Hoy directivos de Quilmes comienzan con el desmantelamiento
de la maquinaria. Tanto la CGT de Núñez como la CGT de Collio fueron cómplices
de los despidos. A continuación el comunicado de los trabajadores que llevaron
a cabo una histórica resistencia.
Por Iván Marín
Obreros de la Pepsi se contactaron con Prosa Urgente para
comunicar que durante la mañana directivos de Cervecería y Maltería Quilmes
(propietaria de la empresa) y efectivos de la Policía del Chubut se harán
presentes en los portones de la planta para comenzar a retirar la maquinaria. Los
trabajadores habían dejado el acampe la semana pasada, luego de más de 5 meses
de lucha en el lugar.
Debe recordarse que el 29 de mayo Pepsi cerró
intempestivamente la planta, ante la pasividad de las conducciones de la
conducción del Sindicato Unido de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas
y Afines (SUTIAGA) y Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas y
Afines (FATAGA). Los dirigentes Juan Levicoy y Carlos Martí, secretarios
General y Adjunto respectivamente del sindicato, hoy enrolados en aquel momento
y en la actualidad en la CGT conducida por Luis Núñez, entregaron a los
trabajadores arreglando con la empresa por detrás.
A los pocos días los operarios comenzaron a organizarse en
asamblea y decidieron comenzar un acampe en los portones de la empresa el 20 de
junio. Desde ese entonces se consumó una segunda traición, esta vez de la CGT
del camionero Luis Collio, que decía acompañar la lucha, pero que se prestó a
las dilaciones del gobierno provincial de Mario das Neves primero y de Mariano
Arcioni luego, de su ministro de Producción Pablo Mamet y del intendente de
Trelew Adrián Maderna. El gobierno fue un factor imprescindible en las negociaciones con la patronal, que chantajeó todo el tiempo con una orden de desalojo para que los obreros se retiren del puesto de lucha. A lo que se sumaron los principales medios de comunicación de la zona, en especial diario El Chubut, Jornada y LU 20.
Se desarrollaron multitudinarias marchas y festival en
solidaridad a la lucha, se conformó un Comité en Apoyo integrado por
organizaciones sociales, sindicatos y compañeros independientes, que acompañó a
los trabajadores durante todo este proceso. Distintas expresiones artísticas
también se sumaron a la causa. Como bien dicen los trabajadores en su comunicado, se generaron lazos de solidaridad de obreros y obreras de distintos puntos del país.
Los obreros de Pepsi demostraron durante meses que se puede
resistir al ajuste, los despidos y suspensiones del Gobierno Nacional de
Mauricio Macri, implementado en nuestra provincia por Mariano Arcioni y los
intendentes de todos los signos políticos. La semana pasada cerró el sector
Hilandería de la histórica textil Sedamil, dejando en la calle a 107
trabajadores, y las conducciones de los sindicatos Setia y AOT se quedaron de
brazos cruzados. La primera se encuentra en la CGT oficialista de Collio, la
segunda en la CGT “opositora” de Nuñez. Un claro ejemplo que nada se puede
esperar de conducciones sindicales harto burócratas, que han sido cómplices y
partícipes necesarias durante décadas del desmantelamiento del parque industrial.
En las próximas horas se hace imprescindible un balance político de esta histórica lucha. Mientras tanto, se deja a continuación el comunicado de los trabajadores
Finalmente, el día llego. Esta lucha que emprendimos un
puñado de compañeros de trabajo hace más de 150 días llego a su fin. Indignados
por el desprecio y la mala fe de una multinacional que explotó los mejores años
de nuestra vida, que nos engañó, que no pagó lo que correspondía por ley, que
abusó de la buena fe de sus operarios, que vino a destruir una de las últimas
fábricas emblemáticas de Trelew en forma arbitraria e intespestiva, sin
importarle el contexto de desempleo que vivimos, que cerró sus puertas no por
baja rentabilidad sino por estar en sintonía con las medidas de ajuste del
gobierno nacional , que quieren castigar a la Patagonia y mantenerla de
rodillas. Indignados por la burocracia sindical y su representación jurídica, que debían haber defendido los puestos de
trabajo, pero decidió vendernos.
