jueves, 22 de agosto de 2024

Grave: jueza prohíbe a comunicadores sociales acercarse a 500 metros de Legislatura del Chubut

Se trata de María Laura Martini, quien dio lugar al pedido del ministerio Público Fiscal a cargo de Miquelarena luego de la denuncia del gobierno chubutense por supuestas agresiones a dos diputados de Cambiemos, tras la aprobación del RIGI. Asistimos a una campaña difamatoria con el único fin de profundizar la criminalización de la protesta social en defensa de un régimen político que en 2021 vivió la mayor rebelión popular de su historia, el Chubutazo.

 

Foto de Aníbal Aguaisol


Por Iván Marín

 

El jueves 15 de agosto la Legislatura chubutense aprobó entre gallos y medianoche el llamado Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), y con ello no sólo le abrió las puertas de la provincia a la megaminería sino que además acentuó las facilidades para el extractivismo. En otras palabras, le puso cartel de “remate” al territorio con sus recursos naturales y/o bienes comunes, amparándose en la contrarreforma laboral emitida por la Ley Bases, es decir mayor desocupación, sobreexplotación y precarización laboral. Como estas medidas reaccionarias solo podrán pasar con más represión y criminalización de la protesta social, se incluyó la creación de la “Unidad de Seguridad Productiva”, a cargo de la fascista de Patricia Bulrrich, con el fin de “resguardar” estas inversiones de quienes luchan por defender sus derechos. Este es el contexto en que deben leerse las disposiciones contra seis vecinos, la mayor parte de ellos activistas sociales, en las que se les prohíbe acercarse a menos de 500 metros del vicegobernador Gustavo Menna, y de los diputados Luis Juncos y María Andrea Aguilera, como así también de la hija de esta última. Dichas prohibiciones incluyen los domicilios particulares de los denunciantes, la escuela donde cursa la hija de la legisladora y la Legislatura provincial (sic, mil veces sic).


La jueza que dictaminó al respecto se llama María Laura Martini y es la misma que tiene a cargo la causa contra 8 vecinos acusados de destrozos contra edificios públicos durante el Chubutazo, una rebelión popular de la que fueron protagonistas miles de personas pero por la cual se condena a menos de una decena, en este caso ningún activistas, pues buscan una sentencia ejemplificadora que no involucre a militantes para no se los denomine presos políticos, entre otros motivos.


Jueza Martini, durante la audiencia de esta mañana por la causa Chubutazo

Ocurre que tras haberse aprobado el RIGI, y mientras se desarrollaba un cuarto intermedio, estos diputados cruzaron a una confitería que se encuentra frente a Legislatura, en donde fueron interceptados por un grupo de ambientalistas, que incluía a comunicadores sociales, quienes les pidieron explicaciones de su votación a favor en el asunto. Pese a que en los videos que se viralizaron de la interpelación puede observarse con claridad que no hubo agresiones de ningún tipo a los legisladores, y mucho menos un forcejeo con la hija de la diputada, la jueza dio lugar al pedido de prohibición citado por un plazo de 90 días. Esta disposición pretende llevarse adelante mientras la Fiscalía “se encuentra en etapa de Averiguación Preliminar en los términos del art. 268 del CPPCH, investigando la posible comisión de los delitos previstos en los arts. 89, 149 bis, 209, 211, 213 bis y 241 bis del CP”. En criollo: se los acusa de lesiones, amenazas, instigación a cometer delitos, intimidación pública y formar parte de una agrupación para la coerción ideológica.

