Por Iván Marín
La tarde del 29 de abril de 2.017 quedará marcada por mucho
tiempo en la comunidad trelewense. Ese día caía abatida de dos balazos, uno de
ellos en la nuca, Candela González una nena de 13 años. Se había citado a duelo
con otras adolescentes en la plaza del barrio Luz y Fuerza. Murió horas más
tarde en el hospital.
Inmediatamente se detuvo a Jorgelina Domínguez y a su pareja
Jorge Suárez. La policía se encargó de sindicarlos como los autores del
asesinato y no escatimó esfuerzos para difundirlo en los medios de comunicación
de la zona. A los pocos días Suárez fue liberado porque se comprobó que no
estuvo en el lugar de los hechos. Jorgelina fue testigo en el juicio por el
asesinado de Julián Antillanca, y su testimonio fue clave para que en el año
2.015 se condenara a cadena perpetua a dos policías por el crimen: Jorge
Abraham y Martín Solís.
Hasta el momento se conoce que al menos siete personas
estuvieron presentes aquella tarde. Candela fue con una amiga, Marlene Moyano,
también conocida como la Polaca, de 18 años. Jorgelina concurrió al lugar con
Nicolás Almendra (18 años) el otro de los detenidos en la causa, quien además
era pareja de una sobrina (S) de la acusada. A ella se suma otra menor (L)
amiga de Jorgelina, quien fuera la que pactó la pelea. Finalmente, una menor
amiga (G) de esta última, a quien Jorgelina dice no conocer hasta ese momento.
El juicio debió comenzar en marzo, pero por dificultades de
salud de Jorgelina la primera audiencia se realizó el 13 de junio pasado. Ya
declararon todos los testigos del caso y mañana lunes las partes darán sus
alegatos. Uno de los testimonios más importantes lo dio el 29 de junio Marlene
Fernández, madre de la joven de apellido Moyano, quien manifestó ante el
tribunal, integrado por los jueces Alejandro Defranco, José Alberto García y
César Zaratiegui, que su hija mintió y que en realidad quien asesinó a Candela
no fue la acusada sino G.
Durante su exposición, Fernández refirió que luego de aproximadamente
una semana del asesinato, y ante la depresión que sufría Marlene por la muerte
de su amiga, en una de las tantas conversaciones con su hija la intentó calmar
diciéndole “bueno, al menos está presa la persona que la mató”. A lo que
Marlene respondió, -siempre según su versión de los hechos-, “no, ma, no fue
Jorgelina la que la mató. Fue GF”. La
testigo dijo que inmediatamente le preguntó a su hija: ¿Cómo que no fue
Jorgelina, ¿por qué no decís la verdad?”. Y la contestación fue la siguiente: “Porque
ahí la única mayor de edad era Jorgelina y la única que podía pagar por lo que
le pasó a Candela fue Jorgelina”. Sorprendida por la respuesta, le advierte: “Mirá,
a mí me llegan a preguntar y yo por vos no voy a mentir. Yo voy a decir la
verdad”. Marlene, le diría: “No, vos no te metas y no te van a llamar”, relató.
En su testimonio también denunció que tanto ella como
su hija recibieron amenazas para responsabilizar a Jorgelina, y que cuando
intentó hablar el tema con la fiscal María Tolomei, no recibió un buen trato de
la funcionaria.
Debe recordarse que desde un comienzo, sin juicio previo, la
mayoría de los medios de comunicación afines a la Policía del Chubut dieron por
sentada la versión de la fiscalía sobre la autoría de Domínguez y Almendra en
el asesinato, incluso impulsando campañas misóginas en redes sociales. Sobre el
particular desde Prosa Urgente entrevistamos a los acusados. Podés leer la
primera parte de la entrevista a Domínguez haciendo click acá, y la segunda
clickeando acá. Mientras que el testimonio del joven Almendra podés leerloacá.
Hay que destacar que César Antillanca, padre de Julián, ha
manifestado en varias oportunidades que cree en la versión de los acusados
sobre su inocencia y que denuncia que el caso de su hijo no terminó con la
condena a los dos policías.
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