jueves, 13 de mayo de 2021

Tras el desalojo en Ruta 3, marchas masivas en todo Chubut marcan el camino

La retirada del piquete en Trelew merece un balance político y la resistencia contra la megaminería una orientación para triunfar. Asamblea multitudinaria votó movilización provincial a Casa de Gobierno. Desde el piquete de Ruta 40 llaman a que los acompañen con acciones de lucha en todas las localidades.

 

Foto de Aníbal Aguaisol

 

Por Iván Marín

Miles de personas marcharon el domingo por la tarde noche en Trelew, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Esquel y otras localidades en repudio al desalojo del piquete en el Acceso Norte de Ruta 3 de la ciudad valletana ocurrido durante la madrugada y la detención de tres manifestantes. Las masivas movilizaciones expresan no solo el apoyo concreto a la Iniciativa Popular (IP) contra la megaminería y el rechazo a la zonificación minera, sino que además comprueban por enésima vez que el pueblo chubutense responde en las calles a las políticas antipopulares de los gobiernos, tanto municipales, provincial y nacional. Así viene ocurriendo hace más de 3 años y esta vez no fue la excepción. En Esquel y Trevelin las municipalidades continúan tomadas y en Ruta 40 a la altura de Las Golondrinas se mantiene el piquete, en el que además del reclamo contra la megaminería, se exigen respuestas a los vecinos afectados por los incendios del 9 de marzo último. Si a esto se le suma que no se pagan los sueldos en tiempo y forma, no hay paritarias desde 2019 y el desfinanciamiento en los servicios esenciales del Estado, el resultado es una situación explosiva.

 

El jueves de la semana pasada, sesión virtual mediante, la Legislatura aprobó el rechazo a la Iniciativa Popular contra la megaminería por 13 votos contra 12 con 2 abstenciones de diputados radicales. El día anterior la comisión de Desarrollo Económico y Recursos Naturales había aprobado el dictamen en rechazo sin ningún tipo de debate. La decisión obedeció a cálculos electorales, tratar de que los costos políticos se dieran lo más alejados de la elección de medio término de este año. La ajustada votación no debe prestarse a confusión. Es el conjunto del régimen político chubutense el que pretende avanzar con la megaminería en la provincia: Frente de Todos (el oficialismo de Chubut al Frente y el PJ-kirchnerismo), la UCR, el PRO, la burocracia sindical y las grandes patronales. No hay grietas, solo cálculos electorales.

 

Estamos ante la presencia de un pacto “Ni-Ni”, una defensa de la gobernabilidad y la minería. De un lado, un sector del PJ-kirchnerismo se “opone” demagógicamente a la zonificación, sin movilizar; del otro, el gobernador Mariano Arcioni ha logrado imponer -por ahora- en Legislatura el rechazo a la IP y dejar la puerta abierta para avanzar luego de las elecciones. El telón de fondo de este impasse es el proceso de movilizaciones populares que se vive en la provincia desde hace más de tres años contra las políticas de ajuste y la megaminería, y el peso de una colosal deuda en dólares con acreedores internacionales. Los tres intentos de avanzar con la megaminería entre fines del año pasado y el comienzo del que transcurre se toparon con un contundente rechazo popular en las calles. Las CTA-Autónoma y CTA de los Trabajadores realizaron paros para la ocasión pero no llamaron a movilizar, temerosas de que sus bases exijan incorporar la cuestión salarial al reclamo.

 

Massoni, el desalojo de los piquetes y el macaneo del progresismo chubutense

 

Desde el Partido Obrero Tendencia (POT) en Trelew venimos insistiendo en la necesidad de la articulación de las luchas contra el ajuste y la megaminería, que son las respuestas en las calles a los intentos del gobierno provincial y nacional de una reorganización social en Chubut en favor de los grandes capitalistas. El personal político patronal no logra imponer esta orientación por el rechazo de los trabajadores y el pueblo, lo que ha puesto al borde del abismo a la “gobernabilidad” en varias oportunidades en estos años, solo salvada por el PJ-kirchnerismo y la burocracia sindical.

 

Lamentablemente un sector de la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC) que responde políticamente al Partido Municipal por Trelew, en vez de desarrollar asambleas populares para que sea el conjunto del pueblo el que decida cómo encarar la lucha, impuso como orientación las asambleas intersectoriales, que se terminó convirtiendo en lo concreto en un espacio de aparatos hegemonizado por el progresismo local de vínculos estrechos con el kirchnerismo, tanto en lo político como en lo sindical. Estos sectores llegaban a las asambleas con las decisiones ya tomadas de antemano y lograron relativamente contener y desviar un proceso deliberativo en el conjunto de la población. La mayoría de estos aparatos se borraron olímpicamente del corte de Ruta 3 en el Acceso Norte a Trelew de los últimos días.