 

Además de la clara avanzada en la criminalización de la protesta social que se pretende con esta causa, queda de manifiesto el carácter antidemocrático y clasista del gobierno de Cambiemos al pretender silenciar a los medios de comunicación que no responden a sus intereses, que no son otros que los de las multinacionales y la pequeña burguesía de la zona. De los mencionados en el dictamen, cuatro son comunicadores sociales: Noelia Silva y Alejandro González, en la radio comunitaria Sudaca; Aníbal Aguaisol, fotoperiodista, cuyos registros suelen ser tomados por los colectivos que integran la Red Nacional de Medios Alternativos, entre otros; y quien escribe estas líneas, periodista de Prosa Urgente y trabajador de prensa despedido de diario El Chubut durante el Chubutazo de 2021 por luchar contra la zonificación minera. Debe agregarse que el gobierno de Ignacio Torres se valió de la complacencia de todas las empresas de comunicación hegemónicas de la zona para llevar adelante esta campaña de estigmatización contra quienes luchan. Desde ya, ninguno de estos comunicadores oculta sus posiciones políticas ni pretenden llevar adelante su vocación desde una posición “neutral”, sino que hacen explícito su rechazo al RIGI y a todas las políticas reaccionarias del gobierno provincial como del nacional de Javier Milei. Quienes se ocultan detrás de una supuesta “neutralidad” son los verdaderos voceros de los que llevan adelante la criminalización de la protesta social y, con ella, el cercenamiento a la libertad de opinión y de prensa, es decir medidas de claro tinte fascistoides que deben ser repudiadas enérgicamente por todo el pueblo, sindicatos, organizaciones sociales, de derechos humanos y de prensa.

 

Otro punto no menor para tener presente es que de los 6 activistas involucrados en la denuncia, 5 son trabajadores estatales: dos corresponden a la salud pública y tres son docentes. En todos los casos, se desempeñan como organizadores de reclamos laborales colectivos mientras el gobierno de Torres implementa un feroz ajuste en el Estado.

 

A esto se suma a que en el caso personal de quien escribe este artículo, está siendo objeto de una ensañada persecución ideológica y política por parte de diario El Chubut, ya que desde el jueves 15 de agosto a esta parte apareció su foto en al menos 3 artículos del medio, en la tapa de una de sus ediciones y su nombre fue citado en varias oportunidades en el editorial del lunes último, el artículo semanal más importante del medio, en donde se lo sindica sin ningún tipo de prueba como instigador del incendio del diario durante el Chubutazo y de un supuesto ataque al local del PRO en 2022. Mientras todo esto ocurre, Iván Marín se encuentra en juicio indemnizatorio con El Chubut, tras perder el juicio por su reincorporación, luego de una campaña en donde el medio propiedad de la familia Sáez salió claramente desprestigiado ante toda la población de la zona por un despido claramente discriminatorio. 

 

¡ABAJO EL RIGI! ¡CHUBUT YA DECIDIÓ! ¡NO PASARÁN! ¡NO ES NO! ¡POR LA HUELGA GENERAL CONTRA EL RIGI!

domingo, 18 de agosto de 2024

La lucha contra el RIGI precisa de una coordinación provincial urgente

La aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones por parte de la Legislatura chubutense despertó una incipiente resistencia a las graves consecuencias que traerá su implementación: megaminería, más extractivismo en manos de la multinacionales, mayor precarización laboral y profundización del hambre en el pueblo. ¿Es posible otro Chubutazo, como en diciembre de 2021?

 


Por Iván Marín

Fotos de Aníbal Aguaisol


En apenas 4 horas, y con muy poco debate en las comisiones y un desproporcionado operativo policial, el jueves último la Legislatura del Chubut aprobó por 18 votos a favor contra 9 en contra la adhesión de la provincia al RIGI (Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones), y con ello puso el cartel de “remate” de todos los recursos y bienes naturales de su territorio. El RIGI forma parte de la llamada Ley Bases a nivel nacional, por lo cual ancla sus fundamentos en una contrarreforma laboral e impositiva que atenta contra derechos ganados por la clase trabajadora y en beneficio de las grandes patronales. Además, incluye la “Unidad de Seguridad Productiva”, dependiente del ministerio de Seguridad de Nación a cargo de la fascista Patricia Bullrich, por lo que se prevé una profundización de la criminalización de la protesta social en un marco general signado por un ajuste feroz, que no es otra cosa que una reestructuración reaccionaria de las condiciones de vida del pueblo. La adhesión provincial contiene una maniobra abyecta y temerosa: un artículo falopa por el cual se “excluye a las actividades mineras previstas en la ex ley 5.001, hoy vigente”. Desde las asambleas provinciales denuncian que, en realidad, se está ante una ley nacional que barre con toda legislación provincial que vaya en sentido contrario, por lo que el artículo en cuestión carecería de fuerza ante la presentación de cualquier empresa ante la justicia federal, como es el caso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, proclive a fallar en favor de las multinacionales.

