jueves, 23 de enero de 2020

¿Por qué no cae Arcioni si nadie se lo banca?


El pueblo chubutense lo desprecia, proveedores del Estado le van a iniciar acciones por mal desempeño en sus funciones, se reunió durante años en la clandestinidad con el lobby minero, reprime y criminaliza la protesta social, la alianza política que lo llevó al poder está divida y la provincia en bancarrota económica se prende fuego. ¿Qué o quiénes lo sostienen?








Por Iván Marín

En los últimos días se supo que la Federación Empresaria Chubutense (FECh) hará una presentación judicial para que el Gobierno pague lo adeudado a más de 600 proveedores del Estado. A ello se sumarían acusaciones individuales de varios comerciantes a funcionarios, entre ellos al propio gobernador Mariano Arcioni, por mal desempeño en sus funciones. Además, denuncian connivencia con las pocas empresas a las que sí les pagaron cifras millonarias, varias de ellas involucradas en las causas de corrupción que mantienen en vilo a la provincia desde hace poco más de dos años, entre ellas Revelación y Embrujo, en esta última ya hubo condenados.


Que un amplio sector del empresariado chubutense saliese con los tapones de punta en la última semana contra el gobernador luego de que anunciara un ajuste histórico contra los trabajadores no hace si no confirmar lo que la mayoría de los analistas políticos de la provincia vierten en sus columnas: Arcioni está más solo que nunca y su gobernabilidad corre serios riesgos en el futuro inmediato. Los empresarios en general muestran una posición ambigua, por no decir un apoyo culposo al plan de “reestructuración” del Estado: como es costumbre en estos sectores, acuerdan con achicarlo, pero a la vez advierten que impulsar estas medidas en plena crisis económica profundizará la recesión y, con ello, se verán afectados varios comercios, incluso muchos posiblemente cierren, como ya viene sucediendo en los últimos años.


“¿Si nadie lo quiere cómo se explica que haya sido electo por más de 20 mil votos sobre su inmediato competidor?”, es una pregunta válida que se hará el lector. Como se sabe, Arcioni asumió definitivamente la gobernación tras la muerte de Mario das Neves el 31 de octubre de 2017. Desde entonces la profundización a las políticas de ajuste fue ferozmente resistida en las calles de toda la provincia. Sin embargo, de cara a las elecciones del año pasado diseño una estrategia que más allá de lo oportunista le dio resultados favorables: por algunos meses dejó de pagar de forma escalonada a los estatales; acordó en paritarias con el sector recomposiciones salariales, que en varios casos incluyó cláusulas gatillo, más a o menos a la altura de la inflación; adelantó los comicios provinciales para los meses de abril y junio; se negó a aceptar las propuestas del PJ-kirchnerismo para ir juntos en una alianza dirimida en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias); acordó con dos caciques con despliegue territorial, como Adrián Maderna en Trelew y Ricardo Sastre en Puerto Madryn, a quien llevó de vicegobernador; hizo lo propio con Jorge “Loma” Ávila, secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, la principal fuerza gremial de la provincia, y con el sector político del PJ comodorense que responde a Juan Mario Pais.


¿El resultado? Un triunfo contundente de Chubut al Frente sobre el Frente Patriótico tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, aunque con el límite en este último caso que gran parte del bloque no responde directamente a Arcioni si no a sus referentes, quienes en los últimos días han mostrado distanciamiento respecto a las intenciones de impulsar la megaminería en la provincia y ahora también sobre la llamada “reestructuración” del Estado. En ambos casos las diferencias no son de principios, si no respuestas coyunturales ante las masivas movilizaciones en rechazo a las intenciones mencionadas.


Pero el resultado más importante del triunfo pírrico a nivel electoral de Arcioni se vio en el mismo mes de junio cuando anunció que volverían los pagos escalonados a los estatales para poder pagar la fabulosa deuda en dólares que tiene la provincia. La segunda etapa del “Chubutazo” no se hizo esperar y el gobernador caminó por la cornisa durante meses. Fue salvado por Alberto Fernández en septiembre en medio de rumores de juicio político y ante la posibilidad que no cayera por la vía institucional sino por la acción directa de las masas luego de que prendiesen fuego las entradas de Legislatura provincial y Casa de Gobierno.


Desde ya, la Mesa de Unidad Sindical (MUS) también cumplió un rol fundamental en garantizarle la gobernabilidad a Arcioni, haciendo lo imposible para bloquear y/o desviar el proceso de lucha surgido desde las bases de los trabajadores activos y pasivos de todos los rincones de la provincia. En varias oportunidades se vio sobrepasada por la rabia de sus conducidos y pareció que el proceso se les iba de la mano. En esas oportunidades el gobierno no dudó en utilizar la represión policial contra los manifestantes e incluso la represión para estatal con patotas que respondieron al “Loma” Ávila.


En definitiva, a Arcioni no se lo banca nadie, incluso quienes son sus principales garantes de gobernabilidad: Alberto Fernández, el PJ-kirchnerismo, la MUS y las centrales sindicales, ni siquiera en el propio oficialismo. Pero su caída producto de la movilización popular podría sentar un precedente inmediato para otras provincias que arrastran situaciones similares. Ahí encontramos una de las razones por las cuales aun no ha caído, aunque no la principal: si bien la lucha de las masas provinciales contra las políticas de ajuste lleva más de 2 años, y eso en sí mismo ya le da un carácter histórico, aun falta la maduración para que logren coordinar esa fuerza fulminante en estado de potencia que apunte a una acción independiente que derive en una salida por fuera de la contención institucional. Como dijimos en el último artículo, la MUS llega desgastada a esta tercera etapa del “Chubutazo” en curso, y las posibilidades para que las bases intervengan con una perspectiva propia que hegemonice al conjunto de los movilizados se acrecientan.  

1 comentario:

  1. La nota no agrega nada a lo que todos conocemos. Pero vale, por si hay algún distraido. Bien planteada la pregunta... ¿Y...? Por qué y porque son como todo junto y separado. Porque quedó separado, ... en suspenso.

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