jueves, 16 de enero de 2020

La vuelta del “Fuera Arcioni”


Tras el desplante sufrido de parte del oficialismo y de algunos sectores del PJ respecto a la megaminería, el gobernador anunció un profundo ajuste en el Estado que hace presagiar un 2020 aún más más convulsionado que los últimos dos años. The final countdown.






Por Alejandro Marino

Si se hiciera un ranking de las frases más usadas en Chubut en 2019, seguramente el “Fuera Arcioni” estaría en el podio si no liderando la lista. Cuando se dio a conocer al acompañante de fórmula de Mario das Neves en 2015 primó la sorpresa en el “círculo rojo” chubutense, pues Mariano Arcioni si bien es un hombre del establishment comodorense, conocido por ser escribano de los poderosos, entre ellos Pan American Energy, era un ignoto a nivel político para el conjunto de la provincia.


Arcioni llegó a conformar la fórmula como parte de los acuerdos políticos entre Das Neves y Sergio Massa. La precaria salud del entonces gobernador hacía suponer que más temprano que tarde iba a reemplazarlo al frente del Ejecutivo. Ello obligó a Das Neves a designarlo como candidato a diputado nacional por Chubut Somos Todos en 2017. La idea fue usar la campaña electoral para darle conocimiento provincial y en particular cierto respaldo a partir de los votos. Arcioni se impuso en aquellos comicios pero a los pocos días fallecía Das Neves y se tuvo que hacer cargo de una provincia en bancarrota.


Lo que sigue es más o menos conocido: adhesión al “Pacto Fiscal” impulsado por Mauricio Macri al frente de la presidencia, desdoblamiento del pago de salarios a los estatales a comienzos de 2018 con la consecuente resistencia de los trabajadores en todos los puntos de la provincia y la gobernabilidad al rojo vivo; un breve período de gracia entre los últimos meses de ese año y los primeros del 2019 que utilizó para acordar paritarias con cláusulas gatillo, la vuelta del pago en tiempo y forma y el adelantamiento de las elecciones; el anuncio a los pocos días de triunfar en los comicios provinciales de la vuelta al pago escalonado y una respuesta más contundente de los trabajadores respecto a la de 2018, si se tiene en cuenta que hubo puebladas en varios puntos de la provincia, resistencia a represiones y hasta el incendio de las puertas de Legislatura y Casa de Gobierno.


Vale decir que todo este proceso Arcioni lo encaró casi sin tropa propia, al no venir de la política, por lo que fue imprescindible el acompañamiento en los momentos más agudos de las crisis del PJ-kirchnerismo y las conducciones sindicales, en particular de la Mesa de Unidad Sindical y de Jorge Loma Ávila, secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut. Es decir, Arcioni desde que se hizo cargo del poder en octubre de 2017 nunca dejó de ser un gobernador débil. Ello llevó a que en varias oportunidades se viera con desconfianza la posibilidad de que llegue al frente del Ejecutivo hasta el 10 de diciembre de 2019, y la consigna “Fuera Arcioni” fuera levantada el año pasado en toda la provincia, a tal punto que se estuvo muy cerca de ir a un juicio político para darle una canalización institucional al pedido de renuncia. Esta iniciativa no prosperó porque Alberto Fernández le bajó el pulgar en septiembre del año pasado, luego de imponerse en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) con holgura sobre Macri.


Con Fernández en el poder Arcioni supuso que tendría más espalda para soportar la acuciante situación que atraviesa la provincia a partir de endeudamiento que supera los 1100 millones de dólares y que debe ser pagado en un plazo muy breve. Intentó congraciarse con el Ejecutivo nacional tratando de impulsar la megaminería pero reavivó a un gigante dormido en la provincia, como es el movimiento “No a la Mina”, que en el último mes desarrolló decenas de movilizaciones con decenas de miles de personas marchando. ¿Las consecuencias? Su vicegobernador, Ricardo Sastre se manifestó en contra de la megaminería en la actualidad, lo propio hicieron los intendentes de Puerto Madryn y Trelew, que responden a su sector político, e incluso varios diputados provinciales, al igual que legisladores nacionales y provinciales del Frente de Todos.


Si bien aun no está dicha la última palabra, todo parece indicar que el lobby minero recibió un duro golpe en las últimas semanas del que le será muy difícil salir airoso para intentar modificar la ley 5001 este año.


La desorientación del gobernador dio un paso más ayer cuando anunció que dejará de cobrar su salario por 180 días como gesto de austeridad, previo a dar a conocer su plan de “reestructuración” del Estado que incluye, entre otros puntos, un congelamiento salarial justamente por 180 días, la continuación del pago escalonado, retiros voluntarios, reducción de la planta política, cancelación de vacantes por cuatro años, reemplazo de un estatal cada tres jubilados.


Inmediatamente el “Fuera Arcioni” volvió a circular en redes sociales, la idea de juicio político ya la manejan algunos sectores, como los jubilados en cordillera, y los paros y cortes de rutas parece que llegaron para quedarse. Trabajadores del hospital de Puerto Madryn votaron un paro por 180 días.


No cabe dudas a esta altura que si el gobierno nacional no le baja fondos, Arcioni comienza a caminar por la cornisa y con el correr de los días su situación será cada vez más apremiante. Si bien se está en período vacacional, los ánimos parecen indicar que el descontento es generalizado, y esta vez las conducciones sindicales llegan más desgastadas para contener y/o desviar el proceso, producto de las traiciones realizadas en el primer semestre de 2018 y segundo semestre de 2019. Los trabajadores cuentan con una gimnasia mayor a su favor en cuanto a la coordinación entre los sectores de base. En definitiva, el gobierno de Arcioni comenzó su última cuenta regresiva…




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