Desde el 29 de mayo, cuando Pepsi, propiedad de Cervecería y
Maltería Quilmes, dejó a medio centenar de familias en las calles de la noche a
la mañana, hemos sentido el apoyo del pueblo trelewense y alrededores. Este
apoyo dio un salto cuando decidimos iniciar el acampe en los portones de la
planta, el 20 de junio. Desde distintos puntos del país hemos recibido muestras
de apoyo: desde Neuquén los obreros de Zanon no solo enviaron saludos sino que
nos vinieron a visitar, desde Buenos Aires los trabajadores despedidos de
Pepsico también lo hicieron, igual que compañeros de Coca Cola en Pompeya,
petroleros y los trabajadores e investigadores de CENPAT-CONICET de Puerto
Madryn, al igual que casi todas las agrupaciones políticas de la zona. Hemos
recibido el acompañamiento de diversos artistas. Con el pueblo de Trelew fuimos
partícipes de una movilización histórica el sábado 8 de julio y luego en dos
festivales en los portones de la planta, que puso en las primeras planas que al
ajuste del gobierno se lo puede y se lo debe enfrentar.
Siempre nos manifestamos de forma pacífica. Solo acampamos
en la vereda de la fábrica sin prohibirle el ingreso a nadie, mostrándole a la
sociedad que es hora de alzar la vos, que no pueden haber más despidos sin
luchas y que el pueblo debe decir basta. Este ajuste de las patronales y el
gobierno arrasó hasta con la opción hacer explotados, ni siquiera eso han
dejado.
Esta lucha trató de reivindicar el derecho a trabajar. Si bien
mucho lo entendieron y nos vinieron a brindar su apoyo al acampe, otros nos
veían como que estábamos dando lastima al costado de la ruta, como una
molestia, o simplemente como parte del paisaje. A esas personas les decimos que
la inactividad del hoy son las consecuencias del mañana, por suerte mucha gente
joven lo comprendió,
Nosotros sabíamos que estábamos nadando contra la corriente,
que un par de obreros no pueden de forma pacífica hacer frente a una
multinacional. Pero la dignidad obrera es más fuerte y decidimos resistir. Por eso en el camino muchos compañeros
desistieron por que sabían que nos íbamos con las manos vacias que teníamos una
orden de desalojo, y una derrota inminente,
así son las luchas por
dignidad...solo dignidad...Los que quedamos decidimos llegar hasta el final con
una fecha limite que nosotros nos propusimos ya con todas las fichas jugadas en
la mesa.
Estamos seguros que esta lucha servirá como un camino a los
tiempos que se avecinan y estamos orgullosos de haberla dado. Por eso nos vamos
con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan
tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos.
Ojalá que esta gran crisis que estamos viviendo no sea la
excusa perfecta para abrirle las puertas a actividades que contaminen la
Patagonia y nuestras vidas: ¡NO A LA MEGAMINERIA!
Agradecemos a la sociedad, a nuestro Comité de Apoyo
(conformado por organizaciones y compañeros independientes) que trabajaron en
una misma dirección para sumar a la lucha obrera, agradecemos a los medios de
comunicación que no están hermanados con ningún interés económico para
desvirtuar la información, más que el de informar la realidad, partidos
políticos, organizaciones sociales, cooperativas sindicatos y la CGT, que apoyaron la causa, esta es nuestra última
declaración, tanto para los medios como para la sociedad.
¡No a los despidos y suspensiones! ¡Fuera la burocracia
sindical de nuestros gremios!
¡Organización desde las bases para resistir el
ajuste!
¡Que las conducciones convoquen a paro general para enfrentar la
contrarreforma laboral! ¡Viva la lucha obrera!
Ex trabajadores de Pepsi en lucha
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