Mariano Arcioni nació agotado. Un proceso en curso de resistencia de los trabajadores activos y pasivos, junto a estudiantes contra sus políticas de ajuste que lleva más de dos años, y que en las calles es bautizado como “Chubutazo”, le ha marcado la cancha a sus intentos de hacerle pagar al pueblo la crisis estructural que vive la provincia. Tanto con Mauricio Macri como con Alberto Fernández el gobernador ha dejado bien en claro que pretende pagar la millonaria deuda en dólares de la provincia a costilla del pueblo: pago escalonado, deuda de las cláusulas gatillos, escuelas que se caen a pedazos, hospitales desmantelados y un largo etcétera. El “Fuera Arcioni” es la consecuencia lógica de los 5 puntos señalados más arriba.



Foto Aníbal Aguaisol

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