miércoles, 24 de junio de 2020

A 7 años de la partida del camarada Marcos Caro


Homenaje al militante revolucionario fallecido en 2013 en Puerto Madryn.



Ilustración: Gastón Spur


Por Iván Marín


Para muchos el 24 de junio pasa desapercibido como un día más, otros seguramente lo tengan presente por mil y una razones. Para la militancia revolucionaria de la zona, desde 2013 pasó a ser la fecha en que perdimos a un camarada. Con Marcos Caro compartimos militancia en aquel entonces en el PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas). Durante los dos años que militamos juntos el norte que sostuvimos un sector de la militancia fue el compromiso diario para intentar de construirnos en el movimiento obrero tratando, entre otras cosas, de apoyar las luchas en curso.


Marcos era soldador y buscó trabajo en INFA, con la idea de formar una agrupación ahí o incluso de que sea el paso previo para ingresar a la imponente Aluar, de la cual era tercerizada. Pese a que desde la dirección nacional del partido se bajaba la línea de reducir la construcción partidaria (acumulación primitiva de cuadros) a la universidad, al sector más consciente y comprometido siempre nos tiró más el movimiento obrero, sin por ello caer en posiciones antiestudiantilistas. Tras los piqueteos de periódicos en la puerta de Aluar, que se hicieron rutinarios, proseguíamos con reuniones políticas en su casa.


El compañero se caracterizaba no solo por tener una gran sensibilidad con las luchas populares y la situación de los desposeídos, sino también por la facilidad para expresar ideas complejas de manera sencilla: las críticas al capitalismo y la necesidad de discutir una salida propia de los trabajadores. Con tan solo 28 años se nos fue una semana después de cumplir años, producto de una intoxicación con monóxido de carbono. Una muerte absurda pero lamentablemente bastante habitual en la clase trabajadora de la zona, que llega con lo justo a fin de mes y muchas veces no tiene siquiera para reparar un calefactor.


Su desaparición física nunca fue correspondida con una desaparición de su memoria. Por el contrario, en cada lucha en la que participamos siempre estuvo presente. Incluso cuando el grupo de compañeros que rompimos con el PTS, que a su vez era el más cercano suyo, siguió la militancia primero de forma independiente y en el último tiempo haciendo una experiencia con la Tendencia del Partido Obrero.


A 7 años de su partida física, recordarte no solo es una obligación de moral revolucionaria sino también un gran aliciente para continuar la militancia por la reconstrucción de la IV Internacional y de un mundo sin explotadores ni explotados. Camarada y amigo Marcos Caro: ¡presente! ¡Ahora y siempre!

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