 


El artículo mencionado fue masivamente difundido por el gobierno de Ignacio Torres a través de los medios de comunicación provinciales, en su inmensa mayoría promineros. Esta maniobra denota la preocupación del gobierno en particular y del régimen político en general ante una rebelión popular, como la ocurrida en diciembre de 2021 luego de la aprobación de la zonificación minera en una sesión legislativa “imprevista”. Sobre el paralelismo respecto de aquel Chubutazo hay al menos dos lecturas en boga en el activismo: por un lado, quienes exageran las similitudes y alientan una rebelión a la “vuelta de la esquina” y, por el otro, quienes se ubican en un lugar diametralmente expuesto (posiblemente la mayoría), y no observan ninguna posibilidad de una rebelión popular en el corto plazo porque el pueblo “está dormido”. Debe recordarse que esta última postura también primó en los días e incluso horas previas al Chubutazo. De conjunto, podemos afirmar que las condiciones objetivas para una rebelión están más desarrolladas que en diciembre de 2021, pues las condiciones de vida del pueblo son ostensiblemente peores. De esto es muy consciente el Gobierno, y es lo que lleva a incluir el susodicho artículo en la adhesión. Cualquier movimiento en falso de Torres y sus secuaces puede desatar una rebelión. Que el “horno no esté para bollos”, según la perspectiva del régimen político, no implica que el estallido esté a la vuelta de la esquina pero tampoco en un horizonte lejano. Una verdadera rebelión dependerá de muchos factores, uno de ellos será de la capacidad de agitación de los sectores más conscientes que resisten a estas políticas de hambre, saqueo y profundización de la dependencia de los grandes capitales internacionales.

 


Que hasta el momento no se haya desarrollado un movimiento masivo de resistencia a estas políticas tiene en la mayor parte de las conducciones y centrales sindicales a sus principales responsables. Ninguno de estos sectores llamó a movilizar a Legislatura el jueves último ni mucho menos declaró paro para que sus afiliados pudiesen hacerse presente en el lugar.

 


Con todas estas limitaciones objetivas, la resistencia no se hizo esperar y se desarrollaron movilizaciones y volanteadas en las horas previas al tratamiento del RIGI en Esquel, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia y Trelew. El día de la aprobación manifestantes escracharon en una confitería a los diputados oficialistas Luis Juncos y María Andrea Aguilera, quienes se valieron de los medios de comunicación oficiales para difundir una falsa agresión a la hija de la legisladora. Esa jornada se terminó en Rawson con una volanteada durante 4 horas en la calle de Legislatura en donde miles de autos tocaron bocina en señal de aprobación a los manifestantes. Al otro día más de 300 personas marcharon en Rawson exigiendo la derogación del RIGI, lo propio se hizo ayer en Trelew con una cantidad similar de concurrentes. En ambos casos se llevaron adelante asambleas populares para acordar cómo seguir. Se volverá a marchar este martes 20 de agosto a las 17:30 en la ciudad capital. Se prevé acciones de este tipo en las principales ciudades de la provincia en los próximos días.

 


Este escenario demanda una coordinación urgente de las acciones en toda la provincia: asambleas populares en todas las ciudades en donde se debata y decida planes de acción articulados a lo largo y ancho del territorio: volanteadas en los principales centros urbanos de cada ciudad, pintadas en las barriadas, marchas provinciales, piquetes en las principales rutas, entre otras. No depositar ninguna expectativa en las conducciones sindicales ni en los aparatos. Solo el pueblo salvará al pueblo. El desarrollo de estas autoconvocatorias llevará de suyo la instalación e imposición de la perspectiva de la huelga general contra el RIGI, la megaminería y el hambre.