Pese a la gran movilización provincial, tampoco agitan las
consignas “Fuera Arcioni”, “plenarios de trabajadores”, ni “paro de 36 horas” y
mucho menos “huelga general” y “asamblea constituyente”.
Por Iván Marín
En consonancia con el resto del país, el Frente de Izquierda
y de los Trabajadores Unidad (FITU), desarrolla una campaña electoral sumamente
lavada en Chubut, aunque con el agravante de hacerlo en una provincia que hace
más de dos meses se encuentra movilizada contra las políticas de ajuste del
gobernador Mariano Arcioni y el presidente Mauricio Macri.
Trece semanas ininterrumpidas de paro docente; ocupaciones
de dependencias estatales por jubilados; paros y retención de servicios desde
hace casi tres meses en salud y otros sectores del estado; toma de escuelas por
estudiantes secundarios; pueblada en Sarmiento ante una posible represión; piquetes
de viales, docentes y ATE; bloqueos en la poderosa Aluar de Puerto Madryn y en
la playa de tanques de YPF en Comodoro Rivadavia; embrionarios procesos de
coordinación de las luchas con plenarios provinciales de delegados/as docentes,
asambleas interhospitalarias y asambleas intersectoriales; los fallecimientos
de las docentes Jorgelina y Cristina en una accidente y los incendios de Casa de
Gobierno y Legislatura, y masivas movilizaciones en todo el territorio. Esas
son tan solo algunas de las acciones desarrolladas contra las medidas de ajuste
aludidas más arriba, y que algunos bautizaron como “Chubutazo”.
En ese marco, los fuerzas del FITU de nuestra provincia,
Partido Obrero (PO, dirección oficial), Movimiento Socialista de los
Trabajadores (MST) y Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), vienen
agitando desde hace más de dos meses en sus prensas partidarias las consignas “Fuera
Arcioni”, “Paro de 36 horas” y plenarios provinciales de delegados.
Lo contradictorio del asunto (¿contradictorio?) es que pese
al escenario convulsionado que vive la provincia, las fuerzas mencionadas
evitaron por todos los medios recurrir a esas consignas en los spots de la
campaña electoral en curso. Por el contrario, como si nada pasara, decidieron
agitar en los spots lo mismo que esgrimen sus referentes a nivel nacional, como
si el “Chubutazo” solo existiese en sus prensas y no en la realidad concreta
provincial. Tampoco utilizan la propaganda electoral para denunciar el rol
traidor de las burocracias sindicales enroladas en la Mesa de Unidad Sindical
(MUS), de ATE y del sector privado nucleadas en las CGTs, principales garantes
de la “gobernabilidad”. Mucho menos llaman al resto de la clase obrera, desocupados
y privados, a sumarse a la lucha. Desde ya, no han hecho participar de los
spots a Daniel Ruiz, el exdelegado petrolero recientemente liberado tras estar
más de un año detenido por participar de las movilizaciones contra la reforma
previsional en diciembre de 2017, quien va como candidato a diputado nacional
en segundo lugar, aportado por el PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores
Unificado).
Cabe señalar, que la dirección de la campaña en Chubut está
en manos del PO (dirección oficial) y del MST, por ser las fuerzas que cuentan
con la personería. De ahí que los spots sean protagonizados por sus candidatas:
Gloria Sáez (PO) y Emilse Saavedra (MST). El PTS, por su parte, no ha realizado
hasta el momento spots para las redes sociales. En todos los casos, (PO, MST y
PTS) no agitan en sus materiales electorales las consignas señaladas más arriba
y el “Chubutazo” ocupa un lugar de relleno. Hay que decirlo sin pruritos: esta
no es más que la continuación de una política de adaptación de pe a pa al
parlamentarismo y el electoralismo, opuesta hasta el caracú a la tradición
leninista de utilizar los espacios que se le arrancan al régimen como un
tribuno del pueblo. Para el caso del PO (dirección oficial) se vienen ufanando con recurrencia ser supuestamente los primeros en agitar en su prensa la consigna "Fuera Arcioni", peso es evidente que lo hacen con fines propagandísticos y no de intervención concreta en la realidad.
La caracterización conservadora de la situación que
atraviesa no solo el país, sino también Latinoamérica y el mundo, fue motivo de
crítica de la Tendencia Pública del Partido Obrero, y por la cual fueron
expulsados de dicho partido más de mil militantes. Entonces, no puede
sorprender la falta de una perspectiva de poder en Chubut ni en el país, y
mucho menos su agitación concreta en la campaña electoral con dos consignas
indispensables: la huelga general y la asamblea constituyente libre, soberana y
con poder.
Lo grave del asunto es que el FITU perdió una oportunidad
histórica en la campaña electoral para tratar de hacer menos marginal su
actuación en la lucha de clase. Trazar una perspectiva para desarrollar la
lucha de clases en Chubut y darle una orientación de poder a las masas que
protagonizan el “Chubutazo” hubiese contribuido a fortalecer el proceso, que en
las últimas semanas intenta ser desviado por las burocracias sindicales y el
Frente de Todos.
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