Conversamos durante media hora con la familia denunciante
del nene sobreviviente de abuso sexual en Puerto Pirámides, que involucra a
decenas de personas en una red de pedofilia. Lo que sigue es un adelanto de la
entrevista que publicaremos mañana en forma completa en nuestra cuenta de Facebook.
Por Iván Marín
Desde el lunes 25 de marzo se lleva adelante en Puerto
Madryn un juicio por abuso sexual infantil, que tiene en el banquillo de los
acusados a la madre de un niño que actualmente tiene 12 años, y a su pareja.
Los denunciantes son el padre biológico del nene y su compañera, quienes
dialogaron ante la cámara de Prosa Urgente sobre este espeluznante caso con poca cobertura
mediática y que involucra a personajes reconocidos de la casta política en
Puerto Pirámides.
“El caso se origina a finales del año 2016 cuando el nene
empieza a poder contar lo que estaba viviendo, lo hizo de forma gradual en su
casa como en el espacio terapéutico”, comienzan. “La primera denuncia fue el 21
de noviembre y hubo una ampliación 26 de noviembre, ambas en la fiscalía de
Puerto Madryn”, amplían. Manifiestan que confiaron en los fiscales que tomaron
el caso desde un principio, pero que al poco tiempo la fiscalía “decide dejar
de investigar y empieza a acordar con la defensa”. Los fiscales a los que hacen
referencia son: Angélica Carcano, Alejandra y Hernández, y el jefe de la
dependencia en la localidad, Daniel Báez.
Recuerdan que en un principio creían que se trataba de un
caso de “abuso intrafamiliar entre la madre del nene y su pareja, y en otro
momento nos cuenta de cosas muchísimo más graves que nos llevaron a hacer las
valijas en la misma noche que el nene nos cuenta estas cosas de amplia gravedad”.
Allí deciden irse de Puerto Pirámides, lugar al que nunca más volvieron hasta
el momento.
“En esa noche que el nene nos devela abusos muchos más
graves, múltiples y nombra a personajes de la política local y de otro nivel,
nos dimos cuenta que constantemente estaba nuestra casa siendo observada”,
remarcan.
Consultados sobre los estudios que corroboran el abuso
sexual, responden: “El protocolo que se hace en el Hospital Ísola (Andrés),
tras la segunda ampliación de denuncias, donde dice que tiene las lesiones son
compatibles con abuso sexual infantil. Después la batería de información que
aportan las psicólogas del niño como el equipo técnico interdisciplinario y
otro informe de otra licenciada, que sí es parte del ministerio Público Fiscal,
que dice que el niño tiene secuelas y síntomas de abuso sexual infantil, más
otro informe de la psicóloga de parte, más informes grafológicos. O sea, hay
una gran cantidad de evidencias que hoy forman parte de esta prueba y que se
lleva a juicio”.
Nuevamente se refieren al desempeño del Poder Judicial en la
primera etapa del caso: “Es raro el comportamiento de fiscalía porque el acceso
carnal fue comprobado enseguida”. Denuncian que “la fiscal (Carcano) propone interrumpir
la cámara Gesell cuando el nene empieza a mencionar el abuso de una tercera
persona”, aunque lograron luego de insistir en varias oportunidades, “que se vuelva
a tomar una nueva cámara Gesell más de un año después”. Allí el nene involucra
a casi una treintena de personas en los abusos, es decir una consolidada red de
pedofilia en un pueblo que ronda los 700 habitantes.
“Hay abusos reiterados a lo largo del tiempo con grupos de
personas diferentes”, describen. Y mencionan que los mismos transcurrieron
aproximadamente desde que “el nene estaba terminando el jardín hasta los ocho
años y pico, nueve”.
Mencionan que la psicóloga Mariana Pastor se prestó a
hacerle análisis psicológicos amplios al niño durante cuatro encuentros, en un
consultorio externo, cuando se deberían haber realizado mediante cámara Gesell,
por lo cual consideran que lo expusieron en varias oportunidades a una revictimización.
El tribunal que entiende en la causa es presidido por
Marcelo Orlando y completado por las juezas Marcela Pérez y Flavia Trincheri.
Señalan que los cargos que les imputan a los acusados son “abuso sexual
gravemente ultrajante, agravado por el vínculo, por los hechos de mano propia
para la madre, y abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la
convivencia preexistente para la pareja de la madre”, quienes están siendo defendidos
por Fabián Gabalachis, un abogado al que muchos vinculan al poder político.
“Llegamos al juicio por la parte que tiene que ver con lo
intrafamiliar, en cambio la carpeta que contiene todo el resto de los abusos
fue archivada por la fiscalía”, aclaran. A la querella la representa los
abogados Federico Ruffa y Alfredo Pérez Galimberti.
Durante esta recorrido la lucha viene siendo acompañadas por
algunas organizaciones vinculadas a la problemática, entre las que mencionan a
la “Red de Infancia Robada, Madres Víctimas de Trata, Comisión contra la
Impunidad, Sebastián Cuattromo de Adultos por los Derechos de los Niños”. Agregan que “cada vez más vecinos empiezan a
perder el miedo de hablar de estas cosas, de acompañarnos y se van sumando poco
a poco”.
Informan que las audiencias de esta semana se fijaron para “el
9, 10, 11 y 12 en los tribunales de Puerto Madryn desde las 8:30 hasta
aproximadamente las 13 horas. Aprovechando el espacio invitamos a todos los
vecinos que quieran venir a informarse, a acompañar. Que si bien el juicio es
oral y no público, la gente está acompañando en la puerta”.
Como dijimos al comienzo del artículo, este es tan solo un
adelanto de una entrevista extensa, donde se profundizan los temas que hemos
abordado brevemente acá, y también refieren a otros como la repercusión del
caso en Puerto Pirámides, el rol de la escuela donde estudiaba el nene o donde
trabajaba una de las denunciantes.
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