Escandalosa propuesta de la multinacional avalada por el ministro Pablo Mamet y el intendente Adrián Maderna. Pretenden que medio centenar de trabajadores no cobren sus indemnizaciones luego de tres meses de lucha.
Por Iván Marín
Ayer se cumplieron tres meses desde que Cervecería y
Maltería Quilmes decidiera cerrar la planta de Pepsi en Trelew y dejar a 48
familias en la calle, con la complicidad de la conducción del Sindicato Unido
de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (Sutiaga). El lunes
la empresa acercó una propuesta para el supuesto financiamiento de una
cooperativa impulsada por los trabajadores, pero resultó ser un chantaje:
pretenden que los despedidos acepten un monto irrisorio a cambio de no percibir
las indemnizaciones adeudadas. Todo esto bajo la amenaza de un
inminente desalojo que duerme en un despacho judicial.
El viernes 28 de julio se reunieron en Buenos
Aires directivos de la empresa con el ministro de Producción Pablo Mamet y el
intendente de Trelew Adrián Maderna donde ofrecieron una turbia propuesta que
consistía en que los despedidos desistan de luchar por la expropiación de la
planta a cambio del financiamiento de una cooperativa de distribución de
alimentos.
Hace aproximadamente dos semanas los trabajadores enviaron
un plan de negocios con el presupuesto que demandaría impulsar una empresa
desde cero. El monto calculado y entregado por los obreros en el proyecto ronda
los 14 millones de pesos para comenzar. Ello incluye la nueva maquinaria,
vehículos y demás inversiones que necesariamente debe realizar una empresa
conformada por más de 20 obreros y que competirá en condiciones muy difíciles
con grandes cadenas instaladas hace varios años en la zona.
El lunes los despedidos se reunieron en Rawson con el
ministro Mamet, el intendente Maderna, y también se encontraba el titular de la
CGT del Valle, Luis Collio. Allí recibieron la respuesta de la multinacional,
que los funcionarios calificaron en los medios de comunicación como una gran oportunidad, y que
sentaría un precedente para situaciones similares.
Sin embargo, los obreros están muy lejos de esta posición.
En diálogo con Prosa Urgente uno de ellos la calificó de “pseudo propuesta”, y
amplió destacando que la Quilmes pretende “darnos cinco millones de pesos para
impulsar el proyecto económico, que es la cooperativa de alimentos no
perecederos, pero a cambio de que desistamos de las demandas laborales.
Decidimos que no porque justamente las demandas laborales son de aproximadamente
ocho millones de pesos entre multas y reclamos que nos adeudan”. El trabajador
agregó que “básicamente lo de Quilmes es volvernos a estafar por segunda vez. O
sea, quiere pagar mucho menos de lo que tiene que pagar. Nos vino a tomar el
pelo de vuelta”.
Debe recordarse que los trabajadores se encuentran acampando en
los portones de la planta desde el 20 de junio en reclamo del cobro total de
las indemnizaciones y la conformación de una cooperativa de trabajo. Según sus
cálculos, el monto adeudado estaría cercano a los ocho millones de pesos para
los 48 trabajadores, muchos de los cuales tenían más de 20 años de antigüedad.
En algunos casos se debe hasta el 40 por ciento de la indemnización.
Es decir, que la situación está muy lejos hasta el momento
de llegar a una solución. Cuando se produjo la reunión a puertas cerradas en
Buenos Aires, ya quedaba claro no solo el carácter turbio de la propuesta de la
Quilmes, sino la extorsión para que los despedidos acepten la propuesta. En
aquella oportunidad escribíamos en otro sitio que se desconocía “si los
trabajadores deberán hacer uso de sus indemnizaciones para invertir en la
propuesta”. Algo que después fue desmentido por los funcionarios ante los
propios obreros.
Toda esta negociación transcurre mientras la jueza de
ejecución en lo civil María Andrea García Abad tiene en su poder una orden de
desalojo a ejecutar cuando la Quilmes lo desee. Sin embargo, los trabajadores
ya adelantaron que están dispuestos a endurecer sus medidas de lucha en caso de
no llegar a un acuerdo. En las próximas horas elevarán una contrapropuesta a la
multinacional.
Durante estos tres meses de lucha los despedidos han
recibido el apoyo de toda la comunidad trelewense y alrededores, que los ven
como un ejemplo para enfrentar los despidos y suspensiones. Una muestra de ello
fue la multitudinaria marcha de más de 800 personas el sábado 8 de julio y el
festival en los portones de la planta el 22 de julio. Es en la calle donde los trabajadores deberán
definir esta contienda si es que el gobierno provincial y municipal le
continúan haciendo seguidismo a la multinacional. ¿Se reflotará la intención de
ir por la expropiación de la planta y sus maquinarias? Amplios sectores del
pueblo chubutense ven con buenos ojos esta perspectiva.
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