 

La decisión del corte de Ruta 3 fue tomada luego de la votación afuera de Legislatura por algunas decenas de personas, un número estrechísimo para la capacidad de movilización de una causa muy sentida por el pueblo. En realidad, la decisión ya había sido tomada por la UAC provincial y la asamblea intersectorial en el verano en los distintos intentos de avanzar con la zonificación pero nunca fue suficientemente discutida en las grandes movilizaciones. No estamos ante una discusión “instrumental” (piquete sí, piquete no), sino ante una orientación política: la batuta de la lucha en manos de los aparatos, -la mayoría de ellos cercanos al kirchnerismo-, o en manos de la población movilizada. En varias oportunidades en estos meses la UAC en Trelew no respetó decisiones tomadas en asambleas populares que apuntaron a impulsar movilizaciones masivas. Desde el Partido Obrero Tendencia ese jueves, como las veces anteriores, planteamos que los cortes de rutas debían estar precedidos de una gran movilización provincial a Casa de Gobierno. Desde el primer día en la ruta advertimos en cada una de las varias asambleas que se desarrollaron que corríamos el riesgo de quedar aislados del resto de la comunidad si no convocábamos a movilizaciones donde miles de personas expresen su apoyo a la IP. El viernes se votó proponer al resto de las asambleas movilizaciones en todas las localidades para el domingo y una movilización provincial a Casa de Gobierno el miércoles, pero los miembros de la UAC nunca elevaron la propuesta al resto de las regionales. La primera movilización masiva recién se desarrolló el domingo por la noche, es decir 3 días después de la votación en Legislatura y del inicio del piquete.

 

El corte de Ruta 3 si bien contó con la simpatía del pueblo de Trelew y alrededores, como así también de la inmensa mayoría de los camioneros varados, quedó relativamente aislado de la comunidad, en buena medida, producto del boicot de los aparatos políticos y sindicales hegemonizados por el ´progresismo´ y el kirchnerismo. Se sostuvo por la abnegación del activismo que resistió varios intentos de grupos pequeños de camioneros que amenazaron con desalojar la ruta. Bajo la presión de Gendarmería, se implementó un corte intermitente para descomprimir, en una tentativa de ganar tiempo para sostener el piquete.

 

El desalojo del corte de ruta 3 fue un triunfo político del gobierno provincial, con el ministro Federico Massoni a la cabeza, que logró desactivar un piquete sin la menor resistencia de los manifestantes, muchos de los cuales consideran que se podría haber actuado de otra forma. Más allá de si se pudiera haber hecho algo más o no, lo cierto es que la retirada no estuvo a la altura de la gesta. El progresismo local salió a repudiar el desalojo por “ilegal” pero hizo poco para evitarlo. Eduardo Hualpa, principal referente del Partido Municipal por Trelew y funcionario nacional (Coordinador de la Patagonia del Centro de Acceso a la Justicia), se hizo presente el primer día del corte a proponerse como intermediario ante el gobierno provincial, pero no se acercó al desalojo aduciendo que estuvo con el teléfono apagado pese a que esa noche trascendió en todos los medios de comunicación de la zona la orden emanada por el juez Gustavo Lleral, el mismo que tomó la causa por la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado para deslindar de responsabilidad al gobierno de Mauricio Macri. El que sí se hizo presente en el desalojo, temeroso de que pudiera pasar a mayores, es el intendente de Trelew Adrián Maderna, opositor político al espacio de Massoni. No se intentó aprovechar esa contradicción para comprometer a Maderna y evitar el desalojo, o al menos una retirada sin detenidos.

 

La oposición del progresismo chubutense a Massoni -y con ello a Arcioni- es meramente electoral. Trascendió que el ministro de Seguridad podría ser candidato a senador. Como se dijo más arriba, la continuidad de Arcioni en el poder se explica principalmente por la “gobernabilidad” brindada por el PJ-kirchnerismo y la burocracia sindical en momentos de alta conflictividad social. Al facho de Massoni se lo combate con organización y movilización en las calles, no en las urnas de este podrido régimen político prominero.

 

Una orientación para triunfar

 

Las movilizaciones del domingo por la tarde demostraron que este punto anotado por el gobierno está lejos de revertir una correlación de fuerzas a favor del movimiento No a la Mina que lleva casi dos décadas. En Trelew marcharon miles de personas y se votó una movilización provincial a Casa de Gobierno para esta semana y volver a los cortes de ruta, siempre y cuando así lo decida la asamblea popular que se desarrolle en esa jornada. Para que la acción sea contundente debe estar bien preparada los días previos y las conducciones sindicales solventar los gastos económicos que implican grandes traslados en un territorio tan vasto como el chubutense. Miles de personas afuera de Casa de Gobierno manifestándose contra la megaminería pueden cambiar el escenario político en el corto plazo. En Puerto Madryn continuaron las movilizaciones y en una de ellas los manifestantes fueron agredidos por el vicegobernador Ricardo Sastre. En Rawson anoche los ambientalistas le exigieron al intendente Damián Biss (UCR) que presente una nota de retiro de la zonificación minera y correcto tratamiento de la Iniciativa Popular. Desde el piquete en Ruta 40 se llama al resto de la provincia a realizar acciones contundentes. La situación amerita apostar a la masividad en las calles. Ante la pasividad de las conducciones sindicales, deben volver las autoconvocatorias en los lugares de trabajo y el llamamiento a asambleas populares que discutan un plan de lucha contundente contra la megaminería, que sea el puntapié para el resto de las demandas, en especial la defensa del salario. No dejemos que un gobierno débil como el de Arcioni se envalentone contra el pueblo, debemos ser miles en las calles los próximos días. ¡FUERA ARCIONI, SASTRE Y LA CORRUPTA LEGISLATURA DEL CHUBUT! ¡POR LA HUELGA GENERAL EN DEFENSA DE LOS SALARIOS Y EL MEDIOAMBIENTE! ¡POR UN CHUBUTAZO CONTRA LA MEGAMINERÍA Y EL AJUSTE!

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