miércoles, 22 de abril de 2020

Lo nuevo de Pearl Jam: puteadas a Trump y fina psicodelia


Recorremos el reciente disco editado por la banda de Seattle. Una campaña de difusión novedosa, el homenaje a Chris Cornell, su militancia contra Trump y en defensa del medio ambiente y el giro hacia un sonido setentoso.


Ilustración Gastón Spur
                                                                  





Por Gastón Spur

La última banda emblemática del grunge presenta un nuevo álbum llamado Gigaton a través de una ingeniosa campaña publicitaria que utiliza redes sociales, y lanza novedosas aplicaciones para interactuar con su público. Su eje conceptual central es el cambio climático, la crítica política Donald Trump y un recuerdo al cantante Chris Cornell. Luego de un largo impasse de siete años los músicos de Pearl Jam (Eddie Vedder, Stone Gossard, Mike Mc Cready y Matt Cameron) salen nuevamente al ruedo.


Un Gigaton equivale a un millón de toneladas, es una unidad de medidas con la cual se miden las emisiones humanas de dióxido de carbono que genera el efecto invernadero causante del derretimiento de grandes masas de hielo en los polos. Esta forma de contaminación ha cambiado el clima y son la causa de las cascadas que caen desde un glaciar noruego, cuya imagen del fotógrafo y biólogo Paul Nicklen es usada como portada para del álbum. Una imagen que a primera vista nos evoca a las portadas de paisajes psicodélicos de los años ‘70 y que al tener la información de cuál es el origen de esta postal su sentido cambia totalmente y ya no es una imagen ingenua o decorativa sino que pasa a ser la denuncia de esta catástrofe.


Campaña de difusión

El 19 de enero la banda lanzó una ingeniosa campaña de promoción en la que anticipó la portada del álbum con grandes afiches callejeros. Bajando una app los transeúntes podían ver una animación de las cascadas en sus teléfonos celulares.


A partir del 22 de enero lanzó tres videos de la misma canción: Dance of the clairvoyants. El subtitulo Mach hace referencia a una unidad de medición de la velocidad y la barrera del sonido de uso cotidiano en la aviación.  Mach I, el primero de la serie, arranca con un bastidor de un cuadro donde la naturaleza y sus elementos son los protagonistas con impactantes imágenes documentales de montañas, desiertos, océanos, bosques, abejas, flores, cielos estrellados, auroras boreales, grandes nubes arremolinadas, rayos, truenos y lluvia, lava, aves y termina con impactantes incendios en las laderas de unas montañas. Mach II comienza con el primer plano de un ojo humano y nuevamente esta secuencia de imágenes documentales que nos muestran la inmensidad de la naturaleza y, cada tanto, imágenes de planos de detalles de la banda tocando casi sin mostrar los rostros de los músicos. En Mach III, la última pieza del tríptico donde vemos a Eddie Vedder que es el autor de este cuadro, los protagonistas son los músicos y las imágenes documentales de la naturaleza son un telón de fondo imponente y aplastante.





Continuando con su campaña, el 12 de febrero lanza una nueva aplicación para celulares desde su página oficial, en la que nos permitía escuchar el nuevo corte de difusión Superblood wolfmoon si capturábamos una imagen de la luna llena de esa semana. Días después salió un video del mismo tema, una animación muy primitiva con caricaturas de la banda hechas con un lápiz común conocida también como Tini concert animated video.


Para terminar con su lanzamiento, el 27 de marzo el álbum desembarca en todas las plataformas digitales de difusión y en su canal de YouTube. Todos los temas de la placa salieron acompañados por su video, en los que vamos recorriendo una serie de paisajes en el mundo que se han visto modificados y afectados por la contaminación siguiendo la estructura visual y conceptual de su primer corte Dance of clairvoyants (Mach I). Destacamos el video Who ever said dentro del conjunto porque se centra en los paisajes patagónicos del Chaltén (también conocido como Monte Fitz Roy) y sus cerros aledaños, donde año a año los glaciares de sus cumbres van desapareciendo.






Homenaje a Chris Cornell

El disco cierra con River cross, canción que la banda presentó en 2017, dos meses después de la muerte de Chris Cornell, al cual su público la bautizó no oficialmente "Share the light". En esta primera presentación la canción fue ejecutada por Vedder tocando un órgano en completa soledad. La canción, despojada de guitarras eléctricas, es acompañada con arreglos de cuerdas y una batería que marca el pulso y agrega épica en sus momentos más rockeros a una melodía que es una plegaria con algo de mantra chamánico y de canto litúrgico cercano al góspel.







El disco

En esta ocasión la banda de Seattle trabajó con Josh Evans en la producción, logrando un sonido más limpio y por momentos más experimental. En muchas canciones los pianos y sintetizadores dominan la melodía, en otras son las guitarras, a veces guitarras eléctricas bien punk y otras veces violas acústicas en modo folk rock, a veces con unos riffs y melodías muy pegadizas y otras con acordes disonantes que apenas acompañan a los teclados. Vedder también explora desde lo vocal, experimentando con climas muy logrados en cada canción, dándole otra dimensión y profundidad a las letras, enfatizando lo apocalíptico y dramático con su interpretación.


Las letras de las canciones retoman el espíritu de la literatura beatnik, su lado experimental, su inconformismo y su lucidez para criticar al capitalismo y a la vez expresar su profundo amor a la naturaleza y a la vida vivida en plena libertad. A través de una serie de relatos de ciencia ficción apocalíptica nos invitan a pensar el futuro como algo no tan lejano y con urgencia y seriedad. No solamente centra su crítica a los efectos de la contaminación bajo el capitalismo, también hay lugar para la denuncia política con alguna puteada a Trump y su militarismo imperialista en países de medio oriente como en Quick escape. El tono general del conjunto es oscuro y desolador por momentos, en otros más melancólico recordando a los jefes indios sioux Toro Sentado y Caballo Loco como ejemplos de resistencia y sabiduría ancestral.


El resultado es un sonido ecléctico pero muy sólido el conjunto resultante, sonido de una banda con la suficiente experiencia y oficio como para experimentar lejos de la comodidad y la actitud conformista dando como resultado uno de los mejores discos del año. En días donde todo el globo está en vilo por la cuarentena del coronavirus pudimos acceder a través distintas plataformas digitales a la nueva obra de Pearl Jam, en ésta coyuntura la obra se hace más grande y toma otra dimensión.





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