miércoles, 4 de noviembre de 2020

La muerte de Anselmo Montes y las enseñanzas que dejan su militancia

El fallecimiento del referente del Partido Socialista Auténtico producto del Covid-19 generó un fuerte pesar en el activismo del campo popular y del kirchnerismo de Trelew y alrededores. Ensayamos algunas conclusiones estratégicas acerca de sus últimas intervenciones políticas.

 





Por Iván Marín

 

“(…) lo que decide para nosotros no son los móviles subjetivos, sino la adecuación objetiva”.

León Trotsky, Su moral y la nuestra

 

Cuando en horas del lunes se difundió la noticia de la muerte de Anselmo Montes, histórico dirigente del Partido Socialista Auténtico (PSA), fueron inmediatas las expresiones de dolor y congoja en redes sociales de quienes lo conocieron personalmente. En general se le reconocía ser un tipo bonachón y de convicciones fuertes, en especial varios lo despidieron como un socialista consecuente y algunos como un revolucionario. Desde este espacio también lamentamos su fallecimiento, lo reconocemos como un militante histórico del campo popular en Trelew y el Valle aunque su militancia en los hechos no tuvo un norte estratégico socialista y revolucionario. Veamos.

 

Cuando el exgobernador Mario das Neves decidió romper con el Frente para la Victoria (FPV) e intentar ir por la presidencia de la Nación, en el plano provincial la fórmula que eligió (Martín Buzzi-Gustavo Mac Karthy) se presentó bajo el rótulo del Partido Justicialista Modelo Chubut en 2011. Los meses previos a los comicios fueron fundamentales para que el FPV pudiera acordar con alguna fuerza política con personería para presentarse. Las negociaciones más importantes estuvieron a cargo de Norberto Yauhar, Carlos Eliceche, Javier Touriñán por el lado de los peronistas sin partido, y de Anselmo Montes por el PSA. El acuerdo se concretó: Montes puso la personería a cambio de un puesto expectable en la lista de diputados provinciales. En esa categoría triunfaron e ingresaron los 16, y para el caso de la gobernación se produjo un bochorno del que habló el país por meses. La fórmula del Modelo Chubut se quedó con la victoria por pocos votos pero inmediatamente se pasaron al bando del FPV.

 

Otro actor que tuvo un rol importante para “seducir” a Montes fue Néstor Kirchner. “Hombre comprometido con su época, Mito, como lo llamaba su amigo de la infancia Néstor Kirchner, demostró con su conducta de qué lado había que pararse”, describe un comunicado del PSA en memoria de Montes. El comunicado como la trayectoria de los últimos años no dejan lugar a dudas: tanto el PSA como Montes se reconocen como kirchneristas y desde ahí intervenían. El PSA, además, supo tener un trabajo sindical relativamente importante en los años 80 y 90, y de menor peso en los últimos años. En todos los casos en acuerdos con distintas ramas de la burocracia sindical. Es decir, nunca levantaron una perspectiva de independencia de clase ni apostaron a nada parecido. El propio Montes se refería a políticos patronales como Kirchner, Yauhar, Eliceche, Mac Karthy, por citar algunos, como “compañeros”.

 

En este marco llama la atención algunos recordatorios en redes sociales y medios de comunicación planteando especies de balances confusos sobre la trayectoria de Montes. Un ejemplo de ello es el posteo de la Unión de Asamblea de Comunidades de Trelew donde se esgrime: “El 25 de noviembre de 2014, se trataba el proyecto presentado por la iniciativa popular y Anselmo Montes acompañó al pueblo, no lo traicionó. ¡No lo vamos a olvidar!”. Esta afirmación oculta deliberadamente que para que los diputados del FPV pudieran bastardear la iniciativa popular y el legislador Gustavo Muñiz hacer de las suyas, tuvieron que acordar e ir en la boleta habilitada por el PSA.

 

Tanto el PSA como Montes nunca tuvieron como estrategia política la organización independiente de las masas laboriosas, sino su “reemplazo” por la rosca parlamentaria y sindical con los partidos patronales. Soslayar esas prácticas en pos de reivindicaciones acríticas solo conduce a embellecer orientaciones políticas que llevan a la confusión del movimiento popular, más aun en una provincia que se encuentra movilizada hace 3 años. Por caso, el año pasado el PSA declinó su candidatura a la gobernación para apoyar la de Carlos Linares, quien en las últimas semanas se paseó por varios medios de comunicación planteándole a Mariano Arcioni un acuerdo político para salir de la crisis en el que los trabajadores deberían aceptar la pérdida de derechos adquiridos, como la paritaria 2019. Sí, la salida de Linares no solo es que los trabajadores no tengan paritarias este año sino que declinen de las del año pasado. Desde ya, también se manifestó a favor de la megaminería.

 

Los trabajadores y sectores populares de Chubut nos debemos un debate profundo para organizarnos de forma independiente de todos los sectores patronales. Trayectorias como las del PSA y del propio Montes no dejan ninguna duda al respecto de la impotencia de la rosca con el régimen como estrategia política. Un recordatorio sobre el fallecimiento de Montes debe contribuir a este debate. Vaya un saludo para sus familiares y compañeros de militancia en el PSA.

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