La Mesa Ejecutiva no solo cercenó la posibilidad de debate respecto a los criterios de elección de delegados sino que además decidió unilateralmente que Trelew sea la única regional que no tuviera acceso a la transmisión por Zoom para todo el país del informe político de apertura. El cónclave se desarrolla sin representantes de la Patagonia.
Por Iván Marín
El 23 de marzo se realizó el tercer plenario regional de
Patagonia pre congresal, al que se sumó Misiones, con un representante de la
dirección de Política Obrera. En su desarrollo no quedó claro cuáles serían los
criterios para la elección de delegados, y además si sería virtual para quienes
no llegásemos al piso de 10 militantes. Ante esta situación, en el resumen
informe de la reunión, quien escribe este artículo expresó que “se hace
imprescindible una respuesta urgente de la Mesa Nacional (MN) al respecto”.
Como la respuesta no llegó, el 3 de abril envié una minuta para ser publicada
en los boletines internos polemizando con la posibilidad de que tengamos
delegados virtuales en el Congreso, por considerar que sería un claro acto de
discriminación. Finalmente, el viernes 8 de abril envié un mail exigiendo una
respuesta y la publicación de la minuta, cuestión que hicieron pero con la
salvedad de informar que el fin de semana se publicarían los últimos boletines
internos de cara al Congreso, es decir, cerrando toda posibilidad de discusión
sobre el tema. El 9 de abril la Mesa Ejecutiva (ME) publica en un boletín interno
un artículo que yo envié destinado a nuestra página web, Política Obrera,
acompañado de una respuesta. Teniendo en cuenta que la dirección dijo que el
fin de semana finiquitaría el plazo para enviar minutas, el domingo al mediodía
envié apurado una contestación a la ME que no solo no fue publicada, sino que
tampoco me dieron razón alguna de tal decisión, por lo cual tuve que difundirla
el miércoles a la noche por medios informales y avisando en mi muro de Facebook
que la distribuiría solo a militantes internos.
La primera referencia a la composición que dará forma al
Congreso (y a su modalidad) fue hecha el 14 de marzo: “El Congreso se
realizará en forma presencial. Se convoca a plenarios para debatir el Informe
de Actividades. El régimen de delegados al Congreso se mantiene en uno cada
diez compañeros, sobre el padrón que surge de la presencia en los plenarios”.
Dos días más tarde se complementa informando que “se ratifica que el
Congreso se realizará del 14 al 17 de abril en forma presencial. Los delegados
se eligen sobre el padrón de la asistencia a los plenarios (…) Los delegados de
las provincias más alejadas participarán por Zoom”. Sin embargo, cuatro
días más tarde se “aclara” que “en el acta anterior, se cometió un error,
cuando se dice que las regionales alejadas participarán por Zoom. Nos
referíamos a aquellas que no reúnen el número para elegir un delegado”. A
partir de esta situación, en el plenario mencionado más arriba (el del 23 de
marzo) surgió la discusión con el representante de la MN si las regionales que
no llegábamos a tener 10 internos íbamos a tener representación presencial o
virtual en el Congreso. También surgió la duda de si iba a haber un
representante por todo el plenario, a lo que el compañero no supo responder. EN
NINGÚN MOMENTO dijo que del susodicho plenario, ni de las regionales que
participábamos, no íbamos a tener no ya representante presencial sino siquiera
representante virtual. Es por ello que en el acta señalé que la MN nos
debía responder con urgencia al respecto. Yo estaba convencido que íbamos a
tener un representante virtual, lo cual me parecía discriminatorio porque no
íbamos a estar en igualdad de condiciones que el resto de los delegados.
Como dije, la MN recién respondió con claridad este viernes,
a menos de una semana del Congreso, y allí volvió a volantear respecto de la
presencia por Zoom: primero era para todos los delegados del interior, luego
para las regionales del interior que no llegaban a juntar los votos para elegir
un delegado, es decir, delegados virtuales, porque de lo contrario habría que
suponer que todos los militantes de estas regionales tendríamos acceso al
Congreso en su conjunto en detrimento de los militantes de las otras regionales
que no lo tendrían; y, ahora, nos dicen que la transmisión por Zoom no será
para el interior, sino para TODO el partido y se restringirá al informe
político”.
