domingo, 20 de mayo de 2018

El 78 % de una encuesta votó a favor de continuar con el paro de 96 horas en Chubut


En otro relevamiento, el 97 % de los encuestados se expresó para que las CGTs de la provincia se sumen a las medidas de fuerza. Mañana la Mesa de Unidad Sindical define si continúa o no el paro el martes.


Foto: Aníbal Aguaisol



Por Iván Marín




Durante la movilización del último viernes en Rawson la dirigencia de la Mesa de Unidad Sindical (MUS) anunció que de no ser recibida por el Gobierno de mariano Arcioni, ese mismo día se anunciaría un paro de 96 horas para esta semana, que ya había sido votado por las bases de los sindicatos como parte de un plan de lucha con medidas progresivas. También comunicaron que el próximo miércoles se viajaría a Comodoro Rivadavia para reforzar la lucha que vienen realizando las y los trabajadoras/es en la ciudad petrolera. Sin embargo, a los pocos minutos retrocedieron al recibir una notificación del Gobierno para concertar una reunión el próximo martes, pero bajo la condición que no sea con medidas de fuerza.


Llamativamente Santiago Goodman, secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECh), encargado de informar que se pondría a consideración de las y los trabajadoras/es la propuesta de levantar el paro el día martes para ser recibidos por el Gobierno, aclaró que las y los docentes no votarán porque ya se habían expresado a favor de parar las 96 horas. Con ello Goodman no solo evitó el repudio de las bases de su sindicato, sino que como vocero de la MUS dejó en claro divisiones a su interior, pues no se entiende por qué algunos sindicatos sí pondrán a consideración de sus afiliados si, al igual que las y los docentes, ya habían votado por el paro de 96 horas.


Inmediatamente de conocida esta noticia, desde la cuenta de Facebook de Prosa Urgente se impulsó una encuesta durante dos días con la siguiente consigna: “La Mesa de Unidad Sindical el lunes pondrá a consideración de las bases de cada uno de los sindicatos que la componen levantar en principio solo para el martes el paro de la semana que viene para ser recibidos ese día por el Gobierno. El paro continuaría el miércoles, de no haber respuesta. ¿Estás a favor o en contra de no parar el martes?”.





El relevamiento tuvo una alta participación ni bien comenzó, recolectando 250 votos. De ellos, 194 (78 %) se expresaron por continuar con el paro, en tanto que 56 (22 %) en contra de parar. Si bien la encuesta no tiene pretensiones se cientificidad, no deja de expresar un sentimiento generalizado entre los lectores y seguidores de Prosa Urgente, gran parte de ellos/as involucrados directamente en la lucha, de que nada se logrará levantando el paro. Debe recordarse que se tuvo este “gesto” ante el Gobierno el martes pasado sin recibir respuestas a las demandas.


¿Hasta cuándo las CGTs seguirán haciendo la plancha?

Como se sabe, desde el final del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y con el arribo a la presidencia de Mauricio Macri, las políticas de ajuste se hicieron sentir con particular dureza en la Patagonia en su conjunto, con Chubut a la cabeza. Si bien el precio del barril de petróleo está en recuperada, durante los últimos dos o tres años los despidos y suspensiones en el sector se cuentan de a miles, además de las pérdidas de históricas conquistas. En el resto de la provincia la situación no fue mejor. El parque industrial textil de Trelew se encuentra al borde de su desaparición, con cierres de empresas históricas, y cientos de despidos y suspensiones. El año pasado cerró en esta ciudad la Pepsi y en Puerto Madryn Cerámica San Lorenzo, por citar algunos ejemplos.


Ninguna de las tres regionales de la CGT en Chubut ha estado a la altura de los acontecimientos, y en la mayoría de los casos están siendo dirigidas por sectores afines al kirchnerismo o al PJ. De ahí que el jueves se realizó la siguiente encuesta desde Prosa Urgente: “En los 4 puntos cardinales de Chubut la crisis está afectando al sector privado: ya sea en comercio, en la pesca, el petróleo, textiles, cerámica o turismo, los despidos y suspensiones se cuentan de a miles, y hay decenas de fábricas que cerraron. ¿Considerás que las CGTs del Valle, Comodoro Rivadavia y Cordillera deberían sumarse a la lucha de lxs estatales y convocar a una huelga general de todxs lxs trabajadorxs en la provincia para derrotar el ajuste de Macri y Arcioni?”.





El relevamiento duró 24 horas y la respuesta fue contundente: el 97 % (145) personas votaron para que las CGTs se sumen al plan de lucha que llevan adelante los estatales, y tan solo el 3 % no estuvo a favor.


La pasividad de las dirigencias de las CGTs no es novedad. En el último capítulo de su libro Patagonia. Conflictividad social y neoliberalismo. El noreste de Chubut (1990-2005), el historiador Gonzalo Pérez Álvarez expone uno de los resultados de su investigación para el período mencionado en la región y arroja que de un total 120 hechos de rebelión protagonizados por estatales y privados, solo en 19 ocasiones los realizaron en conjunto. Si bien la CGT la integran sindicatos estatales, se sabe que allí priman los que pertenecen al sector privado, al menos los más importantes.


Del susodicho relevamiento también puede observarse que durante el año 1991, cuando se produjo el Chubutazo, los estatales participaron de 56 hechos de rebelión, los privados de 18, pero no compartieron ninguno. Por aquel entonces aun no existía la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).


Nuevamente: lo que los dirigentes dividen, solo las bases pueden unir

Que en el día de mañana las y los trabajadores/as estatales deban votar nuevamente sobre algo que ya se expresaron y, que encima, no lo hagan todos, sino solo un sector (la dirigencia de ATECh sabe que tiene un alto costo político votar otra vez), es una nueva señal de que las decisiones de algunas dirigencias no van por los mismos carriles que sus bases. Esta división solo es funcional al Gobierno que ajusta y busca dilatar lo más posible una resolución apostando al desgaste.


A esta situación se agrega que amplios sectores de la clase trabajadora no pueden sumarse a las medidas de lucha contra el ajuste porque la CGT es cómplice de los gobiernos de turno. Se hace imprescindible que las bases unan lo que las dirigencias dividen. Estas conducciones burocráticas en su gran mayoría pertenecen al PJ, con preponderancia del kirchnerismo, o a lo que quedó del dasnevismo. Todas están más preocupadas por prepararse de cara a las elecciones del año que viene, que por enfrentar el ajuste.


Un congreso o plenario de delegados de base por sector, luego ampliado al conjunto de los estatales, puede ser el puntapié para que el conjunto de los y las trabajadores/as deliberen democráticamente un plan de lucha hasta terminar el plan de ajuste. Ya están dadas las condiciones para un paro por tiempo indeterminado y cortes de rutas en toda la provincia. Además, debe apuntarse a unir fuerzas con los sectores privados.

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