En todas las asambleas de este tipo anteriores SIEMPRE desde
la dirección se comunicaron con nosotros para pasarnos el enlace que posibilita
el acceso a la transmisión. En esta oportunidad no ocurrió, por lo que Trelew
no pudo presenciar el informe político. Es decir, estamos ante una reprimenda a
toda la regional por la postura crítica de uno solo de sus miembros. Al mejor
estilo del aparato que dirige al Partido Obrero oficial, la ME colocó a Trelew por
fuera de Política Obrera en su evento más importante desde su constitución: un
informe político destinado al conjunto de su militancia en el Congreso que dará
constitución formal a la organización. Esta indisimulable censura tiene como
fundamento una censura previa: la obturación de toda posibilidad de cuestionamiento
del criterio de selección de delegados, por la sencilla razón de que durante 15
días no nos respondieron. A ello se agrega que la ME, sabiendo que no habría
delegados virtuales, nunca se comunicó conmigo para informarme que la minuta
que envié el 3 de abril estaba polemizando con algo que supuestamente no se iba
a desarrollar (digo supuestamente porque, en realidad, nunca quedó claro). La
ME dejó pasar el tiempo y publicó esa minuta e inmediatamente sancionó
unilateralmente el fin del debate pre congresal. No hay duda que la ME se mofó
de un militante que intentó dar una polémica. En vez de dar razones políticas,
insisto, la ME actuó con mala leche y clausuró la más mínima posibilidad de
discutir el criterio de selección de los delegados.
Quiero dejar constancia que todos mis mails fueron enviados
a Marcelo Ramal, Jacyn y Jorge Altamira, quienes no tuvieron ninguna predisposición a responderlos. Esta Inmaculada Trinidad no ha mostrado la más
mínima autocrítica en toda esta situación, por el contrario, en voz de la ME
han respondido reivindicando TODO su accionar. Es decir, no estamos ante
errores sino ante una clara política de silenciamiento que el conjunto de la
militancia y, en especial, el Congreso debe repudiar sin tutía. La situación es
gravísima: en Trelew no sabemos si nuestra ausencia en la transmisión de Zoom
es una sanción circunstancial o directamente nuestra expulsión sumaria de la organización
sin ninguna posibilidad de dar una discusión.
El círculo de Política Obrera en Trelew lleva poco más de un
año y medio, en el cual hemos intervenido con personalidad en las distintas
luchas de la zona, en especial en el Chubutazo, hemos llevado adelante campañas
financieras de importante alcance y hemos desarrollado una abnegada militancia
en condiciones difíciles. Política Obrera en Trelew y alrededores tiene más o
menos la misma cantidad de militantes que las fuerzas que componen el Frente de
Izquierda o que la militancia populista. Con la diferencia que intervenimos con
una clara perspectiva de independencia de clase. En el Chubutazo no solo
estuvimos en la primera línea de la resistencia contra la policía, a diferencia
del FITU que se ocultó, sino que logramos imponer una perspectiva en los dos primeros días al activismo. Una semana antes del Chubutazo, Política Obrera Trelew
emitió un comunicado titulado “A 20 AÑOS DEL ARGENTINAZO, ORGANICEMOS EL
CHUBUTAZO: ¡TODOS A CASA DE GOBIERNO CONTRA LA MEGAMINERÍA, LA REPRESIÓN Y EL
FMI!” y 4 días antes de la rebelión, yo mismo di un discurso en ese sentido. Fuimos los únicos en adelantarnos y prepararnos estratégica y programáticamente a la
rebelión. La dirección de Política Obrera nunca nos publicó nuestro comunicado
en la página web porque decían que tenían diferencias. Es decir, se ubicaron en
el mismo espacio conservador y escéptico de la izquierda democratizante. La
lucha de clases nos dio la razón a nosotros. Cualquier estudio serio del
Chubutazo no podrá hacer caso omiso a toda la agitación de Política Obrera Trelew
antes, durante y después de la rebelión popular. Tan es así, que el
Chubutazo tuvo consecuencias concretas contra nuestra organización, con el
intento de criminalización que alentó el senador nacional de Juntos por el Cambio Ignacio Torres contra
mi persona y mi despido de diario "El Chubut" por movilizar contra la megaminería.
La dirección de Política Obrera en vez de alentar el trabajo
pionero en la Patagonia, y en el resto del país, no solo lo obtura con disposiciones
administrativas sino que cercena la posibilidad de discutir algo tan elemental
como los criterios de elección de delegados a un congreso partidario. Hay que
recordar que, con la salvedad de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Santa
Fe, la extensión militante de nuestra organización en el interior del país es
raquítica. Los delegados en el Congreso deben tomar cartas en el asunto. Rendir
pleitesía a la Inmaculada Trinidad no nos preparará para los convulsionados
tiempos en ciernes.
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